martes, 22 de octubre de 2013

Devaluación será forzada por bajo nivel de reservas y exceso de liquidez en VEF

VenePirámides 
La idea de otra devaluación del bolívar cobra fuerza, especialmente por el estado actual de la economía venezolana, con una política cambiaria que distorsiona el valor real de los ingresos petroleros, un déficit fiscal que se financia emitiendo bolívares, una inflación para el año en el orden de 50% y presión creciente sobre el mercado de divisas. El más reciente informe de Bank of America plantea que "la economía de Venezuela está gravemente distorsionada" y es necesario un importante ajuste del tipo de cambio. Esta opinión experta llega a la par de un inusual cruce de voces gubernamentales que hablan de una necesaria "sinceración" del tipo de cambio y de racionalizar la entrega de divisas. En los últimos meses se han agudizado las quejas de diversos sectores por la falta de divisas para importar. Ante estos reclamos el Gobierno de Nicolás Maduro ordenó agilizar las asignaciones de divisas, desmontar coyunturalmente parte de los trámites que debían cumplir los importadores para obtener los dólares y sacar con rapidez la carga que comienza a llegar a los puertos. "Aquí no hay un problema de divisas", aseguró el viernes pasado Rafael Ramírez, vicepresidente del Área Económica, al anunciar que semanalmente el mercado recibirá un desembolso de 1.020 millones de dólares a través de la Comisión de Administración de Divisas (Cadivi) y del Sistema Complementario de Administración de Divisas (Sicad). Pero mientras el Gobierno hace estos anuncios, las reservas internacionales de Venezuela pierden terreno y se encuentran en su nivel más bajo desde 2004 El Banco Central de Venezuela reporta que al 16 de octubre tenía reservas por 21 mil 463 millones de dólares, que llegan a 21 mil 466 si se suma el remanente del Fondo de Estabilización Macroeconómica (FEM). La semana pasada hubo un retroceso importante de las reservas que, según Síntesis Financiera, era reflejo de la agilización de las asignaciones de divisas vía Cadivi y del pago de intereses de los bonos soberanos de deuda 2019 y 2024 por 200 millones de dólares. Esa misma firma señala que Pdvsa y la República tienen pagos pendientes para el cuarto trimestre de este año por 2 mil 700 millones de dólares. Funcionarios de diverso rango, desde el ministro de Planificación, Jorge Giordani, hasta el presidente de la Comisión de Finanzas del Parlamento, Ricardo Sanguino, han expresado públicamente que se requiere sincerar el tipo de cambio. Bank of America recoge estas declaraciones y señala que las mismas indican que el Gobierno venezolano espera a que pasen las elecciones regionales, del 8 de diciembre, para anunciar un ajuste importante del tipo de cambio. Destaca el hecho de que pareciera existir consistencia entre las opiniones de los voceros, elemento que sugiere que hay entendimiento en las filas del Gobierno acerca de que la solución a los principales desequilibrios de la economía requiere de una reducción de la oferta de dólares baratos. Este fin de semana Jorge Giordani señaló que "la mercancía más barata en este momento es el dólar. Se le puede aplicar el comprar barato y vender caro". Mientras, Rafael Ramírez ha dicho que "por ahorita" la asignación de divisas seguirá igual, manejándose con Cadivi y Sicad, mientras se diseña un nuevo mecanismo que permita, entre otras cosas, captar divisas del sector privado. La conclusión a la que llega Bank of America es que el Gobierno de Venezuela está enviando dos mensajes: en uno apunta a que está dispuesto a mantener en el corto plazo el sistema actual, con Cadivi como base, a fin de evitar saltos en los precios antes de diciembre; y en el otro, abre las puertas a una revisión profunda de la política cambiaria en el largo plazo, y que anunciaría poco después de las elecciones. Bank of America estima que se requiere un ajuste drástico del tipo de cambio. Ya en los años 2002 y 2003, señala el informe, el Presidente Hugo Chávez permitió que el bolívar perdiera 54% de su valor mientras hacía frente a lo que entonces llamaba el "sabotaje económico". Con una medida de devaluación, con la cual la moneda local pierda 57% de su valor (paridad de Bs 14,6 por dólar), sería posible reducir el déficit en las cuentas fiscales a menos 3% del Producto Interno Bruto. El informe plantea un escenario posible, con un sistema cambiario con múltiples tasas, de 9 y 15 bolívares, y un mercado paralelo legalizado y con un nivel menor al actual, según reportó el diario El Universal.

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