miércoles, 9 de enero de 2013

Volúmen de derivados refinados de PDVSA continuó su declive en el 2012

VenePirámides
La serie de problemas y fallas operativas en las distintas refinerías de Petróleos de Venezuela (Pdvsa) a lo largo del año 2012, coronada con la trágica explosión ocurrida en agosto en la refinería Amuay, provocaron que la actividad refinadora petrolera en el país tuviera un retroceso de 0,8% durante el año recién culminado. El Banco Central de Venezuela (BCV) indicó en el Mensaje de Fin de Año que "la refinación retrocedió 0,8%, como consecuencia del accidente ocurrido a finales de agosto de 2012 en la refinería de Amuay, cuya capacidad de refinación representa 49,5% del total del país". Explica el instituto emisor que la explosión en Amuay "implicó la paralización temporal de las operaciones y una caída interanual de 2,9% en el valor agregado de esta actividad durante el tercer trimestre". En octubre, dos meses después de la explosión en el Centro Refinador Paraguaná, la refinería Amuay solo había podido recuperar una capacidad de carga de 330 mil barriles diarios, sobre un total nominal de 645 mil barriles por día. Aunque inicialmente las autoridades de la industria petrolera aseguraron que la refinería no había sufrido daños en las unidades de procesos por la explosión, después se reconoció que había que acometer reparaciones en algunas plantas. 

A principios de noviembre el ministro de Petróleo y Minería y presidente de Pdvsa, Rafael Ramírez, señaló a Reuters que "en la destiladora número cinco (de la refinería Amuay) tuvimos problemas con un horno, producto de la explosión. La unidad no pasó la revisión que se hizo y se detectaron daños". Los daños en la destiladora número cinco ya habían sido denunciados por los trabajadores de la refinería varias semanas antes, asegurando que las líneas y tuberías que de la unidad quedaron inservibles al "coquificarse" (solidificarse) el hidrocarburo que transportaban, y que además el material refractario del horno de la misma planta sufrió daños con la explosión. Para acometer las reparaciones hace dos meses Pdvsa dijo que ya estaba realizando los trámites para importar los repuestos requeridos, y que durante este mes de enero se esperaba recuperar una capacidad de procesamiento alrededor a los 500 mil barriles diarios, similar al ritmo de trabajo previo a la explosión en Amuay en agosto de 2012. 

La caída de 2,9% en la actividad refinadora durante el tercer trimestre refleja las difíciles condiciones operativas de las refinerías en ese lapso, lo que llevó a Pdvsa a elevar sus requerimientos de productos petroleros importados y reducir sus exportaciones -al menos con Estados Unidos- tal y como lo muestran los datos del gobierno norteamericano. El departamento de Energía estadounidense señala que durante el tercer trimestre de 2012 las exportaciones venezolanas de productos derivados hacia Estados Unidos tuvieron un promedio de 48 mi barriles diarios, una caída de 37% frente al promedio de 77 mil barriles diarios reportado para el tercer trimestre de 2011. Por el lado de las importaciones de productos petroleros desde Estados Unidos, se reportan una media de 112 mil barriles diarios durante el tercer trimestre de 2012, un crecimiento de 286% respecto a los 29 mil barriles diarios del tercer trimestre de 2011, según reportó el diario El Universal.

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