Lentamente el Gobierno ha ido creando las piezas para estructurar un sistema cambiario donde cuatro sectores, definidos como prioritarios, recibirán la mayoría de los dólares a 6,30 bolívares y el resto de las áreas, paulatinamente, comenzarán a recibir divisas a tasas muy superiores a través del Sicad y Sicad II.
La Ley del Régimen Cambiario y sus Ilícitos, publicada en la Gaceta Oficial que circuló el miércoles de esta semana, establece en el artículo seis que "los bienes y servicios declarados como de primera necesidad, constituidos por las medicinas, los alimentos, la vivienda y la educación, sin que este enunciado tenga carácter taxativo, serán asignadas y fiscalizadas por el Centro Nacional de Comercio Exterior (Cencoex)".
Si bien queda la puerta abierta para que otros sectores ingresen a esta lista con el señalamiento de que no hay un "carácter taxativo", queda claro que estas cuatro áreas son las que obtendrán la mayoría de las divisas que el Cencoex distribuirá a la tasa preferencial de 6,30 bolívares.
Por lo tanto el resto de los sectores de la economía, como industria automotriz, turismo, comenzarán a ser atendidas a través del Sicad, donde el dólar ha fluctuado en un rango de entre 11 y 12 bolívares y el Sicad II donde Bank of America proyecta un rango de entre 25 y 40 bolívares.
De esta manera el Gobierno concretaría una devaluación vendiendo una cantidad nada despreciable de dólares en Sicad y Sicad II, a fin de obtener más bolívares y disminuir el desequilibrio de las cuentas públicas donde los gastos superan el ingreso en 11% del PIB.
Analistas llaman a este movimiento una devaluación encubierta, porque el discurso oficial afirmará que el tipo de cambio de 6,30 bolívares sigue vigente, aunque cada vez para una proporción menor de la economía.
El analista de Barclays, Alejandro Grisanti, explica en su último informe sobre Venezuela, fechado el 26 de febrero, que "esto nos recuerda la devaluación encubierta que las autoridades hicieron en 2009 en medio de la fuerte caída de los precios del petróleo. El Gobierno redujo drásticamente el tamaño de los sectores que recibieron dólares a través de Cadivi y envió sectores no prioritarios al mercado paralelo, donde, de acuerdo con Ecoanalítica, PDVSA vendió más de 14 mil millones de dólares".
"Somos de la opinión de que el vicepresidente del Area Económica, Rafael Ramírez, busca repetir este escenario", dice Barclays y añade que según sus proyecciones Pdvsa venderá alrededor de 15 mil millones de dólares a una tasa superior a 6,30 bolívares.
Desde la óptica del Gobierno el Sicad II ayudará a contener la inflación porque al tratarse de un mercado libre la demanda que actualmente no es atendida por los canales regulares será satisfecha y por tanto dejará de existir el mercado paralelo, donde el dólar se ha disparado y fija los precios de una amplia gama de productos y servicios.
No obstante analistas indican que sectores que actualmente reciben divisas a 6,30 bolívares comenzarán a importar con un dólar más caro, algo que inevitablemente añadirá gasolina a los precios.
Aún las autoridades no han publicado el convenio cambiario que establecerá las normas operativas para el Sicad II pero de acuerdo con lo anunciado por Rafael Ramírez el lunes de esta semana, será un mercado que ofertará divisas todos los días y al que podrán acudir empresas y personas naturales.
La oferta se nutrirá de bonos y efectivo provenientes de Pdvsa, el Banco Central, compañías públicas y privadas, así como de las personas naturales.
No habrá restricciones en los montos a adquirir y el precio del dólar fluctuará de acuerdo a la oferta y la demanda, aunque el BCV intervendrá cuando sea necesario para mantener al billete verde en determinados parámetros, según reportó el diario El Universal.
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