De acuerdo con el Proyecto de Ley de Reforma Parcial de la Ley del Banco Central de Venezuela, aprobada por la Asamblea Nacional en segunda discusión, el BCV no tendrá limitación legal alguna para conceder préstamos directos a PDVSA mediante la adquisición de valores emitidos por esta empresa, o para prestar a otros entes públicos que garanticen los créditos con valores (emitidos por la República, PDVSA u otros entes).
Los bancos centrales típicamente no prestan dinero, pues su principal función es garantizar la estabilidad de la moneda como medio de pago. La manera de garantizar la estabilidad del signo monetario es asegurar que la moneda que se emite esté adecuadamente respaldada por divisas o mediante la producción de bienes y servicios. Cuando se desvirtúa esta función, y el Banco Central empieza a crear dinero sin respaldo, la creación de dinero inorgánico alimenta la inflación y socava el valor de la moneda.
Comoquiera que PDVSA se ha convertido en una de las “cajas chicas” más importantes del gobierno, que usa para financiar todo tipo de programas, financiar a PDVSA equivale a financiar al Ejecutivo Nacional. Cuando PDVSA requiera dinero para financiar a PDVal, o cualquier otro capricho revolucionario, y no haya caja, pues simplemente emitirá títulos que el BCV decidirá comprar.
Esta modificación legislativa es de una enorme gravedad. Sus consecuencias las sufriremos los venezolanos con una inflación de magnitudes sólo experimentadas por Argentina, Brasil y Zimbawe.
Los bancos centrales típicamente no prestan dinero, pues su principal función es garantizar la estabilidad de la moneda como medio de pago. La manera de garantizar la estabilidad del signo monetario es asegurar que la moneda que se emite esté adecuadamente respaldada por divisas o mediante la producción de bienes y servicios. Cuando se desvirtúa esta función, y el Banco Central empieza a crear dinero sin respaldo, la creación de dinero inorgánico alimenta la inflación y socava el valor de la moneda.
Comoquiera que PDVSA se ha convertido en una de las “cajas chicas” más importantes del gobierno, que usa para financiar todo tipo de programas, financiar a PDVSA equivale a financiar al Ejecutivo Nacional. Cuando PDVSA requiera dinero para financiar a PDVal, o cualquier otro capricho revolucionario, y no haya caja, pues simplemente emitirá títulos que el BCV decidirá comprar.
Esta modificación legislativa es de una enorme gravedad. Sus consecuencias las sufriremos los venezolanos con una inflación de magnitudes sólo experimentadas por Argentina, Brasil y Zimbawe.
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