Hace algún tiempo escuché la anécdota de un caraqueño acaudalado que mantenía importantes inversiones en el Banco Latino por el año 1.993. El depositante en cuestión, preocupado por los incesantes rumores sobre los problemas del banco, visitó al Gerente de la Oficina Principal con la intención de cancelar sus colocaciones y traspasar sus fondos a otra institución. El Gerente, con instrucciones de no dejar escapar ningún depósito, le dio al cliente una hoja de papel en blanco y le dijo “Te voy a dejar un rato solo en mi oficina. Piensa qué tasa de interés aceptarías para no llevarte los reales. A mi regreso te digo si te la podemos pagar”. El cliente escribió “100%” y el gerente, a su regreso, aceptó las condiciones.. El cliente salió alegre de la oficina; alegre con alegría de tísico. A dos semanas de haber renovado su colocación a la extraordinaria tasa del 100% anual (cuando los bancos sanos pagaban menos de la mitad de ese rendimiento) el Banco Latino fue intervenido.
Cuando los intereses que se pagan por depósitos son marcadamente superiores a los imperantes en el mercado hay una alarma (“red flag”) inmediata: el mayor rendimiento es un mecanismo de compensación por el mayor riesgo que se asume.
La trama del banco Latino ha sido olvidada, y de su libreto se nutren nuevos actores. Uno de ellos es Stanford International Bank (SIB). Este banco internacional, con sede en Antigua, sólo capta depósitos fuera de las fronteras de su domicilio, Antigua y Barbuda. Venezuela es uno de los países en los cuales SIB ha captado cuantiosos recursos que se estiman en varios billones de US$. El arma de SIB para captar se reedita del libreto del Banco Latino: pagar altísimos intereses, que habitualmente triplican aquellos pagados por otros bancos que captan depósitos en dólares. Los ejecutivos de SIB explican a sus clientes que el banco puede pagar altos intereses porque tiene una innovadora estructura que le permite operar con muy bajo costo, y que esos ahorros son traspasados a los clientes mediante una mayor tasa de interés por sus depósitos. Y nos preguntamos nosotros, investigadores financieros amateur: Qué sabe hacer SIB que abarata sus costos y los demás grandes bancos del mundo ignoran? En qué invierte SIB que genera tan altos rendimientos? Estas y otros interrogantes serán analizadas en posts sucesivos.
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Que lamentable que nunca antes leia sus artìculos, cuando inverti en el Stanford Internacional Bank lo hice por confiada, hoy dia no dejo de ver su pagina y darle toda la credibilidad que merecen, mis felicitaciones, ahora soy una lectora constante de sus recomendaciones, bueno mejor es tarde que nunca
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