VenePirámides
La administración de Nicolás Maduro terminó el 2013 con un saldo de elevada inflación, bajo crecimiento económico, alta escasez de bienes, sequía de divisas y una brecha entre ingresos y gastos con lo cual el 2014 arranca con severos desequilibrios que obligan a la aplicación de medidas de ajustes.
Devaluación, revisiones de precios y de tarifas de servicios así como del costo de la gasolina son parte de las acciones que están en la agenda del Gobierno y que, según bancas de inversión, serán instrumentadas en el transcurso del año.
Ese ajuste macroeconómico se acompañará de más regulaciones. El primer mandatario cuenta con poderes especiales para legislar y ya los instrumentos legales aprobados por esa vía apuntan a un mayor control del Estado en las importaciones y en las fijaciones de precios y de ganancias.
En el último trimestre de 2012 las distorsiones en la economía salieron a flote y, por tal motivo, el 2013 comenzó con la devaluación del tipo de cambio oficial y la eliminación del Sitme, bajo el argumento de que el sistema se había agotado.
A los pocos meses, las autoridades volvieron a crear una vía alterna de dólares (el Sistema Complementario de Administración de Divisas) para aumentar la oferta de divisas, se efectuó la revisión de algunos rubros controlados y hasta hubo diálogo con el sector privado, pero esas acciones fueron insuficientes para corregir los desequilibrios y en el último trimestre del 2013 las autoridades anunciaron que afinaban medidas cambiarias y fiscales.
Pese a que el precio del barril se ha mantenido en torno a los 100 dólares y los aportes tributarios han subido, los ingresos se han quedado cortos para cubrir el gasto y la brecha entre ingresos y egresos supera el 15% del PIB (Producto Interno Bruto), ese déficit lleva a revisar el régimen cambiario.
En días pasados, el vicepresidente para el Área Económica y ministro de Petróleo, Rafael Ramírez, anunció el rediseño del sistema para permitir a Pdvsa y sus socios extranjeros vender las divisas a través del Sicad, al igual que a los turistas y a quienes extraen oro. Apuntó que la paridad de 6,30 bolívares quedaría para alimentos, salud, medicinas y bienes de capital, de manera que otros sectores, que se están definiendo, irían a la tasa Sicad.
Sin embargo, las bancas de inversión estiman que la devaluación de la paridad oficial y de la tasa Sicad se producirá más temprano que tarde dada las necesidades de fondos.
El Bank of America considera que si se mantiene la tasa de 6,30 bolívares, el déficit en las cuentas fiscales se agudizaría y llegaría a 18% del PIB, por lo que indica que la devaluación podría realizarse en dos partes. La primera llevaría la tasa oficial a 11 bolívares y la segunda elevaría la tasa Sicad a 18 bolívares. Por su parte, Barclays Capital estima que el tipo de cambio oficial pasaría de 6,30 bolívares a 12,5 bolívares.
Analistas señalan que ya los ingresos por devaluación no son suficientes, de manera que se requieren de más fuentes de financiamiento y aseguran que una revisión en el precio de la gasolina permitiría disminuir la brecha.
Rafael Ramírez reconoció hace algunas semanas que el subsidio al precio del combustible genera pérdidas anuales por el orden de los 12,5 millardos de dólares y expresó que se tienen que recuperar los costos de producción. Esta semana, el Presidente Nicolás Maduro apuntó que el ajuste al precio del combustible "lo haremos bien, la única forma de hacerlo bien es con un consenso del pueblo. Y es un plan de mediano plazo, no apuradito".
Firmas como Econalítica calculan que llevar al precio de la gasolina a los costos de producción cubriría un 48% del déficit del sector público.
Pero más allá de los ingresos se requieren otras acciones y la revisión del gasto no se vislumbra. Barclays no espera moderación fiscal para el 2014 y proyecta el déficit en 10,9%.
Aunados a esas medidas, ya se contemplan más controles.
El Gobierno ha creado una nueva estructura cambiaria y mediante el Centro de Comercio Exterior y la Corporación se encargará de importar y suministrar bienes a las empresas públicas y privadas.
Ecoanalítica destaca que "las importaciones privadas no prioritarias seguirán la senda del descenso en 2014 y apunta que "en la medida en la que no haya una corrección más agresiva del tipo de cambio y acciones más estructurales los problemas no desaparecerán".
A la centralización de las importaciones se suman las mayores regulaciones. El mandatario ya dijo hace unos días que "vamos a controlar todo, todo".
Las firmas proyectan que este año habrá poco crecimiento y alta inflación, porque los ajustes se realizarán por partes.
Ecoanalítica calcula que la inflación cerraría en 75% con una contracción económica de 1%. Barclays prevé que los precios subirán 51,5% y la economía apenas repuntará 0,3%, según reportó el diario El Universal.
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