VenePirámides
La política de congelamiento a toda costa de los precios de los combustibles deja cicatrices cada vez más marcadas en el mercado interno, que ya arrastra distorsiones de más de una década de desfases tarifarios e indice en los números de Pdvsa, que debe afrontar una subvención cada vez mayor.
El abastecimiento de gasolina, diesel y gas en bombonas (gas licuado de petróleo, GLP), empieza a enfrentar con mayor frecuencia problemas de distribución, venta y comercialización, ante una demanda que se incrementa y unos precios de venta que desde el propio sector de hidrocarburos son considerados como "irracionales" frente a la realidad económica.
El precio del litro de gasolina está fijado por el Ejecutivo nacional en Bs 0,097 para la de 95 octanos y Bs 0,070 para la de 91 octanos. El importe del litro diesel está anclado en Bs 0,048, mientras que las bombonas de gas tienen precios de Bs 3,7 la de 10 kilos, Bs 6,7 la de 18 kilos, y Bs 16 el cilindro de 43 kilos.
Estos importes oficiales han sido incentivos para que surja el contrabando de combustible por vía terrestre, marítima y lacustre, en zonas como Amazonas, Táchira, Zulia y Bolívar principalmente.
En estos últimos tres estados ni siquiera la operación de las bombas del Sistema de Abastecimiento Fronterizo Especial de Combustible (Safec), que trabajan con precios más cercanos a los internacionales, ha sido suficiente para frenar la hemorragia que implica el trasegado de gasolina y diesel de forma ilegal.
En estas estaciones de servicio hay un límite en el volumen de venta por vehículo, hasta un máximo de 40 litros.
En la región andina hay 6 bombas Safec, pero solo están operando cinco. Ahí se vende el litro de gasolina de 91 octanos en Bs 1,5. Y aunque convive con el sistema automatizado de venta de combustible que ya ha registrado la mitad del parque automotor tachirense, aún siguen habiendo problemas en el abastecimiento, al punto de que Pdvsa ha tenido que contratar gandolas para trasladar el combustible, pues la Empresa Nacional de Transporte no cuenta con suficientes unidades.
En las bombas Safec en Santa Elena de Uairén el litro de gasolina se vende en Bs 1,7, y abastece a los vehículos que provienen desde Brasil. En el estado Zulia, sobre todo para la zona norte, hay tres bombas dentro del servicio Safec.
Pero la distribución no es la única preocupación. El crecimiento de la demanda interna, sobre todo de gasolina y diesel, ha significado que Pdvsa cada vez debe aportar más de sus finanzas por el diferencial que deja de percibir ante un subsidio de esa magnitud. Con los actuales precios del crudo, Pdvsa no ingresa cerca de 10 mil millones de dólares al año, solo por venta de gasolina.
Por las distorsiones que se registran con los márgenes de la gasolina, el Ministerio de Energía y de Pdvsa decidieron despachar los combustibles a las estaciones de servicio sin cobrarles su respectivo valor: Solo al final de mes se calcularía la relación entre el valor del combustible vendido y el margen. Si la diferencia es favorable a las estaciones, se abonaría en otros despachos para las bombas, y si el cálculo favorece a Pdvsa, las bombas pagan el monto al que haya lugar.
Pero tras dos meses y medio de ese acuerdo, el reporte mensual no se está cumpliendo, lo que implica que el producto de la venta se queda en manos de las estaciones, las bombas tienen un déficit de Bs 0,036 por litro de diesel y de Bs 0,014 por litro de gasolina, según reportó el diario El Universal.
La política de congelamiento a toda costa de los precios de los combustibles deja cicatrices cada vez más marcadas en el mercado interno, que ya arrastra distorsiones de más de una década de desfases tarifarios e indice en los números de Pdvsa, que debe afrontar una subvención cada vez mayor.
El abastecimiento de gasolina, diesel y gas en bombonas (gas licuado de petróleo, GLP), empieza a enfrentar con mayor frecuencia problemas de distribución, venta y comercialización, ante una demanda que se incrementa y unos precios de venta que desde el propio sector de hidrocarburos son considerados como "irracionales" frente a la realidad económica.
El precio del litro de gasolina está fijado por el Ejecutivo nacional en Bs 0,097 para la de 95 octanos y Bs 0,070 para la de 91 octanos. El importe del litro diesel está anclado en Bs 0,048, mientras que las bombonas de gas tienen precios de Bs 3,7 la de 10 kilos, Bs 6,7 la de 18 kilos, y Bs 16 el cilindro de 43 kilos.
Estos importes oficiales han sido incentivos para que surja el contrabando de combustible por vía terrestre, marítima y lacustre, en zonas como Amazonas, Táchira, Zulia y Bolívar principalmente.
En estos últimos tres estados ni siquiera la operación de las bombas del Sistema de Abastecimiento Fronterizo Especial de Combustible (Safec), que trabajan con precios más cercanos a los internacionales, ha sido suficiente para frenar la hemorragia que implica el trasegado de gasolina y diesel de forma ilegal.
En estas estaciones de servicio hay un límite en el volumen de venta por vehículo, hasta un máximo de 40 litros.
En la región andina hay 6 bombas Safec, pero solo están operando cinco. Ahí se vende el litro de gasolina de 91 octanos en Bs 1,5. Y aunque convive con el sistema automatizado de venta de combustible que ya ha registrado la mitad del parque automotor tachirense, aún siguen habiendo problemas en el abastecimiento, al punto de que Pdvsa ha tenido que contratar gandolas para trasladar el combustible, pues la Empresa Nacional de Transporte no cuenta con suficientes unidades.
En las bombas Safec en Santa Elena de Uairén el litro de gasolina se vende en Bs 1,7, y abastece a los vehículos que provienen desde Brasil. En el estado Zulia, sobre todo para la zona norte, hay tres bombas dentro del servicio Safec.
Pero la distribución no es la única preocupación. El crecimiento de la demanda interna, sobre todo de gasolina y diesel, ha significado que Pdvsa cada vez debe aportar más de sus finanzas por el diferencial que deja de percibir ante un subsidio de esa magnitud. Con los actuales precios del crudo, Pdvsa no ingresa cerca de 10 mil millones de dólares al año, solo por venta de gasolina.
Por las distorsiones que se registran con los márgenes de la gasolina, el Ministerio de Energía y de Pdvsa decidieron despachar los combustibles a las estaciones de servicio sin cobrarles su respectivo valor: Solo al final de mes se calcularía la relación entre el valor del combustible vendido y el margen. Si la diferencia es favorable a las estaciones, se abonaría en otros despachos para las bombas, y si el cálculo favorece a Pdvsa, las bombas pagan el monto al que haya lugar.
Pero tras dos meses y medio de ese acuerdo, el reporte mensual no se está cumpliendo, lo que implica que el producto de la venta se queda en manos de las estaciones, las bombas tienen un déficit de Bs 0,036 por litro de diesel y de Bs 0,014 por litro de gasolina, según reportó el diario El Universal.
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