Nuestro columnista Hefesto Hefesto trae una nueva entrega en la que analiza cómo las políticas públicas pueden apalancarse en el Mercado de Valores para fomentar el desarrollo de sus países, o destruírlo para sumir a su pueblo en la miseria. Esperamos que les resulte esclarecedor.
El dramaturgo y novelista irlandés Oscar Wilde (1854-1900), dijo alguna vez “Se puede admitir la fuerza bruta, pero la razón bruta es insoportable”. Quizás en atención a esa frase, muchos se atreven a decir que los dinosaurios se extinguieron por haberse desarrollado siguiendo un camino equivocado: mucho caparazón y poco cerebro, abundantes músculos y escaso entendimiento.
Una cosa que sin duda debe ser admitida como cierta, es que lo primero que hay que hacer cuando te percatas de que te encuentras en un hoyo, es dejar de cavar. Edgar Morin en el documento “Los Siete Saberes Necesarios para la Educación del Futuro”, publicado por la UNESCO en 1999, indica que “La racionalidad es la mejor salvaguardia contra el error y la ilusión”, afirmando que, cuando esa racionalidad se encierra en una doctrina, se convierte en racionalización. Por tanto, cuando se impone una doctrina que obedece a un modelo mecanicista y determinista para considerar el mundo, no se considera racional sino racionalizadora.
El utilizar los principios de soberanía como tesis para el “rescate” y reserva de sectores económicos en manos únicamente del Estado, parece apuntar a esa “razón bruta”, si tomamos en cuenta que la inversión que pudieran realizar tanto de nacionales como de extranjeros, no solo deriva en beneficios para los que aportan los recursos, sino también contribuye efectivamente en el desarrollar y capacidad productiva del País.
Aún cuando por estos días se han desestimado proyecciones económicas como las del Fondo Monetario Internacional, resulta importante resaltar las cifras que el Instituto de Finanzas Internacionales (www.iif.com), ha incorporado en su estudio divulgado recientemente, sobre los flujos de capitales que se dirigen a los mercados emergentes. El IFI indica que la inversión que se generará en Latinoamérica para este año, rondará los 214.000 millones de dólares, lo que representa un incremento de 56% respecto a la cifra alcanzada en el año 2009 de 137.000 millones de dólares.
Esta agrupación ha mencionado que ese desembarco de fondos contará con un escenario macroeconómico robusto que llevará a la región a crecer cerca de 6% este año, con Brasil, Perú y Argentina al frente del pelotón. A todo esto, nos podemos preguntar ¿Cuánto de esta inversión llegará a las costas Venezolanas?
A esa pregunta, los bancos comerciales y de inversión que agrupan al IFI, indican que existen algunos casos "problemáticos", como Ecuador y Venezuela, que se han quedado en el vagón de cola con flujos netos de capital "anémicos".
Estas afirmaciones podrían encontrar otro sustento en la cifras recopiladas por la Federación Iberoamericana de Bolsas (www.fiabnet.org), organización que agrupa a las bolsas de valores de la región. En su reporte anual correspondiente a las estadísticas del año 2009, incluyen un cuadro que relaciona la Capitalización del Mercado Domestico de cada país, con el producto interno bruto (PIB) utilizando cifras de cierre del año 2008. En el caso especifico de Venezuela, la utilización del Mercado de Valores como fuente de financiamiento y de inversión, representó únicamente el 3% del producto interno bruto, logrando superar únicamente a Uruguay que alcanzó el 0,36%.
Si se presta atención al cuadro y nos concentramos únicamente en las cifras de los países de America del Sur, se presenta de inmediato la siguiente pregunta: ¿Cómo es que el país con el tercer PIB más alto de la región, utiliza tan poco el Mercado de Valores?
De esta forma, vemos como estos países “racionalmente” han estado de acuerdo en que el Mercado de Valores es un elemento, un mecanismo, una vía importante para el desarrollo y crecimiento de sus pueblos, mientras que internamente nos hemos visto expuesto a racionalizaciones que lejos de acercar los flujos de capitales, se han convertido en instrumentos para eliminar lo que para nuestros vecinos es sinónimo de beneficio e imagen de crecimiento frente al mundo.
Cuando tomamos como ejemplo el caso de Petrobras, empresa petrolera de Brasil que realizó una Oferta Pública de acciones septiembre de este año, por el orden de los 70 mil millones de dólares y la petrolera estatal colombiana Ecopetrol que colocó acciones ordinarias por alrededor 211,4 millones de dólares, en el año 2007, las personas responsables de la finanzas, las responsables de hacer las leyes y las designadas para dirigir los entes que regulan las actividades realizadas por los que hacen vida en el Sistema Financiero Nacional de Venezuela, deberían prestar más atención a estos acontecimiento que vienen sucediendo cerca de nuestras fronteras.
Otro hecho importante que hay que destacar tomando a la empresa Petrobras, es que a pesar de esa colocación de 70 mil millones dólares, el gobierno brasileño controla la empresa, ya que tiene más del 55 por ciento de los votos. Esto evidencia claramente que es posible tener este tipo de operaciones con participaciones estatal y privada, añadiendo que no se requirió de una Bolsa Pública del Estado para realizar tales colocaciones, por el contrario, se valieron de las casas de bolsa y de Bovespa (Bolsa de Valores de San Pablo), cuya actividad natural de intermediación en este tipo de inversiones con valores, es realizada diariamente.
En Venezuela, a 55 días de haberse aprobado la Ley de Mercado de Valores, no hay un solo reglamento aprobado por parte de la Superintendencia Nacional de Valores y faltando menos de tres meses para terminar el año, no se ha aprobado una sola emisión de valores de renta fija privada ó inscripción de nuevas empresas en el País.
