VenePirámides
El problema no es si el precio es o no alto, si es o no especulativo, porque el consumidor siempre tiene la alternativa de no comprar en un comercio y hacerlo en otro con precios más bajos.
El problema es que el comerciante tiene que anticiparse a su costo de reposición de mercancía, para disponer de flujo de caja suficiente para reponerla, más su margen de utilidad. Y los comerciantes, como actores racionales de la economía, saben que un dólar (no el de de CADIVI o SICAD, que son virtualmente inexistentes) vale alrededor de VEF 70, no se sabe cuánto valdrá mañana, y además no se consigue en ninguna cantidad digna de mención. En consecuencia, tiene que vender a un precio alto, que le permita hacer caja para comprar a los escabullidizos y nada económicos dólares.
Las medidas del gobierno de Nicolás Maduro (a.k.a. “El Colombiano”) no son más que pan y circo, pan para hoy y hambre para mãnana: los inventarios se saquerán o venderán al precio que diga el gobierno (es más o menos lo mismo), y luego desaparecerá el comercio formal. La única manera de comprar un electrodoméstico sera en el mercado informal o negro, a un precio mucho más alto, si lo consigue. Compre, porque la mercancía no volverá (ni a este precio ni a ninguno)
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