VenePirámides
Aluminios del Caroní S.A., Alcasa, filial de la Corporación Venezolana de Guayana (CVG), mostró un desempeño negativo al cierre de 2010, prácticamente al duplicar sus pérdidas respecto a 2009.
La reductora de aluminio, ubicada en Ciudad Guayana, presenta cifras rojas de manera recurrente desde al menos quince años. Sin embargo en el resultado neto del ejercicio 2010, las pérdidas se ubicaron en 2,2 millardos de bolívares frente a 1,3 millardos de bolívares del año anterior.
Señala la Memoria y Cuenta 2010 del Ministerio de Industrias Básicas y Minería (Mibam), que ese período se desenvolvió en un "marco de racionamiento eléctrico y déficit de flujo de caja". No obstante los logros en producción y abastecimiento del mercado interno, se debió "a los trabajadores organizados en las mesas técnicas, cuyo principal objetivo ha sido el sostenimiento operativo de la plana y apalancar la economía regional y nacional".
En 2009 los ingresos operacionales se ubicaron en 530,9 millones de bolívares y en 2010 se situaron en 883,6 millones de bolívares, producto de las ventas de 94.783 toneladas, desagregadas en 44.226 toneladas de aluminio primario, 30.456 toneladas de cilindros y 18.608 toneladas de laminados.
Explica el balance anual que de las ventas generadas se aprovisionó al mercado nacional en 68%, mientras que al mercado de exportación se destinó un 32% de la producción total.
El informe destaca que la gestión se vio afectada "por incertidumbre en la concreción del plan de compras de las principales materias primas. Entre las más críticas se encuentran: pasta fría, baño electrolítico, coque de petróleo, alquitrán anódico, magnesio metálico y titanio boro", necesarios para la elaboración del producto.
Y se precisa que también se presentó incertidumbre "en las fechas de entrega de las materias primas por la falta de pagos efectivos, así como el suministro oportuno de partes y repuestos indispensables para acometer los planes de mantenimientos de los equipos estratégicos de la planta, en su mayoría importados".
Sin embargo, se indica en el texto oficial, que en la interacción de las diferentes mesas medulares de las áreas de reducción, fundición, laminación y servicios, "se priorizaron en consenso con los trabajadores, la procura y pago de lo estrictamente necesario en base a la disponibilidad financiera".
Y como elemento de apalancamiento gubernamental, se contó con el fideicomiso del Fondo Chino Venezolano, el cual se dispuso para pago de parte de deuda contraída con proveedores y aprovisionamiento de algunas materias primas fundamentales".
Luego del cierre del complejo de producción de las líneas I y II, la capacidad de la planta es de 170.000 toneladas, con un parque de 396 celdas. En junio del año pasado "dadas las limitaciones financieras" se aplicó un Plan denominado 100 Días, con el objeto de cumplir con las metas del Plan Guayana Socialista, de contar con 236 celdas en operación, según reportó el diario El Universal.
"No se alcanzó ese propósito por dos razones: un conato de incendio en el cableado de control y potencia de los hornos de Carbonorca, la cual surte 100% de ánodos para las celdas de Alcasa; y, el déficit de materias primas que imposibilitó la incorporación de celdas, bajo el racionamiento eléctrico".
Aluminios del Caroní S.A., Alcasa, filial de la Corporación Venezolana de Guayana (CVG), mostró un desempeño negativo al cierre de 2010, prácticamente al duplicar sus pérdidas respecto a 2009.
La reductora de aluminio, ubicada en Ciudad Guayana, presenta cifras rojas de manera recurrente desde al menos quince años. Sin embargo en el resultado neto del ejercicio 2010, las pérdidas se ubicaron en 2,2 millardos de bolívares frente a 1,3 millardos de bolívares del año anterior.
Señala la Memoria y Cuenta 2010 del Ministerio de Industrias Básicas y Minería (Mibam), que ese período se desenvolvió en un "marco de racionamiento eléctrico y déficit de flujo de caja". No obstante los logros en producción y abastecimiento del mercado interno, se debió "a los trabajadores organizados en las mesas técnicas, cuyo principal objetivo ha sido el sostenimiento operativo de la plana y apalancar la economía regional y nacional".
En 2009 los ingresos operacionales se ubicaron en 530,9 millones de bolívares y en 2010 se situaron en 883,6 millones de bolívares, producto de las ventas de 94.783 toneladas, desagregadas en 44.226 toneladas de aluminio primario, 30.456 toneladas de cilindros y 18.608 toneladas de laminados.
Explica el balance anual que de las ventas generadas se aprovisionó al mercado nacional en 68%, mientras que al mercado de exportación se destinó un 32% de la producción total.
El informe destaca que la gestión se vio afectada "por incertidumbre en la concreción del plan de compras de las principales materias primas. Entre las más críticas se encuentran: pasta fría, baño electrolítico, coque de petróleo, alquitrán anódico, magnesio metálico y titanio boro", necesarios para la elaboración del producto.
Y se precisa que también se presentó incertidumbre "en las fechas de entrega de las materias primas por la falta de pagos efectivos, así como el suministro oportuno de partes y repuestos indispensables para acometer los planes de mantenimientos de los equipos estratégicos de la planta, en su mayoría importados".
Sin embargo, se indica en el texto oficial, que en la interacción de las diferentes mesas medulares de las áreas de reducción, fundición, laminación y servicios, "se priorizaron en consenso con los trabajadores, la procura y pago de lo estrictamente necesario en base a la disponibilidad financiera".
Y como elemento de apalancamiento gubernamental, se contó con el fideicomiso del Fondo Chino Venezolano, el cual se dispuso para pago de parte de deuda contraída con proveedores y aprovisionamiento de algunas materias primas fundamentales".
Luego del cierre del complejo de producción de las líneas I y II, la capacidad de la planta es de 170.000 toneladas, con un parque de 396 celdas. En junio del año pasado "dadas las limitaciones financieras" se aplicó un Plan denominado 100 Días, con el objeto de cumplir con las metas del Plan Guayana Socialista, de contar con 236 celdas en operación, según reportó el diario El Universal.
"No se alcanzó ese propósito por dos razones: un conato de incendio en el cableado de control y potencia de los hornos de Carbonorca, la cual surte 100% de ánodos para las celdas de Alcasa; y, el déficit de materias primas que imposibilitó la incorporación de celdas, bajo el racionamiento eléctrico".
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