VenePirámides
Tomás Sánchez, Superintendente Nacional de Valores, trajo consigo a la Superintendencia Nacional de Valores (antes Comisión Nacional de Valores) el estilo propio de un guapo de barrio. Rodeado de un enjambre de escoltas, portando un arma a la vista de todo el mundo y luciendo en ocasiones un chaleco antibalas, ha cometido toda suerte de vejámenes, atropellos e ilícitos con la venia de su mentor, Jorge Giordani, y del mismo Hugo Chávez.
Amparado en el deseo de Chávez de destruir todo centro de poder que se le pueda oponer o financiar a sus opositores, el sector bursátil fue un blanco oportunístico al cual achacar la escalada de la inflación del mes de abril como producto de la subida del tipo de cambio en el mercado paralelo. La arremetida fue brutal y desproporcionada, plena de allanamientos, detenciones arbitrarias e intervenciones. El deseo de arrasarlo todo llevó inclusive la la derogatoria de la Ley de Mercado de Capitales, para sustituírla por la regresiva Ley de Mercado de Valores, con la que puede intervenir a las empresas relacionadas, dominadas y dominantes de los Operadores de Valores e inclusive hasta a las personas naturales mismas. Además, criminalizó toda transacción con valores denominados en divisas al margen del SITME y de las regulaciones dictadas por el Banco Central de Venezuela.
En este ambiente, Sánchez se sintió guapo y apoyado, intocable e infalible, y decidió aprovechar la oportunidad para financiar un retiro digno, organizando y dirigiendo una red de extorsión y chantaje, cuyo blanco fueron los operadores bursátiles, a través de sus inspectores, interventores y liquidadores, que son designados, dirigidos y removidos por él, y solo a él rinden cuentas.
Pero uno de sus subalternos, Rafael Ramos de la Rosa, Interventor de Uno Valores Casa de Bolsa, pisó el peine que le puso una de sus víctimas, y fue grabado, filmado y capturado con el cuerpo del delito de la extorsión en sus manos: un flamante cheque por USD 750.000.
Y acá la cosa se complica porque la justicia del Imperio no se manipula como la criolla, y los trapos sucios salen al aire. Y en el elenco de testigos figura Tomás Sánchez, a quien Ramos de la Rosa reportaba, y con quien compartía el botín. Sánchez corre el riesgo de ser sometido a preguntas incómodas si acude a la citación, pero más grave aún, podría ser detenido vistas las evidencias acumuladas por el FBI. Basta ver de qué madera está hecho Sánchez; si es guapo de verdad y está dispuesto a cometer perjurio o desacato antes las autoridades federales americanas o, por el contrario, se chorrea en los pantalones como mico mandante-presidente en el Museo Militar.
Tomás Sánchez, Superintendente Nacional de Valores, trajo consigo a la Superintendencia Nacional de Valores (antes Comisión Nacional de Valores) el estilo propio de un guapo de barrio. Rodeado de un enjambre de escoltas, portando un arma a la vista de todo el mundo y luciendo en ocasiones un chaleco antibalas, ha cometido toda suerte de vejámenes, atropellos e ilícitos con la venia de su mentor, Jorge Giordani, y del mismo Hugo Chávez.
Amparado en el deseo de Chávez de destruir todo centro de poder que se le pueda oponer o financiar a sus opositores, el sector bursátil fue un blanco oportunístico al cual achacar la escalada de la inflación del mes de abril como producto de la subida del tipo de cambio en el mercado paralelo. La arremetida fue brutal y desproporcionada, plena de allanamientos, detenciones arbitrarias e intervenciones. El deseo de arrasarlo todo llevó inclusive la la derogatoria de la Ley de Mercado de Capitales, para sustituírla por la regresiva Ley de Mercado de Valores, con la que puede intervenir a las empresas relacionadas, dominadas y dominantes de los Operadores de Valores e inclusive hasta a las personas naturales mismas. Además, criminalizó toda transacción con valores denominados en divisas al margen del SITME y de las regulaciones dictadas por el Banco Central de Venezuela.
En este ambiente, Sánchez se sintió guapo y apoyado, intocable e infalible, y decidió aprovechar la oportunidad para financiar un retiro digno, organizando y dirigiendo una red de extorsión y chantaje, cuyo blanco fueron los operadores bursátiles, a través de sus inspectores, interventores y liquidadores, que son designados, dirigidos y removidos por él, y solo a él rinden cuentas.
Pero uno de sus subalternos, Rafael Ramos de la Rosa, Interventor de Uno Valores Casa de Bolsa, pisó el peine que le puso una de sus víctimas, y fue grabado, filmado y capturado con el cuerpo del delito de la extorsión en sus manos: un flamante cheque por USD 750.000.
Y acá la cosa se complica porque la justicia del Imperio no se manipula como la criolla, y los trapos sucios salen al aire. Y en el elenco de testigos figura Tomás Sánchez, a quien Ramos de la Rosa reportaba, y con quien compartía el botín. Sánchez corre el riesgo de ser sometido a preguntas incómodas si acude a la citación, pero más grave aún, podría ser detenido vistas las evidencias acumuladas por el FBI. Basta ver de qué madera está hecho Sánchez; si es guapo de verdad y está dispuesto a cometer perjurio o desacato antes las autoridades federales americanas o, por el contrario, se chorrea en los pantalones como mico mandante-presidente en el Museo Militar.
que en USA no se manipula la justicia? si LUIS, hablame de Gonzalo Tirado, el ladron mas grande que ha parido esta tierra, mitomano, encantador de serpientes, egolatra y traidor, que dejo a su gente y a su mano derecha entendiendose aqui con la justicia mientras todos podemos ver a la culebra de su mujer en facebook, poniendo fotos de conciertos, y de la buena vida que se esta dando alla.
ResponderBorrarque vaina mas buena jejeje
ResponderBorrarPero sus crimenes (Tirado) fueron aqui y cuando exploto Stanford, fue este Gobierno quien lo protegio y cuando empezo la crisis bancatia, andaba por ahi tranquilito y lo dejaron ir, no mezcles las cosas.
ResponderBorrarEste delincuente no se atreverá a pisar los Estados Unidos ni en una escala técnica.
ResponderBorrarY en cuanto a Tirado, lamentablemente las leyes y justicia americanas dejan mucho que desear. Como se puede admitir como "perseguido politico" un simple estafador financiero? En todo caso fue un colaborador financiero del regimen de Chavez que debe ir preso por desfalco de instituciones financieras.
Tirado pide asilo, nada garantiza se lo den.
ResponderBorrar