lunes, 22 de marzo de 2010

Para evitar futuras crisis financieras, el Chavismo agrega más burocracia y penalidades a unos reguladores incompetentes

VenePirámides
La regulación del sistema financiero nacional ha sido tradicionalmente inmensamente corrupta y negligente, con la notable excepción de la gestión de Francisco Debera al frente de la SUDEBAN luego de la crisis financiera de 1.993-95. Los problemas de los organismos supervisores (SUDEBAN, SUDESEG y CNV) no radican en la ausencia de regulaciones sino en la poca capacitación de los funcionarios, los bajísimos sueldos pagados y la politización de las decisiones.

La reciente crisis financiera de finales de 2.009 y principios de 2.010 no se produjo por ausencia de regulaciones, sino por su transgresión flagrante y la ausencia de respuesta oportuna de las autoridades. En efecto, fueron muchas las transacciones de adquisición de instituciones financieras en las cuales hubo cambio de control generencial sin la autorización previa de SUDEBAN. Ejemplo de ello fueron las adquisiciones de los bancos Bolívar y BanPro por Eligio Cedeño; Bolívar, BanPro y Canarias por Ricardo Fernández Barrueco; Helm Bank por Julio Herrera-Velutini; Central Banco, Banco Real y Helm Bank por Arné Chacón y Pedro Torres Ciliberto; InverUnión y Mi Casa EAP por Gonzalo Tirado; y BaNorte por José Zambrano, por sólo nombrar algunos. En todos estos casos se nombró una nueva Junta Directiva o se cedió la gerencia de la institución por vías de hecho. Y qué hizo SUDEBAN para impedir estas tomas de control al márgen de la Ley de Bancos? Absolutamente NADA.

En lugar de admitir que las regulaciones eran adecuadas y que las autoridades financieras designadas por la administración de Estéban de Jesús fueron negligentes o criminales en el cumplimiento de sus funciones, la Asamblea Nacional se propone aprobar la Ley Orgánica del Sistema Financiero Nacional (que pueden ver abajo), que agrega una nueva capa de burocracia y supervisión a un sistema ahogado por ella. La nueva Ley crea un nuevo órgano, rimbonbantemente denominado "Órgano Superior del Sistema Financiero Nacional" (OSFIN), de quien dependerán SUDEBAN, SUDESEG y la CNV. La OSFIN terminará no siendo más que un peaje adicional en el que habrá que bajarse de la mula para lograr que los trámites administrativos lleguen a su fin.

La novísima Ley penaliza todos los ilícitos ya previstos en la Ley de Bancos, la Ley de Seguros, la Ley de Mercado de Capitales y la Ley de Ilícitos Cambiarios, con mayores multas y penas privativas de libertad.

Como si estos fuera poco, la Ley ordena el desmantelamiento de los Grupos Financieros prohibiendo "el establecimiento de nexos o empresas relacionadas entre los sectores que conforman el Sistema Financiero Nacional", proscribiendo "cualquier otra forma de vinculación entre las instituciones y personas" que lo integran.

Atila arrasó la estepas; Chacumbele arrasa uno de los pocos sectores funcionales de la economía nacional.

Proyecto Ley Org Sist Financiero Nacional

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