domingo, 7 de abril de 2013

SICAD: un nuevo fracaso en la política cambiaria y económica de Giordani

VenePirámides 
Presionado por una economía donde las restricciones para el acceso a las divisas se traducen en mayor escasez, el Gobierno creó el Sicad, un mecanismo donde las empresas pueden comprar dólares a través de subastas, pero aún no logra aliviar al mercado. Tras la subasta de 200 millones de dólares llevada a cabo la semana pasada el Ministerio de Finanzas no ha vuelto a convocar a las empresas y no hay certeza de cuántos dólares entregará el Gobierno por esta vía durante el año. Otro factor a tomar en cuenta es que los dólares son adjudicados a distintos tipos de cambio. En la primera subasta las divisas fueron vendidas entre 11 y 18 bolívares, algo que dificulta a las empresas planificar el costo que tendrán sus productos. Hasta 2012 las empresas que no recibían dólares en Cadivi contaban con el Sitme, un mecanismo donde a través de bonos podían adquirir un promedio de 40 millones de dólares diarios a un tipo de cambio de 5,30 bolívares por dólar. Para que el Sicad logre sustituir a esta fuente de divisas es necesario que convoque a una subasta semanal por 200 millones de dólares. El director de Ecoanalítica, José Luis Saboín, considera que "en este momento está influyendo la variable política, el Gobierno no quiere que se diga que la subasta del Sicad es una nueva devaluación, creo que una vez se produzcan las elecciones el sistema podría realizar dos o cuatro subastas al mes de 200 millones de dólares cada una". Agrega que "de esta manera el mercado podría recibir un promedio de entre 25 y 40 millones de dólares diarios, cantidades parecidas a las que suministraba el Sitme". "Si no aumenta la oferta de dólares evidentemente vamos a tener problemas aún más graves de escasez en áreas sensibles como alimentos donde las empresas están alertando de caída en los inventarios", dice José Luis Saboín. Pero los problemas con el Sicad no se limitan a la periodicidad de las subastas. El sistema solo permite que las compañías inscritas en el Registro de Usuarios del Sistema de Administración de Divisas (Rusad) acudan a las subastas, algo que deja por fuera a un número importante de pequeñas empresas. Para obtener este registro, que no era necesario en el Sitme, las compañías deben consignar 16 recaudos y, en el mejor de los casos, esperar dos meses para obtener el certificado. Otro obstáculo es que la empresa no recibe los dólares sino que necesita que el banco con el que opera abra una carta de crédito, es decir, una garantía que recibe el exportador de que en caso de cualquier contratiempo, una entidad financiera del extranjero le pagará en la fecha convenida el costo de la mercancía enviada a Venezuela. Para abrir estas cartas de crédito los bancos privados le solicitan a las empresas que depositen una garantía en dólares y la mayoría de las pequeñas y medianas empresas, no tienen divisas propias para cumplir con este requisito. En este entorno todo indica que el mercado paralelo, es decir, al que acudirán las empresas que no reciben dólares en Cadivi y permanecerán por fuera del Sicad, continuará marcando los precios de una porción de la economía. El tipo de cambio paralelo se ha disparado por el exceso de demanda e impacta el precio de un amplia gama de productos. En los dos primeros meses de este año el precio al por mayor de los productos importados registra un salto de 7,4%, la magnitud más elevada para este período desde 2003, según reportó el diario El Universal.

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