VenePirámides
El venezolano, convencido de que vive en un país rico y con las mayores reservas de petróleo del mundo, tiende a considerar que el precio de la energía -sobre todo la gasolina- debe ser al menos barata.
Pero la realidad es que cada tanque de gasolina que se llena en el país deja enormes pérdidas en las cuentas de Petróleos de Venezuela.
Desde el año 1998 la gasolina se vende en el país a precios de Bs 0,070 por el litro de 91 octanos, y Bs 0,097 por el litro de 95 octanos. Y tras 14 años de congelamiento de los precios, más una serie de factores internos y externos al país, han provocado que desde 2005 Pdvsa pierda dinero con cada litro de gasolina que comercializa en el territorio nacional.
Un estudio de los economistas Luis Oliveros y Domingo Sifontes, publicado en la revista SIC del Centro Gumilla, afirma que entre 2005 y 2011 Petróleos de Venezuela perdió al menos 2.197 millones de dólares por vender gasolina en Venezuela a un precio inferior al costo de producción.
Hasta 2004, pese a siete años de congelamiento de los precios, Pdvsa todavía podía cubrir el costo de producción de la gasolina. Con un tipo de cambio promedio de 1,88 bolívares el barril de gasolina tuvo un costo de producción de 5,98 dólares; mientras, el precio de venta en el país se aproximó a 6,94 dólares por barril, un diferencial positivo de 0,96 dólares.
Pero a partir de 2005 los números de la venta de gasolina se tiñeron de rojo. El tipo de cambio promedio aumentó a 2,11 bolívares por dólar, el costo de producción del barril de gasolina subió a 6,2 dólares, y el precio interno del barril de gasolina -por efecto de la devaluación- se redujo a 5,95 dólares, dejando una pérdida de 25 centavos de dólar por barril producido y comercializado.
El costo del subsidio a la producción y venta de gasolina en el país en 2005 fue de 21 millones de dólares. En 2006 se duplicó a 50 millones de dólares, en 2007 subió a 108 millones de dólares, y en 2008 se cuadruplicó a 439 millones de dólares, a causa del incremento del costo de producción y refinación de Pdvsa, un año después de la primera estatización petrolera del gobierno de Hugo Chávez.
En 2009 la pérdida por vender gasolina por debajo del costo se redujo a 341 millones de dólares, pero en 2010 volvió a crecer a 488 millones y ya en 2011 implicó 750 millones de dólares para Pdvsa.
El estudio indica que "para el período en estudio (1998-2011) el índice de precios al consumidor en el país se incrementó 1.270%, los costos de producción del barril de petróleo de Pdvsa se elevaron 111% y los del barril de gasolina 163%; sin embargo, el precio interno de la gasolina se ha mantenido constante". Luis Oliveros explica que "hay un punto de inflexión en 2004. Hasta el año 1999 Pdvsa obtenía beneficios vendiendo la gasolina aquí, pero ahora no puede ni cubrir sus costos".
Un estudio de la Sociedad Alemana para la Cooperación Internacional (GIZ, por sus siglas en alemán), elaborado al final del año 2010, indica que en ese entonces el precio promedio de la gasolina en 170 países fue de 51 centavos de dólar, mientras que en Venezuela era de 2,3 centavos, la más barata. Por encima de Venezuela se ubicaron Irán, Arabia Saudí, Libia, Qatar, Bahrein y Kuwait, todos petroleros.
Pero en Venezuela el congelamiento del precio ha coincidido con una industria petrolera que cada vez muestra peores números en sus exportaciones, tanto por el alza del mercado interno como por el deterioro de su plantel refinador.
Oliveros y Sifontes afirman que desde 1998 "el consumo de gasolina aumentó 69%, lo que aunado al declive de 14% en la producción petrolera venezolana provocó un descenso de 70% en las exportaciones de gasolina, que pasaron de 226 mil barriles diarios en 1998 a 47 mil barriles en 2011".
Oliveros considera que "no hay que regalar la gasolina pero tampoco puede venderse al precio internacional" y advierte que "mientras haya precios regalados habrá cualquier cantidad de mercados", en alusión al contrabando de combustibles, que llevó al Gobierno a la venta controlada de gasolina en las fronteras venezolanas, según reportó el diario El Universal.
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