¡NO MAS INJUSTICIA…NO MAS IMPUNIDAD!
Una carta abierta de COVISAL al Honorable Juez David Godbey.
12 de octubre, 2.011
Caso No.: 3:09-cv-0298-N
Honorable Juez Godbey:
Nosotros ciudadanos “no estadounidenses”, víctimas del fraude piramidal perpetrado por R. Allen Stanford, agrupados para defender nuestros derechos en la Coalición Víctimas de Stanford América Latina (“COVISAL”); respetuosamente nos dirigimos a usted para suplicarle justicia.
Como es de su conocimiento, desde el 16 de febrero de 2.009, fecha en que su Tribunal congeló nuestros certificados de depósito (“CDs”) emitidos por el Stanford International Bank Limited (“SIBL”), han transcurrido 968 días; demasiado tiempo para miles de modestos ancianos en situación de retiro, que por las pérdidas de los ahorros de toda su vida, hoy se encuentran sumergidos en una interminable agonía y desesperación.
En estos trágicos meses, que ahora se han convertido en años, las víctimas de Stanford hemos visto con tristeza como se esfuma la posibilidad de recibir pronto un alivio económico, que mitigue nuestras pérdidas; mientras decenas de víctimas se están muriendo por no tener cómo pagar sus tratamientos médicos.
Por sus implicaciones, el Caso Stanford para las economías del mundo es un tema de ética y moralidad; que trasciende el ámbito financiero para mezclarse con la política y con algunos políticos poco éticos. Por este motivo estamos seguros que si este monstruoso fraude que operó por más de una década impunemente en y desde los Estados Unidos no se resuelve satisfactoriamente para todas las víctimas con igualdad, el desprestigio mundial de los Estados Unidos por fraude de valores se profundizará; aumentando aún más la desconfianza que actualmente existe en su sector financiero.
En cuanto a la responsabilidad innegable de las autoridades reguladoras, COVISAL se pregunta: “¿Por qué los entes reguladores estadounidenses se confabularon para no proteger a miles de inocentes ahorristas, clientes de Stanford; violando el mandato del Congreso de los Estados Unidos de “proteger al público inversionista” ? ¿Por qué fueron desestimadas “las banderas rojas” que aparecieron desde 1.997 en las examinaciones realizadas a Stanford? ¿Por qué no fueron investigadas las denuncias de clientes y ex-empleados de Stanford, que año tras año advertían el crecimiento vertiginoso de un fraude piramidal?”
En cuanto a las demandas colectivas (class actions) contra terceras partes: Consideramos frustrantes los resultados de la Administración Judicial en la recolección de activos para el fondo de repartición de las víctimas. Por esta razón, las demandas colectivas son la única vía de recuperación para los modestos ahorristas, que no tienen dinero para contratar abogados que los defiendan individualmente. En este sentido, no entendemos por qué existe la intensión de negarles a los pequeños ahorristas en colectivo, “su día en la Corte” ¿No es esto una violación constitucional?
En cuanto a la interpretación estatutaria y al gran caos interpretativo, por jurisprudencias dispares en fraudes de valores similares: COVISAL con fe espera que los recipientes vacíos dejados por leyes mal redactadas o engañosas, sean colmados con la verdad de la ley. Sería mortal para las víctimas de Stanford ser nuevamente victimizadas ¡No más impunidad para las terceras partes que nos lastimaron!
En cuanto a la firma de un Protocolo de Cooperación de Insolvencia Transfronteriza: ¿Por qué los tribunales han permitido que los Liquidadores Conjuntos del SIBL en Antigua y el Administrador Judicial en los Estados Unidos continúen con el juego del “gato y el ratón”, que por perseguir irracionalmente el control de los activos, han malgastado el patrimonio de las víctimas de Stanford, en un interminable carrusel de litigios? ¿Es ético que los Liquidadores y el Síndico derrochen el insignificante patrimonio de los acreedores en pleitos inútiles?
En cuanto al juicio penal contra R. Allen Stanford, nos preguntamos: “¿Será que la demora del juicio penal responde a una estrategia para encubrir culpas y evadir responsabilidades, más que a un problema de farmacodependencia adquirida por el acusado bajo custodia federal? ¿Por qué seguir perjudicando a las inocentes víctimas al negarles el acceso a documentos y a testigos claves, que según sus abogados, siguen bajo el control exclusivo de los fiscales acusadores?”
Rogamos a Dios para que sin más retraso los derechos de las víctimas se impongan sobre las manipulaciones jurídicas y su conciencia sea el instrumento para impartir justicia. Esperamos que las lágrimas de las inocentes familias sensibilicen los corazones duros , para que los devastados ahorristas puedan, sin más demora, resarcir sus pérdidas.
Juez Godbey, no nos decepcione.
Por COVISAL:
Jaime R. Escalona
Líder, Coalición Víctimas de Stanford América Latina (COVISAL)
http://www.scribd.com/doc/50019871/jaenrodes@gmail.com
Caracas: (58 412) 617 2438 Texas: (512) 377 9255
Una carta abierta de COVISAL al Honorable Juez David Godbey.
