lunes, 9 de enero de 2012

Tipo de cambio implícito en Bs. 14,9 por USD

VenePirámides
Las reservas internacionales de Venezuela apenas respaldan un tercio de la liquidez monetaria, lo cual hace imposible frenar la inflación, afirma el economista Alexander Guerrero.

El mensaje de fin de año del presidente del Banco Central de Venezuela, Nelson Merentes, indica que la liquidez (bolívares que circulan en la economía) creció 51% durante 2011, mientras que las reservas cayeron 1,4%.

El saldo de 29,9 millardos de dólares que presentaban las reservas al 30 de diciembre equivale, al tipo de cambio oficial, a 128,6 millardos de bolívares. La liquidez está en 446,9 millardos de bolívares, según el BCV. Si se divide la liquidez (todos los bolívares en circulación) entre las reservas internacionales, el tipo de cambio implícito es de Bs. 14,9 por cada USD. Cuando la cantidad de bolívares que circula en la economía aumenta, pero los dólares que los respaldan no, la moneda se deprecia. El tipo de cambio referencial que resulta al dividir liquidez entre reservas aumentó 54% el año pasado. La consecuencia es más inflación.

El BCV informó que el índice nacional de precios al consumidor subió 27,6% en 2011, el incremento más alto desde 2008. Los economistas prevén que este año la cifra sea superior.

"El Gobierno lo que ha hecho es generar mecanismos institucionales, como la Ley de Costos y Precios Justos para represar los aumentos. Pero cuando la escasez lo obliga, termina autorizándolos", dice Guerrero. Eso hace que los bienes y servicios regulados se encarezcan más (30,6% en 2011, de acuerdo con el BCV) que los no controlados (26,1%). "La regulación le crea un problema al consumidor (escasez) sin resolverle el otro (inflación)".

El crecimiento de la liquidez monetaria con las reservas internacionales estancadas pone en evidencia que el BCV financia el déficit fiscal. "Los nuevos bolívares no están siendo respaldados por las reservas sino por dinero inorgánico", asegura Pedro Palma, presidente de la Academia Nacional de Ciencias Económicas.

Palma observa con preocupación el crecimiento de las acreencias del BCV con Pdvsa, es decir, lo que la petrolera debe al instituto emisor. "Las cifras más recientes muestran que casi se duplicaron".

Guerrero agrega que el financiamiento del déficit fiscal es consecuencia de la media docena de reformas realizadas a la ley del instituto emisor entre 2000 y 2011 para quitarle autonomía. "La última lo convirtió en un banco de segundo piso, que compra bonos de Pdvsa y otras empresas del Estado. El BCV está financiando alrededor de 17% del déficit del Gobierno", afirma Guerrero, según reportó el diario El Nacional.

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