Muchos de nuestros lectores puede que no recuerden la IOS, la Investors Overseas Services, empresa que tenía una docena de ejecutivos en Caracas a finales de los sesenta y principios de los setenta. Fué la primera pirámide de inversión que ví con mis propios ojos y en cierta forma no difiere mucho de como engatusó Stanford International Bank a los venezolanos.
La IOS vendía fondos mutuales al detal y prometía rendimientos muy atractivos que generalmente eran de entre el 10 y el 15%. Los ejecutivos de la IOS tenían muy buena remuneración y recorrían Caracas buscando inversionistas. Con el tiempo la mejor propaganda eran los magníficos retornos que rara vez bajaban del 15% al año.
IOS era manejada por Bernard Cornfeld, pero éste tuvo problemas con la ley americana (le invertía a la Mafia) y el financista Robert Vesco tomó las riendas del IOS y las ventas se volvieron mucho mas agresivas que antes.
Al mismo tiempo, Vesco comnezó a invertir a traves de empresas de su propiedad y el dinero simplemente desapareció de los fondos del IOS, a pesar de que los reportes entregados a los inversionistas continuaban siendo gloriosos, reportando jugosos retornos.
En el año 1973, la SEC estaba lista para acusar a Vesco de fraude, cuando éste se fuga a Costa Rica y termina después en Cuba donde finalemnte muere muchos años después.
Pero el resto de la historia es muy parecida. Vesco siempre dijo ser inocente y siempre tuvo una bateria de abogados defendiéndolo y proclamando su inocencia.
Pero al final, ninguno de los inversionistas recuperó nada de los fondos que supuestamente habían tenido tan buen rendimiento. Tan fué así, que cuando salieron los primeros fondos mutuales en Venezuela al final de los años 80, muchos inversionistas no creyeron en ellos porque en su mente, la palabra fondo mutual era sinónimo a IOS: Un trampa para engañar incautos.
Al final, IOS fué un simple esquema Ponzi, una pirámide más que tengo grabada en la mente porque fué la primera que viví. Como ven, el baúl de los recuerdos de las pirámides tiene tambien algunas, demostrando que son fenómenos recurrentes con resultados finales sumamente tristes.
lunes, 15 de junio de 2009
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