En medio de la crisis que impactó a la economía global en 2008 el directorio del Banco Central realizó una apuesta arriesgada: transferir el grueso de la porción en efectivo de las reservas al Fonden y confiar en que el precio de los lingotes de oro, que representan 70% de las reservas, aumentaría de forma constante y por tanto siempre se podrían mostrar números al alza, pero la suerte ha dado un giro total.
El valor del oro acumula una caída de 29% en el año desde 1.681,50 dólares la onza hasta 1.195 dólares al cierre del 20 de diciembre y el Banco Central ha tenido que comenzar a contabilizar un precio inferior por los lingotes y reflejar el golpe en las reservas.
La mayor estabilidad en la economía global ha hecho que descienda la compra de oro como refugio, mientras que el recorte que ha anunciado la Reserva Federal de Estados Unidos en su política de estímulos disminuye la liquidez que alimenta la demanda.
Para valorar las barras de oro que forman parte de las reservas el Banco Central utiliza el promedio móvil de los seis últimos meses del mercado matutino en Londres y si el brillo del metal continúa apagándose las reservas seguirán debilitándose.
Las reservas internacionales, que representan el tanque de dólares que tiene disponible el Banco Central para cancelar importaciones y deuda externa, acumulan una caída de 31% en el año, desde 29 mil 887 millones hasta 20 mil 612 millones, porque al declive de los precios del oro se unen la venta de petróleo con descuento a países aliados y que Pdvsa solo le entrega al Banco Central la mitad de los petrodólares.
Las estadísticas del Consejo Mundial del Oro (World Gold Council) reflejan que Venezuela es el país más expuesto en América Latina al declive en el valor del metal, con más de dos tercios de sus reservas internacionales colocadas en los lingotes.
Al cierre de octubre Ecuador tiene 26% de sus reservas en oro, Bolivia 12,4%, Argentina 7,6%, Paraguay 6%, Colombia 1% y Brasil 0,8%.
La sequía en el aporte de Pdvsa a las reservas ha derivado en que los dólares en efectivo que tiene a mano el Banco Central para cubrir las necesidades del sector privado se mantienen en niveles ínfimos, menos de dos mil millones de dólares, lo que deriva en que solo está disponible el flujo y no hay mayor disponibilidad.
Urgido por la necesidad de aumentar el monto de las reservas líquidas el Banco Central ha estudiado la posibilidad de utiliza parte del oro como garantía para recibir préstamos de la banca internacional.
Si bien la mayor parte del oro fue traída al país en 2011 por orden del entonces Presidente de la República, Hugo Chávez, aún permanecen en el exterior barras de oro por un valor que en junio se ubicó en 2 mil 600 millones de dólares.
Con este oro que se encuentra bajo custodia en bancos del exterior es que se podría realizar alguna operación financiera para aumentar el monto de las reservas líquidas y elevar la aprobación de divisas para importaciones, según reportó el diario El Universal.
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