VenePirámides
Para restarle velocidad al incremento de los bolívares en la economía y disminuir la masa de billetes que se desplaza a la compra de dólares en el mercado paralelo o impulsa los precios porque dispara la demanda, el Banco Central tomó medidas para debilitar al crédito, pero todo indica que no hay mayor efecto.
En los últimos tres meses el Banco Central aumentó de 17% a 20,5% la porción de los depósitos que las entidades financieras no pueden prestar y deben mantener como reservas, no obstante, el exceso de bolívares se multiplica. En noviembre, en promedio, los bancos registraron 87,7 millardos sobre el monto de las reservas y al cierre del 23 de diciembre esta masa de dinero ocioso, que no ha podido ser prestada ni colocada en bonos, saltó 26% para ubicarse en 110,2 millardos.
El importante exceso de bolívares que tienen los bancos demuestra que la liquidez continúa en un vertiginoso ascenso que pone en marcha un desajuste donde más billetes detrás de la misma cantidad de productos se traduce en combustible para el alza de los precios.
Un factor a tomar en cuenta es que el Gobierno ordenó una rebaja de precios en distintos sectores de la economía como electrodomésticos, vestido y calzado, por tanto, la demanda toma fuerza y la escasez podría aparecer en áreas de la economía que hasta ahora no han presentado desabastecimiento.
El sector privado experimenta una importante reducción en la oferta de divisas que incidirá en la reposición de mercancía, sobre todo, después de que el Gobierno le ha declarado la guerra a quienes importan con dólares comprados en el mercado negro.
El directorio del Banco Central lleva adelante una política contradictoria. Mientras una mano intenta contener el alza de la liquidez, la otra imprime bolívares en grandes cantidades para financiar a las empresas públicas, con lo que acelera la inflación de una manera determinante.
El Banco Central fabrica bolívares para comprarle bonos a Pdvsa y a otras empresas públicas a fin de cubrir parte del déficit que tienen las cuentas públicas.
Cuando las empresas tienen el dinero en caja lo gastan en proyectos como la Misión Vivienda y, una vez los billetes ingresan a la economía, forman parte del torrente que se dirige a la compra de dólares en el mercado negro o impulsan la inflación porque elevan la demanda en tiempo récord.
¿De cuánto hablamos? Entre el 28 de diciembre de 2012 y el 22 de noviembre el financiamiento a las empresas públicas, que en 94% corresponde a Pdvsa, registra un salto de 142% hasta ubicarse en 437,2 millardos de bolívares.
El divorcio entre una demanda con fuerte impulso y una oferta que no crece en términos adecuados por el descenso en la entrega de dólares al sector privado, empresas estatizadas que sufren descenso de la producción y déficit de inversión, se manifiesta en que durante los primeros diez meses de este año la inflación acumula un salto de 45,8% y en los últimos doce meses de 54,3%.
Además del incremento de precios los venezolanos padecen de una fuerte escasez de productos básicos. El índice de escasez que calcula mensualmente el Banco Central se ubicó en octubre en 22,4% una magnitud que supera en nueve puntos porcentuales a la de octubre de 2012.
Al cierre de septiembre en Caracas, 16 alimentos se encontraban en la categoría de serios problemas de abastecimiento, es decir, con una escasez superior a 41%.
Entre los casos más resaltantes destacaba que en 98,8 de cada 100 establecimientos comerciales no había aceite de maíz, en 84,3 faltaba la leche completa en polvo, en 80,8 el azúcar, en 73 la harina de maíz precocida, en 64,3 la harina de trigo y en 58,4 la mantequilla, según reportó el diario El Universal.
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