VenePirámides
El Gobierno insiste en que el actual endeudamiento no representa mayores problemas para las finanzas públicas del país. Sostienen que aunque ha aumentado el monto colocado en bonos, hasta la fecha solo representa 18% del Producto Interno Bruto (PIB), cuando en años anteriores esa proporción era mayor, según reportó el diario El Mundo Economía y Negocios (por suscripción).
Sin embargo, analistas económicos, bancos de inversión y calificadoras de riesgo han realizado sus cálculos y dan cuenta de un notable incremento en las acreencias en divisas de Venezuela. Indican que entre el endeudamiento por concepto de bonos públicos, otras obligaciones en divisas, y los pagos pendientes por las nacionalizaciones, los compromisos externos del país cerrarán el año 2010 en 112.939 millones de dólares.
"La actual deuda que maneja el Ministerio de Finanzas tiene un monto subestimado porque no toma en cuenta las otras obligaciones que tiene el Gobierno, por eso es que el tamaño de la deuda titularizada sea de alrededor de 20% del PIB", afirmó el economista Orlando Ochoa.
Según cifras del Banco Central de Venezuela (BCV), al cierre del segundo trimestre de 2010, la deuda pública externa alcanza los 59.783 millones de dólares.
En este monto se incluyen unos 32.352 millones de dólares en bonos y pagarés, créditos comerciales por $3.797 millones, préstamos por la cantidad de $14.545 millones y otros conceptos por $9.070 millones.
Al total del endeudamiento externo se suman 14.654 millones de dólares por concepto de estatizaciones sin cancelar por parte del Gobierno, el préstamo chino por $9.583 millones, lo que queda por cancelar del Fondo Chino (unos $3.000 millones), más un monto por $21.419 millones de la deuda de Petróleos de Venezuela.
Analistas señalan que se deben sumar las futuras emisiones de bonos de la República para el segundo semestre de 2010, que rondan los 6.000 millones de dólares.
Al saldo de la deuda se le resta la amortización realizada recientemente por la República del Bono Global 2011 por $1.500 millones; lo que resulta en que para el cierre del año 2010 Venezuela tendrá a cuestas una deuda en divisas de 112.939 millones de dólares.
A juicio de Orlando Ochoa, este monto de las acreencias en divisas equivale a alrededor de 50% del PIB en términos reales. Destaca, no obstante, que el cálculo del tamaño de la deuda sobre el PIB es difícil de contabilizar debido a las distorsiones que genera una tasa de cambio múltiple. Al tiempo que Finanzas no toma en cuenta en ese cálculo las otras obligaciones en divisas del país.
"No hay duda que este aumento de las acreencias externas del Gobierno compromete en el futuro las finanzas de Venezuela, lo que afectará la calificación de riesgo-país. En la percepción de los inversionistas internacionales sobre la gestión fiscal pesarán los cálculos que hagan de las distintas obligaciones de la República tomando en cuenta el ingreso petrolero".
Un informe del banco de inversión suizo UBS resalta que si estos recursos, obtenidos por concepto de deuda, se utilizaran de manera eficiente para impulsar la competitividad y la capacidad productiva del país, no habría preocupación acerca de estas tendencias.
"Sin embargo, creemos que gran parte de estos recursos se están utilizando para financiar una burocracia ineficaz, en la avalancha de nacionalizaciones llevadas a cabo en los últimos años y, más recientemente, a la fuga de capitales de los venezolanos. Creemos que difícilmente estos recursos puedan generar rendimientos por encima del costo del servicio de la deuda".
Se destaca en el informe de UBS que si se toman en cuenta los actuales compromisos del Gobierno, se contaría con unos ratios de deuda de entre 28,5% y 55% del PIB, utilizando las tasas oficiales y de 70% del PIB con un estimado de 7,0 bolívares fuertes por dólar, a una tasa promedio entre la oficial y el paralelo.
"A este ritmo de endeudamiento, y suponiendo que se mantengan los actuales precios del petróleo, Venezuela podría perder casi 5 millones de dólares en exportaciones. Creemos que estas tendencias no son sostenibles. En nuestra opinión, en ausencia de ajustes de políticas, Venezuela va, invariablemente, en dirección contraria".
Resalta que el Ejecutivo ejerce una gran discrecionalidad en el uso de los recursos de Pdvsa, muy por encima de los que transfiere en impuestos, regalías y dividendos. Al tiempo que financia programas con empresas que tienen que ver poco o nada con el negocio del petróleo.
En ese mismo orden de ideas, el economista Miguel Angel Santos aseveró en su blog que "Venezuela, de unos años para acá, exhibe una adicción enfermiza por la contratación de deuda, que coincide con la destrucción del aparato productivo y la reducción gradual en la producción petrolera. Que algo no haya sucedido antes, no significa que no vaya a ocurrir. En ese sentido, parafraseando la ironía y aún a riesgo de caer en el mismo error, se podría decir que Venezuela ahora sí es diferente. Ya no se trata del qué, sino del cuándo (refiriéndose al default de la deuda)."