12 de octubre, 2.011
Caso No.: 3:09-cv-0298-N
Honorable Juez Godbey:
Nosotros ciudadanos “no estadounidenses”, víctimas del fraude piramidal perpetrado por R. Allen Stanford, agrupados para defender nuestros derechos en la Coalición Víctimas de Stanford América Latina (“COVISAL”); respetuosamente nos dirigimos a usted para suplicarle justicia.
Como es de su conocimiento, desde el 16 de febrero de 2.009, fecha en que su Tribunal congeló nuestros certificados de depósito (“CDs”) emitidos por el Stanford International Bank Limited (“SIBL”), han transcurrido 968 días; demasiado tiempo para miles de modestos ancianos en situación de retiro, que por las pérdidas de los ahorros de toda su vida, hoy se encuentran sumergidos en una interminable agonía y desesperación.
En estos trágicos meses, que ahora se han convertido en años, las víctimas de Stanford hemos visto con tristeza como se esfuma la posibilidad de recibir pronto un alivio económico, que mitigue nuestras pérdidas; mientras decenas de víctimas se están muriendo por no tener cómo pagar sus tratamientos médicos.
Por sus implicaciones, el Caso Stanford para las economías del mundo es un tema de ética y moralidad; que trasciende el ámbito financiero para mezclarse con la política y con algunos políticos poco éticos. Por este motivo estamos seguros que si este monstruoso fraude que operó por más de una década impunemente en y desde los Estados Unidos no se resuelve satisfactoriamente para todas las víctimas con igualdad, el desprestigio mundial de los Estados Unidos por fraude de valores se profundizará; aumentando aún más la desconfianza que actualmente existe en su sector financiero.
En cuanto a la responsabilidad innegable de las autoridades reguladoras, COVISAL se pregunta: “¿Por qué los entes reguladores estadounidenses se confabularon para no proteger a miles de inocentes ahorristas, clientes de Stanford; violando el mandato del Congreso de los Estados Unidos de “proteger al público inversionista” ? ¿Por qué fueron desestimadas “las banderas rojas” que aparecieron desde 1.997 en las examinaciones realizadas a Stanford? ¿Por qué no fueron investigadas las denuncias de clientes y ex-empleados de Stanford, que año tras año advertían el crecimiento vertiginoso de un fraude piramidal?”
En cuanto a las demandas colectivas (class actions) contra terceras partes: Consideramos frustrantes los resultados de la Administración Judicial en la recolección de activos para el fondo de repartición de las víctimas. Por esta razón, las demandas colectivas son la única vía de recuperación para los modestos ahorristas, que no tienen dinero para contratar abogados que los defiendan individualmente. En este sentido, no entendemos por qué existe la intensión de negarles a los pequeños ahorristas en colectivo, “su día en la Corte” ¿No es esto una violación constitucional?
En cuanto a la interpretación estatutaria y al gran caos interpretativo, por jurisprudencias dispares en fraudes de valores similares: COVISAL con fe espera que los recipientes vacíos dejados por leyes mal redactadas o engañosas, sean colmados con la verdad de la ley. Sería mortal para las víctimas de Stanford ser nuevamente victimizadas ¡No más impunidad para las terceras partes que nos lastimaron!
En cuanto a la firma de un Protocolo de Cooperación de Insolvencia Transfronteriza: ¿Por qué los tribunales han permitido que los Liquidadores Conjuntos del SIBL en Antigua y el Administrador Judicial en los Estados Unidos continúen con el juego del “gato y el ratón”, que por perseguir irracionalmente el control de los activos, han malgastado el patrimonio de las víctimas de Stanford, en un interminable carrusel de litigios? ¿Es ético que los Liquidadores y el Síndico derrochen el insignificante patrimonio de los acreedores en pleitos inútiles?
En cuanto al juicio penal contra R. Allen Stanford, nos preguntamos: “¿Será que la demora del juicio penal responde a una estrategia para encubrir culpas y evadir responsabilidades, más que a un problema de farmacodependencia adquirida por el acusado bajo custodia federal? ¿Por qué seguir perjudicando a las inocentes víctimas al negarles el acceso a documentos y a testigos claves, que según sus abogados, siguen bajo el control exclusivo de los fiscales acusadores?”
Rogamos a Dios para que sin más retraso los derechos de las víctimas se impongan sobre las manipulaciones jurídicas y su conciencia sea el instrumento para impartir justicia. Esperamos que las lágrimas de las inocentes familias sensibilicen los corazones duros , para que los devastados ahorristas puedan, sin más demora, resarcir sus pérdidas.
Juez Godbey, no nos decepcione.
Por COVISAL:
Jaime R. Escalona
Líder, Coalición Víctimas de Stanford América Latina (COVISAL)
http://www.scribd.com/doc/50019871/jaenrodes@gmail.com
Caracas: (58 412) 617 2438 Texas: (512) 377 9255
Aqui hay otra carta bastante fuerte contra los americanos y las instituciones americanas responsables del fraude Stanford: http://sivg.org/article/SIVG_charge_america.html
ResponderBorrarLa version en Espaniol aparece al final de la pagina...
Quien sabe como termina esto...