sábado, 8 de diciembre de 2012

El anciano Giordani y el bandido Merentes enfrentados por la devaluación

VenePirámides
Faltando menos de un mes para que comience 2013 el Gabinete Económico continúa sin tomar una decisión sobre la política cambiaria que asumirá debido a los problemas derivados de la merma de las reservas internacionales. Dos bandos separados por pensamientos pragmáticos y actitudes atadas al campo de lo ideológico discrepan sobre modificaciones a un control cambiario que, en poco tiempo, cumplirá 10 años. En un lado se encuentra el ministro de Planificación y Finanzas, Jorge Giordani, quien padece de demencia senil, que defiende e impulsa los controles de la economía, la restricción del libre mercado y la hegemonía del Estado en las actividades económicas. De allí su rechazo a todo lo que tenga que ver con operaciones cambiarias y su decisión de darle fin al mercado de valores. Piezas importantes para Giordani han sido el ex vicepresidente Elías Jaua, que fue clave en el proceso de expropiaciones, y los ministros de Industria, Ricardo Menéndez; de Ciencia y Tecnología, Jorge Arreaza; y el actual ministro de Agricultura y Tierras, Juan Carlos Loyo. La propuesta de este grupo es crear un tipo de cambio dual manteniendo el anclaje en 4,30 bolívares y otro con una tasa más alta, también manejado por la Comisión de Administración de Divisas. Son partidarios de eliminar el Sistema de Transacciones con Títulos en Moneda Extrajera. Giordani fue el autor de la Bolsa Pública de Valores, pero desde el punto de vista técnico ha habido inconvenientes para que funcione plenamente. En otro lado están los pragmáticos donde se encuentran los técnicos del BCV y su presidente Nelson Merentes. Al grupo se han ido sumando el ministro de la Banca Pública, Rodolfo Marco Torres, y el superintendente de bancos, Edgard Hernández Berhens. Apoyan la idea de un sistema dual, pero proponen la apertura de un mecanismo que le permita a Pdvsa, Fondo Chino, Fonden y a la banca pública vender dólares en el BCV a través de intermediarios como los operadores de valores autorizados (antiguas casas de bolsa) o la propia Bolsa Pública de Valores. El instituto emisor vendería los dólares a los importadores, que además pagarían un tributo cambiario. Para ellos se requeriría no sólo un cambio en el Convenio Cambiario Nº 20, sino también una reforma tributaria. Finalmente, está el grupo del ministro de Petróleo y Minería, Rafael Ramírez, y los técnicos de Pdvsa que suelen tener su propio juego, pero que históricamente se han aliado con uno u otro grupo según su conveniencia. Esta vez han insistido en la necesidad de que se resuelvan los problemas fiscales de Pdvsa, pues la producción crece lentamente y los precios del petróleo se han mantenido. Hace varias semanas el ministro de Planificación y Finanzas, Jorge Giordani, ordenó recortar las subastas de bonos en el Sistema de Transacciones con Títulos en Moneda Extrajera del BCV. De allí que el promedio de 44 millones de dólares diarios se ha reducido a 15 millones de dólares, lo que ha ocasionado inconvenientes a sectores que ­dadas las restricciones de Cadivi- habían migrado a ese mecanismo que cubre 20% de los dólares de la economía. El otro 70% lo suple Cadivi y 10% se alimenta del mercado no oficial. 

Es así como se financian los 57 millardos de dólares, calculados, que totalizarán las importaciones anuales de la nación que se pagan con reservas internacionales operativas. Las reservas internacionales operativas llegaron este año a su nivel más bajo, según cifras del Banco Central de Venezuela al colocarse en 2,1 millardos de dólares. La razón del descenso obedece a que Pdvsa sólo está entregando 49% de los ingresos por la venta del petróleo al instituto emisor, que debe pagar las compras externas del país. La situación está atada al déficit fiscal del Gobierno, de Pdvsa y de los fondos extrapresupuestarios que, según la firma Barclays Capital, llegará a 20% del producto interno bruto al cierre de 2012. Adicionalmente, en los últimos 12 meses el gasto del Ejecutivo ha aumentado 26%, de acuerdo números de la Oficina Nacional del Tesoro; mientras que el endeudamiento externo alcanzó 102,3 millardos de dólares, como lo muestran las cifras de la balanza de pagos del tercer trimestre de 2012 presentadas por el BCV, lo que representa un incremento de 5,2% en tres meses. Parte del endeudamiento se debe a la política de emisiones impulsadas desde hace varios años por el Gobierno a través de bonos de Pdvsa y de la República. 

 En lo que va de 2012 la asignación de dólares ha caído de manera importante en determinados sectores. Según Cadivi, en el de salud el descenso fue de 26% entre enero y septiembre de 2012 en comparación con igual período de 2011. También están el automotor con una baja de 23%, telecomunicaciones con 55,6%, informático con 29,9% y ciencia y tecnología 34%. Los electrodomésticos han experimentado una caída de 9,6%, El economista Orlando Ochoa sostiene que la devaluación favorece al Fisco, pero deteriora el poder de compra de los venezolanos. "Pero, además, ahora está el deterioro de Pdvsa y de su flujo de caja neto que es tan severo que la devaluación si es moderada se quedará corta y continuará recurriéndose al financiamiento monetario del BCV". La evidencia de esta situación es que la entrega de pagarés de Pdvsa al Tesoro Nacional que comenzó en 2009, no fue temporal, sino que ahora acumulan el equivalente a 30 millardos de dólares a tipo de cambio oficial, lo cual refleja los retrasos en pagos a contratistas, proveedores y empresas mixtas", explica. El también economista Alejandro Arreaza señala que una devaluación de menos de 40% no surtirá el efecto esperado en las cuentas fiscales y resultaría insuficiente para Pdvsa. Esta es precisamente la posición del ministro Ramírez, que ha insistido en que la petrolera necesita que el anclaje cambiario sea movido por lo menos 50% de su cotización actual, lo que para Jorge Giordani es un desplazamiento muy alto, según reportó el diario El Nacional.

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