VenePirámides
Durante los tiempos de mayor incertidumbre en la economía global el oro se comportó como un refugio perfecto, pero el metal pierde brillo y si el declive no cesa se profundizará el descenso de las reservas internacionales, es decir, el tanque de dólares que tiene el país para pagar importaciones y deuda en divisas.
El precio promedio mensual del oro registra una caída constante de 21% desde 1.671 dólares la onza en enero hasta 1.314 dólares en octubre y ayer culminó la jornada en 1.242.
Para Venezuela la suerte del metal precioso es clave porque de acuerdo con datos del World Gold Council (Consejo Mundial del Oro), 69,8% de las reservas internacionales está representado por los lingotes de oro, la relación más alta de América Latina y una de las mayores en el mundo.
La mayor estabilidad en la economía global ha hecho que descienda la compra de oro como refugio, mientras que los inversionistas se adelantan a la posibilidad de que la Reserva Federal de Estados Unidos (FED por sus siglas en inglés) recorte la política de estímulos y disminuya la liquidez que alimenta la demanda.
De hecho las actas de la reunión celebrada por la Reserva Federal el 29 y 30 de octubre, difundidas ayer, apuntan en esta dirección.
Las minutas indican que miembros de la Reserva Federal son partidarios de recortar los estímulos, que se traducen en una inyección mensual de 85 mil millones de dólares al mercado, incluso antes de que la creación de puestos de trabajo en Estados Unidos refleje una mejora evidente e inequívoca.
Tan pronto el mercado tuvo conocimiento de la estrategia que tiene en mente la Reserva Federal el precio de la onza de oro perdió 32 dólares.
Para valorar las barras de oro que forman parte de las reservas el Banco Central utiliza el precio promedio de cada mes, por lo tanto, de continuar la caída habrá que realizar nuevos ajustes a la baja.
Las reservas internacionales acumulan una caída de 29% en el año, desde 29.887 millones hasta 21.167 millones porque al declive de los precios del oro se unen el incremento de las importaciones, el aumento de los pagos de deuda, la venta de petróleo con descuento a países aliados y que Pdvsa solo le entrega al Banco Central la mitad de los petrodólares.
Además de oro las reservas están compuestas por bonos y la porción en efectivo que es la que permite satisfacer los requerimientos de las empresas autorizadas por Cadivi.
El efectivo, conocido como reservas líquidas, se ubica en menos de mil millones de dólares, una magnitud que no permite fluidez en las autorizaciones de dólares para las importaciones del sector privado.
Para incrementar las reservas líquidas el Gobierno contempla una operación en la que colocaría como garantía barras de oro que el país tiene en el exterior para recibir un préstamo que estaría en el orden de 3 mil millones de dólares.
Analistas estiman que para aumentar las reservas líquidas el Banco Central debe considerar la posibilidad de vender parte del oro, unos 11,76 millones de onzas troy que en total tiene la República, pero la caída del precio del metal añade problemas a esta operación, según reportó el diario El Universal.
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