viernes, 11 de noviembre de 2011

Chávez depende cada vez más del endeudamiento para el gasto corriente

VenePirámides
Los números desmienten el discurso gubernamental de que el Fisco cada vez depende más de los tributos y menos de la renta generada por la exportación de crudo, utilizado por los ministros Jorge Giordani y Rafael Ramírez cuando fueron a la Comisión de Finanzas de la Asamblea Nacional para explicar los ingresos calculados en el proyecto de ley de presupuesto de 2012.

Los ingresos no petroleros esperados para el próximo año ascienden a 165,2 millardos de bolívares, lo que equivale a 55,5% del presupuesto total. Ese porcentaje está por debajo del establecido para 2011, cuando la meta de recaudación tributaria de 118,4 millardos de bolívares cubría 57,9% de los egresos planificados por el Gobierno.

La diferencia con 2007 ­cuando comenzó la aplicación del Proyecto Simón Bolívar o Primer Plan Socialista de la Nación, que tiene entre sus objetivos diversificar los ingresos fiscales­ tampoco es significativa. En el presupuesto de ese año se calculaba que el Estado recibiría 58,5 millardos de bolívares por el cobro de impuestos, lo que alcanzaría para 50,8% del gasto.

La participación de la renta petrolera en el presupuesto sí se ha reducido desde entonces, al bajar de 41,7% en 2007 a 22,8% en 2012. El economista José Manuel Puente y el abogado Leonardo Palacios descartan que la caída del aporte en los últimos años se traduzca en una menor dependencia del Fisco de los ingresos que produce la venta de crudo. "Conceptualmente puedo estar de acuerdo con el ministro Jorge Giordani. El objetivo debe ser deslastrar el presupuesto nacional de los ingresos petroleros, por su volatilidad, y basarlo en los tributarios, que son más estables. Pero no estoy seguro de que eso sea lo que está pasando. La participación del crudo es baja porque el precio está subestimado", dice Puente.

El Gobierno elaboró los presupuestos de los últimos 3 años con una cotización petrolera de 40 dólares por barril, muy por debajo del promedio de 57,01 dólares que registró la cesta venezolana de crudo y derivados en 2009, el valor de 71,97 dólares que alcanzó en 2010 y el de 99,85 dólares que tiene en lo que va de 2011, según el Ministerio de Energía y Petróleo.

Los recursos que genera la diferencia entre la cotización señalada y el promedio final se emplean para financiar los créditos adicionales, que este año han incrementado el gasto acordado en 60%. "El ingreso petrolero real muestra que el presupuesto es un documento artificioso y manipulado. Hay una dicotomía entre lo que se planifica y lo que se ejecuta", agrega Palacios.

Puente destaca que el descenso en la participación de los ingresos petroleros en el presupuesto no ha sido sustituido con la recaudación de tributos sino con la contratación de endeudamiento. El dinero levantado por esa vía financiará 21,7% del gasto proyectado para 2012, un aumento de 14,5 puntos porcentuales en comparación con el aporte de 7,2% que tenía en 2007. "El servicio de la deuda pública (amortización de capital y pago de intereses) se incrementó 118,8% entre 2011 y 2012, al pasar de 25 millardos de bolívares a 54,7 millardos de bolívares. Eso demuestra que el Gobierno hizo un uso intensivo del endeudamiento como parte de una política fiscal poco ortodoxa aplicada en los últimos años", indica. Esto comenzó en el primer trimestre de 2009, cuando los precios del petróleo cayeron a alrededor de 30 dólares por barril como consecuencia de la crisis financiera global y llevaron al Gobierno ­que había calculado un endeudamiento de 12,3 millardos de bolívares­ a solicitar permiso para adquirir compromisos adicionales por 25 millardos de bolívares.

En 2010, además de la contratación de 45 millardos de bolívares citada en el presupuesto, se negoció un préstamo con China por 20 millardos de dólares. Este año pidió 2 lePuente destaca que la partida para cancelar la deuda pública representa 18,3% del gasto proyectado para 2012 y supera con creces los montos asignados a cualquier otra área. "Eso es lo grave. Los recursos que el Gobierno destina a pagar compromisos no podrán destinarse para atender programas de educación, salud o vivienda".

Palacios considera que el crecimiento del aporte de la recaudación tributaria al presupuesto es difícil en un ambiente económico desfavorable. "Si no hay expansión del producto interno bruto, si no hay más empresas, si no hay más inversión, si no hay más producción, entonces es totalmente incierto que puedas tener más ingresos de la actividad no petrolera".

Puente añade que la contribución de los gravámenes depende principalmente del impuesto al valor agregado, que es el más regresivo de todos. "Estamos en un país donde los caballos están detrás de la carreta. La base del sistema tributario en Europa y Norteamérica es el impuesto sobre la renta, que es un tributo más progresivo porque las alícuotas varían según el ingreso".

En su presentación en la Comisión de Finanzas la semana pasada, Giordani exhortó a los diputados a discutir una reforma del régimen impositivo para pechar a quienes ganan más. Desde el Ejecutivo, sin embargo, no se ha presentado ninguna iniciativa para introducir cambios en el sistema tributario en los últimos años.

"El único ministro que hizo una propuesta presupuestaria amparada en una reforma tributaria, que era plausible, fue Tobías Nóbrega en 2005", recuerda Palacios. "Este país tiene 12 años paralizado en términos de cambios económicos aunque Chávez ha tenido más poder para implementarlos que cualquier otro mandatario en los últimos 30 años", agrega Puente.

Palacios dice que las autoridades afrontan una contradicción entre el deseo de eliminar el IVA y la realidad de que este impuesto es el que más aporta después del petróleo y el gran multiplicador de recursos para el Gobierno (al aumentar la alícuota). "Es como una especie de Mata Hari. En principio todos lo rechazan, pero luego se dan cuenta de sus bondades", según reportó el diario El Nacional.

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