lunes, 20 de febrero de 2012

Defensa de R. Alen Stanford busca demostrar que su defendido no estaba al tanto de la gestión de su CFO James Davis

VenePirámides
El Houston Chronicle reportó que testigos presentados por la defensa de R. Allen Stanford pretenden demostrar que su defendido estaba distante de la operación del día a día de sus empresas, y que su Director de finanzas James Davis es el único culpable del fraude.

Joan Stack, jefe global de recursos humanos para las empresas de Stanford, caracterizó a su jefe como "desconectado" de la mayor parte de las operaciones de las empresas. Ella dijo Stanford estaba enfocado sobre todo en el Club de la Isla Iguana, un centro turístico en Antigua para mega ricos que esperaba desarrollar en las isla caribeña de su propiedad.

Declaró que el testigo del gobierno, James Davis, ex director financiero de Stanford, trabajaba en una oficina en Tupelo, Mississippi, que Stanford creó para dar cabida a Davis, su ex compañero de la universidad. Stack describió la oficina de Tupelo como el "club", que contrataba en su mayoría a familiares y amigos de Davis y Laura Pendergest-Holt, el ex directora de inversiones de Stanford. Davis se declaró culpable de tres cargos de delitos graves y testificó en contra de Stanford durante la presentación de las pruebas de la acusación.

Kelly Bailey, diseñador gráfico, testificó que Stanford le dijo que "trabajara con Jim", refiréndose a James Davis, en los informes anuales. Bailey testificó que Davis no "respetaba" a Stanford y vez que murmuraba en voz baja que Stanford no sabía lo que estaba haciendo. Sin embargo, reconoció bajo el interrogatorio de los acusadores, que Stanford tenía la última palabra en los informes anuales.

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