domingo, 12 de enero de 2014

Menos divisas más caras (y el dolar @74)

VenePirámides 
El siete de enero el monto de las reservas internacionales, es decir, los dólares que tiene a mano el Banco Central de Venezuela para cubrir importaciones y pagos de deuda externa se ubicó en 21 mil 471 millones, pero más de dos tercios de esta cantidad corresponde a barras de oro y las divisas en efectivo se ubican en menos de dos mil millones, un nivel muy bajo que no permite atender los requerimientos de todos los sectores de la economía. La restricción en la entrega de dólares ha derivado en una demanda insatisfecha que impacta al sector privado. Líneas aéreas esperan por la aprobación de 2 mil 600 millones de dólares para cubrir sus necesidades, compañías extranjeras esperan por divisas para repatriar dividendos y diversos sectores no han podido cancelar las deudas con proveedores en el extranjero. En un entorno donde Pdvsa solo entrega al Banco Central la mitad de los dólares provenientes del petróleo, vende crudo a descuento a países aliados y no ha logrado aumentar la producción, el ingreso de divisas no permite elevar las reservas líquidas. Al mismo tiempo, la demanda de dólares es bastante alta porque tras el salto de la inflación los dólares a 6,30 bolívares se han convertido, junto a la gasolina, en la mercancía más barata del mercado. Bancos de inversión como Barclays, Bank of America y JP Morgan esperan que en el corto plazo la administración de Nicolás Maduro devalúe la moneda, algo que tendría beneficios para el Gobierno en dos ámbitos. En primer lugar permitiría obtener más bolívares por cada dólar proveniente del petróleo y por tanto disminuiría el desequilibrio en las cuentas públicas donde los gastos superan en 15% del PIB al ingreso. Además bajaría la demanda de dólares porque el billete verde sería más caro. El economista José Guerra explica que "la devaluación reduciría la demanda de dólares a 6,30 bolívares y ayudaría entonces a que hubiese un saldo mayor de divisas para satisfacer parte de la demanda acumulada". Agrega que "la devaluación podría ayudar a estimular exportaciones no petroleras pero la realidad es que ese sector está muy golpeado, por lo tanto, el beneficio será meramente fiscal, el país ha perdido capacidad productiva". El Gobierno ha enviado la señal de que podría comenzar a desplazar a sectores que recibían divisas a 6,30 a las subastas del Sicad donde el billete verde se vende a 11,30 bolívares. Esta semana venderá 90 millones de dólares a través del Sicad a empresas que elaboran alimentos básicos y productos farmacéuticos, pero la gran mayoría del sector privado continúa sin una oferta de dólares adecuada. Barclays Capital indica en su último reporte sobre el país que Venezuela sigue en el peor de los mundos. El sector privado no tiene una fuente permanente de dólares y por tanto continuarán las distorsiones en el mercado que conducen a inflación y escasez; al mismo tiempo, las cuentas públicas sufren el impacto de la inconsistencia en la política cambiaria y monetaria. Agrega que el Gobierno ha tratado de mantener un tipo de cambio fijo en un contexto de elevada inflación y expansión fiscal que ha conducido a un déficit en las cuentas públicas de dos dígitos. JP Morgan considera que la devaluación se concretará en las próximas semanas y el tipo de cambio de 6,30 bolívares se mantendrá para las importaciones de una lista muy reducida de alimentos y medicinas, mientras que el resto de los sectores recibiría divisas a la tasa de 11,5 bolívares por dólar o a través del Sicad donde el dólar pasaría a cotizarse a una tasa de 17 bolívares, según reportó el diario El Universal.

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