Dice Edgar Morin, "Comenzamos a ser verdaderamente racionales cuando reconocemos la racionalización incluida en nuestra racionalidad y cuando reconocemos nuestros propios mitos entre los cuales está el mito de nuestra razón todo poderosa y el del progreso garantizado".
Entones estimado lector, ¿Qué modelo de mercado cree usted, se debe impulsar en Venezuela?
Una cosa que sin duda debe ser admitida como cierta, es que lo primero que hay que hacer cuando te percatas de que te encuentras en un hoyo, es dejar de cavar. Edgar Morin en el documento “Los Siete Saberes Necesarios para la Educación del Futuro”, publicado por la UNESCO en 1999, indica que “La racionalidad es la mejor salvaguardia contra el error y la ilusión”, afirmando que, cuando esa racionalidad se encierra en una doctrina, se convierte en racionalización. Por tanto, cuando se impone una doctrina que obedece a un modelo mecanicista y determinista para considerar el mundo, no se considera racional sino racionalizadora.
El utilizar los principios de soberanía como tesis para el “rescate” y reserva de sectores económicos en manos únicamente del Estado, parece apuntar a esa “razón bruta”, si tomamos en cuenta que la inversión que pudieran realizar tanto de nacionales como de extranjeros, no solo deriva en beneficios para los que aportan los recursos, sino también contribuye efectivamente en el desarrollar y capacidad productiva del País.
Aún cuando por estos días se han desestimado proyecciones económicas como las del Fondo Monetario Internacional, resulta importante resaltar las cifras que el Instituto de Finanzas Internacionales (www.iif.com), ha incorporado en su estudio divulgado recientemente, sobre los flujos de capitales que se dirigen a los mercados emergentes. El IFI indica que la inversión que se generará en Latinoamérica para este año, rondará los 214.000 millones de dólares, lo que representa un incremento de 56% respecto a la cifra alcanzada en el año 2009 de 137.000 millones de dólares.
Esta agrupación ha mencionado que ese desembarco de fondos contará con un escenario macroeconómico robusto que llevará a la región a crecer cerca de 6% este año, con Brasil, Perú y Argentina al frente del pelotón. A todo esto, nos podemos preguntar ¿Cuánto de esta inversión llegará a las costas Venezolanas?
A esa pregunta, los bancos comerciales y de inversión que agrupan al IFI, indican que existen algunos casos "problemáticos", como Ecuador y Venezuela, que se han quedado en el vagón de cola con flujos netos de capital "anémicos".
Estas afirmaciones podrían encontrar otro sustento en la cifras recopiladas por la Federación Iberoamericana de Bolsas (www.fiabnet.org), organización que agrupa a las bolsas de valores de la región. En su reporte anual correspondiente a las estadísticas del año 2009, incluyen un cuadro que relaciona la Capitalización del Mercado Domestico de cada país, con el producto interno bruto (PIB) utilizando cifras de cierre del año 2008. En el caso especifico de Venezuela, la utilización del Mercado de Valores como fuente de financiamiento y de inversión, representó únicamente el 3% del producto interno bruto, logrando superar únicamente a Uruguay que alcanzó el 0,36%.
Si se presta atención al cuadro y nos concentramos únicamente en las cifras de los países de America del Sur, se presenta de inmediato la siguiente pregunta: ¿Cómo es que el país con el tercer PIB más alto de la región, utiliza tan poco el Mercado de Valores?
De esta forma, vemos como estos países “racionalmente” han estado de acuerdo en que el Mercado de Valores es un elemento, un mecanismo, una vía importante para el desarrollo y crecimiento de sus pueblos, mientras que internamente nos hemos visto expuesto a racionalizaciones que lejos de acercar los flujos de capitales, se han convertido en instrumentos para eliminar lo que para nuestros vecinos es sinónimo de beneficio e imagen de crecimiento frente al mundo.
Cuando tomamos como ejemplo el caso de Petrobras, empresa petrolera de Brasil que realizó una Oferta Pública de acciones septiembre de este año, por el orden de los 70 mil millones de dólares y la petrolera estatal colombiana Ecopetrol que colocó acciones ordinarias por alrededor 211,4 millones de dólares, en el año 2007, las personas responsables de la finanzas, las responsables de hacer las leyes y las designadas para dirigir los entes que regulan las actividades realizadas por los que hacen vida en el Sistema Financiero Nacional de Venezuela, deberían prestar más atención a estos acontecimiento que vienen sucediendo cerca de nuestras fronteras.
Otro hecho importante que hay que destacar tomando a la empresa Petrobras, es que a pesar de esa colocación de 70 mil millones dólares, el gobierno brasileño controla la empresa, ya que tiene más del 55 por ciento de los votos. Esto evidencia claramente que es posible tener este tipo de operaciones con participaciones estatal y privada, añadiendo que no se requirió de una Bolsa Pública del Estado para realizar tales colocaciones, por el contrario, se valieron de las casas de bolsa y de Bovespa (Bolsa de Valores de San Pablo), cuya actividad natural de intermediación en este tipo de inversiones con valores, es realizada diariamente.
En Venezuela, a 55 días de haberse aprobado la Ley de Mercado de Valores, no hay un solo reglamento aprobado por parte de la Superintendencia Nacional de Valores y faltando menos de tres meses para terminar el año, no se ha aprobado una sola emisión de valores de renta fija privada ó inscripción de nuevas empresas en el País.
Dice Edgar Morin, "Comenzamos a ser verdaderamente racionales cuando reconocemos la racionalización incluida en nuestra racionalidad y cuando reconocemos nuestros propios mitos entre los cuales está el mito de nuestra razón todo poderosa y el del progreso garantizado".
Entones estimado lector, ¿Qué modelo de mercado cree usted, se debe impulsar en Venezuela?
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