martes, 20 de septiembre de 2011

Deuda interna se dispara 53% en el primer semestre de 2011

VenePirámides
La bonanza de los precios del petróleo en el primer semestre de 2011 no impidió que el Gobierno siguiera endeudándose a un ritmo acelerado. El saldo de la deuda interna subió de 90,3 millardos de bolívares a 138,5 millardos de bolívares entre enero y junio, un incremento de 53%, según el Ministerio de Planificación y Finanzas.

Las cifras del despacho, dirigido por Jorge Giordani, muestran que la mayoría de los compromisos están representados por los bonos de la deuda pública nacional vendidos al sistema financiero. Estos títulos sumaban 127,4 millardos de bolívares el 30 de junio, un alza de 52% con respecto al monto del 31 de diciembre.

Las Letras del Tesoro, papeles de corto plazo comprados principalmente por la banca pública y privada, corresponden a 7,7 millardos de bolívares. En este caso hubo un aumento de 68% en el primer semestre. El Gobierno debe, además, 3,4 millardos de bolívares en pagarés, una modalidad poco utilizada en la última década y que al cierre de 2009 registraba saldo cero.

El endeudamiento interno es más ventajoso para el Fisco porque el alto riesgo país de Venezuela y la crisis financiera mundial encarecen el crédito externo. La carga de los compromisos adquiridos en el país, además, puede reducirse con una devaluación de la moneda, que permite al Gobierno obtener más bolívares por los dólares de la renta petrolera.

Más problemas. Aunque la contratación de deuda permite a las autoridades incrementar el gasto público y generar una sensación de bienestar en la población, los economistas advierten que el endeudamiento gubernamental tiene consecuencias negativas para los venezolanos.

"El detalle está en el para qué se usan los recursos. Si una empresa se endeuda para comprar maquinaria está bien, porque con eso producirá más, pero si lo hace para otra cosa, no. El endeudamiento venezolano no generará ingresos en el futuro que permitan pagarlo", dice Ricardo Villasmil, economista y profesor universitario.

Francisco Faraco, director de la firma de análisis financiero Faraco & Asociados, señala que cuando los gobiernos adquieren compromisos para financiar inversiones productivas contribuyen al desarrollo, pero cuando lo hacen para gastos de consumo hipotecan el futuro del país.

Villasmil agrega que la población es afectada por la deuda improductiva. "El incremento del gasto público se traduce en más inflación, lo que reduce el poder adquisitivo de la gente, y la vulnerabilidad financiera aleja las inversiones que producen empleo".

Concluye Villasmil que se merman las posibilidades que tiene cada venezolano de resolver su vida. "Eso se traducirá en más desempleo, más pobreza, más inseguridad. Todo forma parte de una larga cadena. La deuda abona el terreno para que las cosas empeoren".

Faraco añade que el efecto en la población es que, cuando haya que pagar la deuda, la gente se empobrecerá. "La caída del poder adquisitivo de las últimas décadas es consecuencia, entre otras, del endeudamiento contraído entre 1974 y 1984 por Carlos Andrés Pérez y Luis Herrera Campins".

Acusa al presidente Chávez de repetir el modelo de los ex mandatarios en peores términos. "En aquel entonces los argumentos para endeudarse eran la construcción de las empresas básicas y el pago de la nacionalización del petróleo. Hoy, no sabemos cuáles son", según reportó el diario El Nacional. Enlace

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