Directorio del BCV (foto de archivo)
VenePirámides
El Banco Central de Venezuela ha dejado en claro que implementa una estrategia que intenta disminuir la percepción que tiene el mercado sobre el precio del dólar, por ende, en la tercera subasta del Sicad adjudicó las divisas a las empresas a un tipo de cambio de 10 bolívares y a las personas naturales a 10,5 bolívares, precisan fuentes financieras.
Estos montos se traducen en una caída en el costo del dólar que en la subasta anterior se situó en 10,9 bolívares para las empresas y 11,7 para los particulares, a pesar del enorme aumento de la demanda.
Para distribuir los dólares el BCV aplicó una regla que consistió en no otorgar ningún monto a las empresas que estuvieron dispuestas a pagar más de 13 bolívares por cada dólar y en el caso de las personas naturales a quienes quisieron cancelar más de 12 bolívares, ignorandolas.
En la subasta anterior el BCV no otorgó divisas a las empresas que estuvieron dispuestas a pagar más de 16 bolívares y a los particulares que colocaron órdenes con un tipo de cambio superior a 15 bolívares. El SICAD es un nuevo logro del desgobierno de Maduro, que violenta la Ley de la Oferta y la Demanda, y la convierte en la única subasta del mundo en la que se multiplica la demanda, disminuye la oferta y el precio baja!
Como el precio al que el Banco Central está adjudicando los dólares en el Sicad se ubica muy por debajo del que tiene el billete verde en el mercado negro la demanda se ha disparado, mas no la oferta, obligando a las autoridades a recortar las divisas que asigna a cada participante. Los particulares, que en la subasta anterior recibieron un máximo de 1.500 dólares para viajes, en esta oportunidad tuvieron que conformarse con un tope de mil dólares. En un entorno donde la caída de la producción obliga a depender más de las importaciones, el Gobierno mantiene convenios con países a los que vende petróleo a descuento, la cantidad de barriles que extrae Pdvsa declina y los montos a cancelar por deuda externa registran un salto importante, la cantidad de divisas disponibles para vender en el Sicad es muy limitada. Durante julio el Sicad le inyectó al sector privado 415 millones de dólares, es decir, un promedio de 20 millones en cada día hábil. En 2012 el Sitme, un sistema que permitía a las empresas y los particulares comprar dólares a través de bonos y que fue sustituido por el Sicad, inyectó un promedio de 34 millones de dólares en cada día hábil. La consecuencia de este recorte en la oferta de divisas, en momentos en que la cantidad de bolívares en la economía se ha multiplicado por el gasto público, es la disparada del dólar en el mercado negro que, a su vez, impulsó el precio de una amplia gama de productos como calzado, vestido y electrodomésticos. Ejecutivos financieros no dudan en advertir que sin un incremento sustancial de la oferta en el Sicad el dólar negro continuará desafiando la ley de la gravedad. Para aumentar la oferta en el Sicad el Gobierno podría utilizar divisas que supuestamente tiene depositadas en distintos fondos, pero hasta ahora no ha dado una señal clara de que dispone de este dinero. Otro factor que afecta el funcionamiento del mecanismo es que como el tipo de cambio al que el Sicad vende los dólares está muy por debajo del precio que tiene el dólar en el mercado negro, existe el incentivo de obtener divisas en la subasta para revenderlas. El BCV podría argumentar que el precio al que el Sicad vendió los dólares se encuentra muy cerca de lo que técnicamente se denomina el tipo de cambio real efectivo que toma en cuenta la inflación y los tipos de cambio de los países con los que Venezuela concentra las relaciones comerciales, pero esto no garantiza que se haya tomado una decisión correcta. Este análisis no toma en cuenta que no hay suficientes dólares para satisfacer la demanda. Otro aspecto importante es que el diseño del Sicad contempla convocar a subastas por sectores específicos de la economía, por lo tanto, las empresas desconocen cuándo podrán acudir al mecanismo, según reportó el diario El Universal.
Como el precio al que el Banco Central está adjudicando los dólares en el Sicad se ubica muy por debajo del que tiene el billete verde en el mercado negro la demanda se ha disparado, mas no la oferta, obligando a las autoridades a recortar las divisas que asigna a cada participante. Los particulares, que en la subasta anterior recibieron un máximo de 1.500 dólares para viajes, en esta oportunidad tuvieron que conformarse con un tope de mil dólares. En un entorno donde la caída de la producción obliga a depender más de las importaciones, el Gobierno mantiene convenios con países a los que vende petróleo a descuento, la cantidad de barriles que extrae Pdvsa declina y los montos a cancelar por deuda externa registran un salto importante, la cantidad de divisas disponibles para vender en el Sicad es muy limitada. Durante julio el Sicad le inyectó al sector privado 415 millones de dólares, es decir, un promedio de 20 millones en cada día hábil. En 2012 el Sitme, un sistema que permitía a las empresas y los particulares comprar dólares a través de bonos y que fue sustituido por el Sicad, inyectó un promedio de 34 millones de dólares en cada día hábil. La consecuencia de este recorte en la oferta de divisas, en momentos en que la cantidad de bolívares en la economía se ha multiplicado por el gasto público, es la disparada del dólar en el mercado negro que, a su vez, impulsó el precio de una amplia gama de productos como calzado, vestido y electrodomésticos. Ejecutivos financieros no dudan en advertir que sin un incremento sustancial de la oferta en el Sicad el dólar negro continuará desafiando la ley de la gravedad. Para aumentar la oferta en el Sicad el Gobierno podría utilizar divisas que supuestamente tiene depositadas en distintos fondos, pero hasta ahora no ha dado una señal clara de que dispone de este dinero. Otro factor que afecta el funcionamiento del mecanismo es que como el tipo de cambio al que el Sicad vende los dólares está muy por debajo del precio que tiene el dólar en el mercado negro, existe el incentivo de obtener divisas en la subasta para revenderlas. El BCV podría argumentar que el precio al que el Sicad vendió los dólares se encuentra muy cerca de lo que técnicamente se denomina el tipo de cambio real efectivo que toma en cuenta la inflación y los tipos de cambio de los países con los que Venezuela concentra las relaciones comerciales, pero esto no garantiza que se haya tomado una decisión correcta. Este análisis no toma en cuenta que no hay suficientes dólares para satisfacer la demanda. Otro aspecto importante es que el diseño del Sicad contempla convocar a subastas por sectores específicos de la economía, por lo tanto, las empresas desconocen cuándo podrán acudir al mecanismo, según reportó el diario El Universal.
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