VenePirámides
Durante el 6 de Noviembre desperdiciamos 3 horas escuchando las medidas económicas adoptadas por el gobierno de Nicolás Maduro (a.k.a. “El Colombiano”) para combatir la supuesta “guerra económica” de la cual es víctima su gobierno. Haciendo un análisis exhaustivo de las medidas anunciadas, concluimos que ni Maduro ni ningún Ministro de su Gabinete tiene la más remota idea de qué es lo que está pasando en el ámbito económico y mucho menos cuáles correctivos tomar. Las medidas anunciadas no son más que más controles y burocracia para implementar políticas fracasadas, inspiradas en uno de los trasnochos ideológicos más tortuosos, sólo concebibles en la prehistoria económica de Cuba.
El problema es, en realidad, sencillo. Si Maduro hubiera estudiado algo, por ejemplo Economía, sabría que Milton Friedman, ganador del Premio Nobel en Economía, demostró que “La inflación es siempre y en todas partes un fenómeno monetario”.
El gobierno de Maduro está ahogado en una marejada de liquidez, producto del gasto irresponsable y la acelerada emisión de dinero inorgánico para cubrir los déficits de PDVSA y las demás empresas del Estado. A inicios del 2013, la liquidez monetaria se situaba en VEF 715 MMM. Como consecuencia de las políticas reseñadas, al final de Octubre de 2013 la liquidez había subido a VEF 1.004 MMM, lo que representa un incremento de más de 40% en diez meses, faltando aún los incrementos estacionales producto del pago de aguinaldos y compensaciones de fin de año. La inflación acumulada en ese mismo período es de 45,8%. Paralelamente, las reservas internacionales, que en alguna medida soportan nuestra base monetaria, se situaban en USD 28.751MM para inicios de año, bajando a USD 21.645MM para finales de Octubre, lo que representa un descenso del 24%. En una medida similar se ha restringido el acceso a divisas y a los bienes adquiridos en el extranjero.
Los tipos de cambio responden habitualmente a la confianza, o a la carencia de ella, sobre una economía. En ese sentido, el tipo de cambio implícito, producto de dividir la masa monetaria entre las reservas internacionales, es una medida arbitraria. En el caso venezolano, sin embargo, es un buen barómetro del sentimiento nacional, habida cuenta de la inexistencia de un mercado libre y transparente de divisas. Ese tipo de cambio implícito se situaba en Enero de 2013 en VEF 24 por un USD, y a finales de Octubre de 2013 en VEF 46 por un USD. Las realidades del mercado, la escasez absoluta de divisas, la exorbitante abundancia de liquidez en moneda local y el pánico frente a la profunda ignorancia de la realidad nacional y las políticas necesarias para conjurar la crisis colocan hoy el tipo de cambio en el mercado negro más allá de los VEF 60 por un USD.
El remedio necesario es doloroso: reducir dramáticamente el gasto fiscal, detener la impresión de dinero inorgánico, liberar el tipo de cambio y eliminar los controles a la economía. Nada de eso ocurrirá bajo la administración de Nicolás Maduro (a.k.a. “El Colombiano”) y sus tutores cubanos. Hay una luz al final del túnel: lo que se ve es un abismo.
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