lunes, 10 de septiembre de 2012

Productos y servicios regulados han subido 53,8% de acuerdo al BCV (a pesar de la regulación)

VenePirámides
Desde 2003 la administración de Hugo Chávez ha mantenido al control de precios como una medida estratégica para contener la inflación, no obstante, las estadísticas indican que históricamente ha habido poco cumplimiento de las normas. De acuerdo con las cifras del Banco Central de Venezuela al cierre de agosto, divulgadas por el Ministerio de Información, en promedio los productos regulados se venden a precios que superan 53,8% a los establecidos en la Gaceta Oficial. De hecho, el desacato a los precios oficiales llegó a ser mucho más elevado al punto que en los primeros tres meses de este año los bienes regulados, en promedio, se vendieron a precios que superaron entre 229% y 233% a los fijados por el Gobierno. El nivel de desobediencia al control desciende a partir de abril cuando el Gobierno aprueba la Ley de Precios Justos y la Superintendencia de Costos comienza a realizar operativos. Una mirada más amplia a las cifras señala que entre mayo de 2010 y marzo de 2012 los consumidores pagaron por los productos controlados, en promedio, más de 100% sobre lo establecido por el Ejecutivo. A pesar de que el control no se ha cumplido de manera estricta, existen empresas que disminuyen la producción por no cubrir costos y el suministro de divisas no es el adecuado, por lo tanto, la escasez está presente en la vida diaria de los venezolanos. En agosto de cada 100 productos alimenticios que los consumidores solicitaron en abastos, supermercados y toda la red de establecimientos que cubre al país, diez tenían fallas de abastecimiento, nivel que el Banco Central cataloga como escasez "normal". En el caso de los productos que no son alimentos, donde se encuentran bienes de cuidado personal, insumos para la construcción y medicinas, la escasez es mayor. En esta categoría de cada 100 productos que solicitan los consumidores, en agosto, 18,7 tenían fallas de abastecimiento, escasez que el Banco Central etiqueta como "leve". Analistas indican que esta división de la escasez es arbitraria y el Banco Central puede adoptar la que considere conveniente, pero empresarios señalan que la escasez estructural, considerada como normal y que no representa mayores problemas, se ubica entre 5% y 6%, cifras que Venezuela dejó de tener desde que se instauró el control de precios. En un entorno donde la producción de alimentos de la industria privada registra un descenso de 9% en el segundo trimestre y el campo no muestra mayor dinamismo, el Gobierno recurre a importaciones para abastecer la red de establecimientos en donde vende a precios subsidiados a las familias de menos recursos. En agosto el Ejecutivo importa 30% de la carne de res que expende a través de los programas sociales, 80% de la leche líquida, 90% de la leche en polvo, 20% de los quesos, 40% de los gramos, 20% del arroz y 45% de los aceites comestibles. Durante los últimos dos años la administración de Hugo Chávez ha mantenido fijo el tipo de cambio oficial y por tanto, es posible importar masivamente para cubrir parte de las fallas de oferta. Las importaciones, realizadas con dólares baratos al tipo de cambio de 4,30 bolívares, han permitido desacelerar la inflación junto a mejoras en el transporte y revisión de los canales de distribución. En los primeros ocho meses del año la inflación ha sido de 9,8%, versus 18,6% en el mismo lapso de 2011. Firmas especializadas consideran que el país camina hacia una devaluación que podría revertir la tendencia a la baja de la inflación, según reportó el diario El Universal.

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