El Gobierno insiste en que el actual endeudamiento no representa mayores problemas para las finanzas públicas del país. Sostienen que aunque ha aumentado el monto colocado en bonos, hasta la fecha solo representa 18% del Producto Interno Bruto (PIB), cuando en años anteriores esa proporción era mayor, según reportó el diario El Mundo Economía y Negocios (por suscripción).
Sin embargo, analistas económicos, bancos de inversión y calificadoras de riesgo han realizado sus cálculos y dan cuenta de un notable incremento en las acreencias en divisas de Venezuela. Indican que entre el endeudamiento por concepto de bonos públicos, otras obligaciones en divisas, y los pagos pendientes por las nacionalizaciones, los compromisos externos del país cerrarán el año 2010 en 112.939 millones de dólares.
"La actual deuda que maneja el Ministerio de Finanzas tiene un monto subestimado porque no toma en cuenta las otras obligaciones que tiene el Gobierno, por eso es que el tamaño de la deuda titularizada sea de alrededor de 20% del PIB", afirmó el economista Orlando Ochoa.
Según cifras del Banco Central de Venezuela (BCV), al cierre del segundo trimestre de 2010, la deuda pública externa alcanza los 59.783 millones de dólares.
En este monto se incluyen unos 32.352 millones de dólares en bonos y pagarés, créditos comerciales por $3.797 millones, préstamos por la cantidad de $14.545 millones y otros conceptos por $9.070 millones.
Al total del endeudamiento externo se suman 14.654 millones de dólares por concepto de estatizaciones sin cancelar por parte del Gobierno, el préstamo chino por $9.583 millones, lo que queda por cancelar del Fondo Chino (unos $3.000 millones), más un monto por $21.419 millones de la deuda de Petróleos de Venezuela.
Analistas señalan que se deben sumar las futuras emisiones de bonos de la República para el segundo semestre de 2010, que rondan los 6.000 millones de dólares.
Al saldo de la deuda se le resta la amortización realizada recientemente por la República del Bono Global 2011 por $1.500 millones; lo que resulta en que para el cierre del año 2010 Venezuela tendrá a cuestas una deuda en divisas de 112.939 millones de dólares.
A juicio de Orlando Ochoa, este monto de las acreencias en divisas equivale a alrededor de 50% del PIB en términos reales. Destaca, no obstante, que el cálculo del tamaño de la deuda sobre el PIB es difícil de contabilizar debido a las distorsiones que genera una tasa de cambio múltiple. Al tiempo que Finanzas no toma en cuenta en ese cálculo las otras obligaciones en divisas del país.
"No hay duda que este aumento de las acreencias externas del Gobierno compromete en el futuro las finanzas de Venezuela, lo que afectará la calificación de riesgo-país. En la percepción de los inversionistas internacionales sobre la gestión fiscal pesarán los cálculos que hagan de las distintas obligaciones de la República tomando en cuenta el ingreso petrolero".
Un informe del banco de inversión suizo UBS resalta que si estos recursos, obtenidos por concepto de deuda, se utilizaran de manera eficiente para impulsar la competitividad y la capacidad productiva del país, no habría preocupación acerca de estas tendencias.
"Sin embargo, creemos que gran parte de estos recursos se están utilizando para financiar una burocracia ineficaz, en la avalancha de nacionalizaciones llevadas a cabo en los últimos años y, más recientemente, a la fuga de capitales de los venezolanos. Creemos que difícilmente estos recursos puedan generar rendimientos por encima del costo del servicio de la deuda".
Se destaca en el informe de UBS que si se toman en cuenta los actuales compromisos del Gobierno, se contaría con unos ratios de deuda de entre 28,5% y 55% del PIB, utilizando las tasas oficiales y de 70% del PIB con un estimado de 7,0 bolívares fuertes por dólar, a una tasa promedio entre la oficial y el paralelo.
"A este ritmo de endeudamiento, y suponiendo que se mantengan los actuales precios del petróleo, Venezuela podría perder casi 5 millones de dólares en exportaciones. Creemos que estas tendencias no son sostenibles. En nuestra opinión, en ausencia de ajustes de políticas, Venezuela va, invariablemente, en dirección contraria".
Resalta que el Ejecutivo ejerce una gran discrecionalidad en el uso de los recursos de Pdvsa, muy por encima de los que transfiere en impuestos, regalías y dividendos. Al tiempo que financia programas con empresas que tienen que ver poco o nada con el negocio del petróleo.
En ese mismo orden de ideas, el economista Miguel Angel Santos aseveró en su blog que "Venezuela, de unos años para acá, exhibe una adicción enfermiza por la contratación de deuda, que coincide con la destrucción del aparato productivo y la reducción gradual en la producción petrolera. Que algo no haya sucedido antes, no significa que no vaya a ocurrir. En ese sentido, parafraseando la ironía y aún a riesgo de caer en el mismo error, se podría decir que Venezuela ahora sí es diferente. Ya no se trata del qué, sino del cuándo (refiriéndose al default de la deuda)."
en pocas palabras, la cosa va de negro pa morado
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