martes, 8 de mayo de 2012

PDVSA negocia nuevos créditos por USD 12 billones

VenePirámides
El ministro de Petróleo y Minería, Rafael Ramírez, concluyó a finales de abril una gira por tres países asiáticos ­Japón, Corea y China­ que tuvo por única finalidad gestionar nuevos préstamos por al menos 12 millardos de dólares para financiar proyectos que requiere Petróleos de Venezuela para sus planes de exploración, producción y refinación. Hasta ahora sólo se concretaron 2 créditos con el Banco de Japón para la Cooperación Internacional, que suman 1 millardo de dólares. El ministro posteriormente se reunió en Seúl con representantes de empresas coreanas, y en Pekín con autoridades de entidades financieras chinas, pero con las primeras sólo suscribió memorandos de entendimiento para iniciar las negociaciones y con las segundas aún se gestionan los montos y las modalidades de desembolso y amortización. "Deseamos convertirnos en un suplidor confiable para Japón. Podemos disponer de inmediato de 100.000 barriles diarios de fuel oil y petróleo", dijo Ramírez en la reunión que mantuvo con funcionarios del Gobierno de Tokio. Con los préstamos otorgados por el JBIC ­como se conoce al banco japonés por sus siglas en inglés­ y los suscritos previamente en el primer trimestre del año, la deuda de Pdvsa roza los 40 millardos de dólares; y definidos estos nuevos financiamientos el endeudamiento de la empresa subirá a 50 millardos de dólares al cierre del primer semestre de 2012, según proyecciones de expertos.

Los recursos financieros que busca Pdvsa en el continente asiático son para la construcción de los complejos industriales que se requieren en los bloques Junín y Carabobo, donde esperan la nueva producción temprana de crudos pesados y extrapesados en la faja del Orinoco, así como para agilizar la ejecución de los planes de modernización de las refinerías de El Palito y Puerto La Cruz; y la construcción de la refinería Batalla de Santa Inés en el estado Barinas. 

Las palabras del ministro Ramírez dejan ver que en las negociaciones con el JBIC parte de la opción de pago sería mediante el envío de petróleo, como lo señala el informe de la firma auditora KPMG. De acuerdo con el documento, en anteriores préstamos concedidos por esta agencia japonesa se incluyó la alternativa de cancelar en efectivo o mediante la entrega de crudo y productos refinados a precios de mercado. "El endeudamiento de Pdvsa para sus proyectos aguas arriba vinculados a exploración o producción no es malo siempre y cuando sea efectivo, que los recursos ciertamente se dirijan para lo que está previsto y su ejecución sea transparente", dijo el economista Rafael Quiroz, profesor en materia energética de la Universidad Central de Venezuela. "El problema se presenta cuando estos préstamos se sustentan en una venta a futuro de petróleo a un precio que corre el riesgo de quedarse rezagado si la cotización de los crudos aumenta", agregó

El financiamiento mediante el suministro de petróleo le permite a Pdvsa contratar préstamos más baratos, es decir, con una tasa de interés más baja que la que debería ofrecer por colocar sus títulos. "Pdvsa ha hecho emisiones y pagado costosas tasas de interés hasta de 12,75% por la emisión de bonos, y le será difícil ofrecer rendimientos inferiores. Por eso busca financiamiento con despachos de petróleo", explicó José Luis Saboín, economista senior de la firma Ecoanalítica. "La empresa tiene una pérdida en su flujo de caja por el enorme gasto social que le impone el Gobierno y las facturas que se están financiando con los países de Petrocaribe", expresó. Los aportes a las misiones, programas sociales y al plan de viviendas alcanzaron el año pasado la cantidad de 24,8 millardos de dólares, que duplica la cifra promedio que Pdvsa dirigió a inversiones, principalmente, para el mantenimiento de producción. Además, mientras la empresa contrata préstamos a altas tasas de interés, cobra la mitad de la factura de las ventas que realiza a las naciones del Caribe y Centroamérica con una tasa de interés de 1%. La otra carga que afronta la compañía es la imposibilidad de cobrar más de la mitad de los suministros a China, porque estos despachos forman parte de los pagos que amortizan los préstamos otorgados por el banco de desarrollo de ese país al Gobierno, por 32 millardos de dólares, según reportó el diario El Nacional.

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