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La transición de Cadivi al novel Centro Nacional de Comercio Exterior, que ha conllevado a la revisión de las asignaciones y liquidaciones de divisas por parte del Ejecutivo nacional, ha suscitado alarmas en el sector industrial y comercial, que percibe como el brusco cierre en el chorro de dólares amenaza con paralizar la actividad de las industrias y comercios.
Mientras el Gobierno aún no honra las deudas por las Autorizaciones de Liquidación de Divisas (ALD) dadas por Cadivi, el sector privado -y Pdvsa- aguardan a que el mercado permuta, ahora llamado Sicad II, le dé un respiro al mercado cambiario.
Al respecto el economista Orlando Ochoa señaló que hay un importante riesgo de que el retraso en el suministro de divisas a los privados, más los mecanismos de selección en los ministerios de Industria y de Comercio, con muy pocas cantidades de dólares entregados, "están creando las condiciones de parálisis en varias cadenas productivas. Y esto agudizará el problema de la escasez".
Considera que con las actuales condiciones macroeconómicas no es posible que funcione adecuadamente un régimen cambiario. "Ni fiscales, ni monetarias, ni el suministro de divisas de Pdvsa. Y eso no se cambia con voluntarismo".
Afirma Ochoa que la virtud limitada que tiene el Sicad II es que "será un alivio para oferentes privados o públicos, tales como las empresas mixta o los consorcios petroleros de la Faja del Orinoco, o los exportadores públicos no petroleros, pues al ponerles una tasa de cambio de más de 20 bolívares por dólar les das un alivio a sus finanzas. Una tasa de 6,3 bolívares por dólar no refleja sus costos reales, y por eso es un alivio incluso para Alcasa, Venalum o Sidor, porque permite corregir sus números contables en rojo".
Pese a ello, Ochoa advierte que mientras la tesorería principal de Petróleos de Venezuela opere a 6,30 bolívares, hay propensión a causar un déficit gigante "el cual ha sido financiado por el Banco Central y lo seguirá haciendo, pues lo que se hizo fue limpiar los balances de Pdvsa, en la operación con oro".
Por otra parte, la oferta de divisas que pueda significar el mercado permuta no parece suficiente para los requerimientos de la economía.
El economista Asdrúbal Oliveros, director de Ecoanalítica, considera que el Sicad II, cuyo mecanismo aún se desconoce, "sería muy positivo si se dejara con una libre oferta. Pero no parece que eso sea lo que se piense en el gobierno, así que si se fija una tasa entre 20 o 25 bolívares por dólares el tema es más complejo, porque no resuelves el problema de fondo y tendrías una economía con 4 tasas de cambio".
Aunque el vicepresidente para el Área Económica, Rafael Ramírez, no quiso precisar cuántas divisas puede ofertar Pdvsa en el Sicad II, Oliveros calcula que la oferta total en el permuta podría llegar a un máximo de 30 millones de dólares diarios en efectivo, y a 40 millones contando bonos y otras posiciones.
"La oferta de los cuatro sistemas (Cencoex, Sicad I y II, más el paralelo) podría llegar a unos 135 millones de dólares diarios. Y eso contrasta mucho (36% menos) con los 220 millones de dólares que tenías en 2009 entre Cadivi y el mercado permuta; o con los 205 millones de dólares disponibles diariamente en 2012 con Cadivi, Sitme y mercado negro" señaló el director de Ecoanalítica.
Agregó, con preocupación, que "en enero, por ejemplo, la liquidación de Cadivi no llegó a 30 millones de dólares diarios. Se tumbó Cadivi".
Por otra parte, Orlando Ochoa considera que la decisión del BCV de elevar 3% el tipo de cambio de las operaciones del Sicad (quedando en 11,70 bolívares) "es el inicio de una tendencia, es un maquillaje que se cae, porque no puede sostenerse ese tipo de cambio".
Para Oliveros, el tipo de cambio Sicad debe apuntar a un ajuste progresivo al alza, que se aproxime a una tasa cercana a de 17 o 18 bolívares, según reportó el diario El Universal.
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