De acuerdo con un reportaje del Miami Herald, las oficinas de Rosemont Corporation no eran más que un apartado postal. “Cualquier podría imaginar que la sede de una compañía del sur de la Florida que asegura haber manejado $10,000 millones en el mercado cambiario de Venezuela el año pasado es una oficina agitada con ejecutivos encorbatados conversando con sus clientes por teléfono o impartiendo órdenes por computadora”, señala la pieza. “La Suite 407 que Rosemont P. Corporation inscribió ante las autoridades normativas financieras del estado en 9737 NW 41 Street es realmente un casilla postal --número 407-- de una tienda de UPS, pudo comprobar El Nuevo Herald. Este es sólo uno de varios detalles intrigantes que han comenzado a surgir en torno a Rosemont y a su presidente y fundador, Rama Vyasulu, un sigiloso financista indio-venezolano que atendía sus negocios a un par de millas de la tienda de UPS en una pequeña oficina de bienes raíces, usando un celular viejo de $30, según vecinos de la oficina.”
Si estuviéramos en el lugar de Vyasulu, Arnal, Vallenilla y Uzcátegui, VenePirámides les recomendaría la siguiente defensa: díganle al Juez que no es que Rosemont fuera una empresa de papel sin oficinas, sino que así como por motivos de eficiencia hizo el "outsourcing" del manejo de las oficinas con UPS, también lo hizo de su tesorería y el "compliance" con la misma empresa que presta magníficos servicios, y que si por algún error u omisión hubo alguna minucia de lavado de dinero, los responsables deben ser el Presidente y los Directores de UPS. La recesión es global y ha impactado a todos los sectores: en el negocio del Lavado también hay que hacer recortes de gastos y buscar eficiencias.
Definitivamente Rosemont no pasa el “smell test”.
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