sábado, 14 de mayo de 2011

Yo te aviso chirulí: Chávez deberá multiplicar por 20 ritmo actual de construcción de viviendas para cumplir la meta

VenePirámides
La construcción de residencias no avanza al ritmo prometido por el Gobierno. El ministro Rafael Ramírez, responsable de la Gran Misión Vivienda Venezuela, admite que el número de unidades terminadas en lo que va de 2011 suma 8.600, lo que representa 5,6% de la meta de 153.000 planteada para el año y 12,4% de la cuota de 69.600 que le toca al sector público. Las proyecciones indican que, de mantener el ritmo de 8.600 viviendas cada 4 meses, el Gobierno edificaría 25.800.

Menos de la mitad de lo previsto. La situación pudiera ser peor. Un empresario del sector, que prefirió mantener su nombre en reserva, duda de la cifra ofrecida por Ramírez. "¿Dónde están las casas construidas?", pregunta.

El presidente del Colegio de Ingenieros, Enzo Betancourt, considera que el problema va más allá de que se cumpla la meta de 2011. "Si la orden consiste en terminar las viviendas iniciadas en años anteriores y las expropiadas en 2010, a la mayoría de las cuales les faltaba poco, pueden acelerar el ritmo".

Las cifras oficiales reflejan que al cierre del año pasado había 120.000 unidades en construcción y 69.000 paralizadas. Si el Gobierno logra que se terminen todas las que están en el primer grupo y buena parte de las que se encuentran en el segundo, puede alcanzar el objetivo previsto.

Betancourt señala que, aunque se consiga la meta, el programa gubernamental empezará con un déficit de casi 150.000 unidades. "La entrega de 2 millones de viviendas en 7 años, como afirma el presidente Hugo Chávez que hará, requiere construir 300.000 anuales".

Agrega que la meta anunciada por Chávez solamente toma en cuenta la cantidad de viviendas necesarias para atender el déficit acumulado hasta el momento y deja de lado las nuevas unidades que se necesitan cada año ­que algunos calculan en 100.000­ para cubrir el crecimiento de la población.

El vicepresidente ejecutivo, Elías Jaua, anunció que Chávez autorizó el inicio de un proceso de inspección de edificios abandonados para constatar si sirven como residencias y proceder a expropiarlos. La medida forma parte de la Ley de Emergencia para Terrenos y Vivienda. El funcionario garantiza que la medida solamente se aplicará en inmuebles abandonados.

"En ningún momento vamos a tomar edificios que estén ocupados", expresa. Precisa que si las autoridades comprueban la presencia de familias, levantarán un acta y desistirán de la expropiación. Los inmuebles que el Gobierno tome serán remodelados ­en caso de que sea necesario­ y entregados a familias necesitadas, que luego lo cancelarán al Estado en función de sus posibilidades. "Nada va a ser regalado", según reportó el diario El Nacional.

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