Para el Gobierno nacional la escasez de alimentos obedece a factores que se han desencadenado de la "guerra económica" con la especulación, el acaparamiento y el contrabando de extracción. Así es justificada la ausencia de productos básicos en las cadenas de comercialización privadas.
La semana pasada el ministro de Alimentación, Félix Osorio, señaló que el Presidente de la República, Nicolás Maduro, elogió el trabajo de la Misión Alimentación al señalar que "si no existiera Mercal, Pdval, Abastos Bicentenario, las Casas de Alimentación, todo ese sistema, tal vez el pueblo pasaría hambre".
Pero en los establecimientos de las redes de comercialización del Estado tampoco es regular el abastecimiento de alimentos. Productos como harina precocida de maíz, margarina, azúcar, aceite, granos, carne y pollo, entre otros, no están disponibles en los anaqueles.
A través de Mercados de Alimentos (Mercal), la Productora y Distribuidora Venezolana de Alimentos (Pdval) y Abastos Bicentenario el Estado concentra unos 22 mil puntos de venta en todo el país, casi 40% del mercado, y aún así no ha sido una alternativa para que las familias se abastezcan con los productos de la cesta básica.
Los puntos de venta de estas redes no sólo experimentan fallas en la oferta de productos sino también en infraestructura y servicios.
En la red de Abastos Bicentenario los anaqueles están a medio llenar y las neveras tienen poco que ofrecer. En algunos de los establecimientos las zonas de refrigeración, además de vacías, están en mal estado.
Para adquirir productos de la cesta básica en Mercal y Pdval los venezolanos deben hacer horas de cola en los operativos de calle, que se han reducido al igual que los puntos formales de venta de la red.
En 2013 el Ministerio de Alimentó cerró unos mil establecimientos de Mercal por irregularidades como sobreprecio, ventas condicionadas y desviación de productos.
En el interior del país los encargados de los mercalitos exigen al Ejecutivo que se retome la distribución de alimentos hacia los establecimientos.
Actualmente en los mercados a cielo abierto es donde se concentra la mayor parte de los productos CASA, marca emblemática del Gobierno. La venta de alimentos en estos espacios está condicionada, pues permiten comprar dos o tres unidades de cada producto por persona, algo que también ocurre en las cadenas de supermercados.
La falta de productos en los anaqueles ha alejado a los consumidores de las redes populares de alimentos.
Las mediciones del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) en 2013 revelaron que 358 mil 122 familias que compraban al menos un producto en la red Mercal dejaron a acudir a esos comercios. Esto significa una reducción de 9,4% de hogares que se beneficiaron de la red con respecto a 2012.
Los hogares más pobres también redujeron su compra en la red. De 9,42% (666 mil 982) que compraban al menos un producto en el primer semestre de 2012 bajaron a 7,78% (558 mil 988) en el mismo lapso de 2013.
La cantidad de hogares que acudía a comprar leche en polvo completa disminuyó 23,98% entre los primeros seis meses de 2013 e igual período de 2012.
En otros rubros igual de sensibles para la población, como arroz, aceite, azúcar, pasta, carne de res, pollo, caraotas, atún enlatado, lentejas y harina de maíz, se registraron reducciones en las compras de entre 11,40% a 23,43%, de acuerdo con las estadísticas del INE, según reportó el diario El Universal.
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