A fin de contener la aceleración de la inflación el Gobierno mantiene congelado, desde hace año y medio, el valor de una amplia gama de alimentos, medicinas, productos de limpieza y cuidado personal que suman 19 rubros; pero tras la devaluación de la moneda y el incremento incesante de la escasez luce inevitable que en el corto plazo tenga que autorizar ajustes importantes.
La historia vivida desde 2003 y durante la administración de Jaime Lusinchi, demuestra que cuando el Gobierno mantiene inalterable un precio que no permite cubrir los costos y obtener rentabilidad, los empresarios disminuyen la producción y se agrava la ausencia de productos básicos.
Con la devaluación del bolívar Cadivi aumentó en 46,5% el precio de los dólares que asigna, desde 4,30 hasta 6,30 bolívares y en el mecanismo que sustituye al Sitme el aumento es de 100%, por lo tanto, el desajuste en la estructura de costos de las empresas que no pueden elevar el precio de sus productos ha crecido.
De acuerdo con los datos del Banco Central de Venezuela al cierre de abril 21 de cada 100 productos presentan desabastecimiento y en buena parte los problemas que tienen los consumidores para conseguir los artículos obedecen al largo tiempo en que se han mantenido congelado los precios.
El lunes el Gobierno permitió un aumento de 20% en el precio del pollo, quesos, leche y carne de res pero aún queda un largo camino por recorrer.
Alimentos como aceites, pan, pasta, sardinas, café y productos de cuidado personal como champú, jabón, crema dental, detergentes y papel higiénico esperan por aumentos.
Ecoanalítica señala que los productos rezagados representan aproximadamente 17,5% de la canasta de bienes y servicios que el Banco Central utiliza para medir la inflación y "una actualización de precios efectivamente implicaría un impacto fuerte".
Los venezolanos ya sufren un acelerado incremento de los precios producto de un desequilibrio donde el elevado gasto público dispara la demanda mientras la oferta no puede crecer en medio de controles, baja inversión y problemas para el acceso a las divisas.
El costo de los alimentos y bebidas no alcohólicas, que absorbe más de la mitad del ingreso de las familias más humildes, se disparó 6,4% en abril y en los primeros cuatro meses de este año acumula un incremento de 16,2%.
Un informe difundido por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) registra que en promedio el alza del precio de los alimentos en América Latina durante el mes de abril fue de 1,3%.
Venezuela padece por mucho el mayor incremento de precios en alimentos de la región. En los últimos doce meses, en promedio, la variación es de 10,4% en marzo, mientras que en Venezuela es el triple, tras un aumento de 30%.
La proyección de las principales firmas de análisis y entidades financieras apunta a que este año la inflación se ubicará sobre 30%, superando ampliamente la meta oficial de alcanzar un rango entre 14% y 16%, según reportó el diario El Universal.
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