viernes, 25 de octubre de 2013

Cleptomanía y desmadre administrativo de Maduro potencian la inflación y la devaluación

VenePirámides 
La administración de Nicolás Maduro ha caído en un ciclo de descontrol en el manejo de los recursos y mientras incrementa el dinero depositado en la cuenta de la Tesorería, el Banco Central imprime bolívares para financiar a empresas públicas, generando una expansión poco planificada del gasto que se traduce en presión inflacionaria y alza del dólar en el mercado paralelo. Las estadísticas oficiales registran que entre el cierre del primer semestre de este año y el 27 de septiembre el dinero que el Gobierno tiene depositado en la cuenta de la Tesorería Nacional aumentó 72% para ubicarse en 145 mil millones de bolívares y, a pesar de contar con estos recursos, le solicitó al Banco Central que aumentara la impresión de dinero sin respaldo para financiar a Pdvsa y otras empresas públicas. Así entre el cierre del primer semestre y el 27 de septiembre el Banco Central de Venezuela elevó en 43% el financiamiento a empresas públicas y la emisión de dinero sin respaldo saltó hasta 281 mil 725 millones de bolívares. El resultado de esta descoordinación es que en el mediano plazo el Gobierno termina gastando de más, porque desembolsa tanto los bolívares depositados en la Tesorería como los que imprime el Banco Central y por ende inyecta una cantidad excesiva de dinero a la economía. De esta forma nace un ciclo donde más bolívares detrás de la misma cantidad de productos y pocas divisas, se traducen en presión inflacionaria y escalada del dólar en el mercado paralelo. José Guerra, ex gerente de investigación del Banco Central, explica que "esto nos demuestra que estamos ante un gasto desbocado, sin planificación, que termina inyectando bolívares que la economía no necesita, por eso, el crecimiento del PIB ha sido muy bajo mientras que se acelera la inflación y sube la demanda de dólares en el mercado paralelo". En los últimos doce meses la cantidad de dinero en la economía acumula un aumento de 66% y la inflación de 49,4%, mientras que la economía solo creció 1,6% en el primer semestre de este año. José Guerra agrega que "otro factor a tomar en cuenta es que no hay coordinación entre la política fiscal, monetaria y cambiaria. Por ejemplo, no se puede pretender mantener un tipo de cambio fijo como quiere el Gobierno mientras aumenta la liquidez a este ritmo". La escalada del dólar en el mercado no oficial tiene como consecuencia una brecha gigantesca de más de 600% entre el tipo de cambio oficial y el paralelo. Un diferencial tan grande entre el tipo de cambio oficial de 6,30 bolívares y el paralelo se traduce en que la demanda por los dólares baratos es prácticamente infinita y el acceso a estas divisas es lento y difícil. El resultado es que el dólar paralelo es utilizado como guía por las empresas y comercios al momento de calcular los costos de reposición y los precios de una amplia gama de productos y servicios toma impulso. El desequilibrio cambiario que estremece a la economía es el más grave en la historia de los controles. Nunca durante los controles implementados en 1940 y en los períodos 1960-1964, 1983-1989 y 1994-1996, la brecha entre el tipo de cambio oficial y el paralelo llegó a ser tan alta como ahora, según reportó el diario El Universal.

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