sábado, 12 de octubre de 2013

Maduro devaluará y profundizará escasez de dólares

VenePirámides 
El discurso pronunciado el pasado martes en la Asamblea Nacional por el Presidente de la República, Nicolás Maduro, deja en claro que el Gobierno se dispone a reducir la entrega de dólares al sector privado, al que considera parasitario. "Aquí no habrá socialismo si la burguesía sigue disfrutando del privilegio de importar a gran escala (...) La burguesía parasitaria no produce absolutamente nada y continúa apropiándose impunemente de parte de la renta petrolera para seguir en lo suyo, esto es en la especulación", afirmó Maduro. Como una antesala al aumento de los controles afirmó que la actuación de Cadivi, el organismo encargado de distribuir las divisas al tipo de cambio oficial, "deja mucho que desear es por eso que hay que aplicarle las tres R (revisión, rectificación y reimpulso) con la prontitud y la profundidad debida". Maduro recurrió a cifras del ministro de Planificación, Jorge Giordani, para reforzar su idea. "El 96% de las exportaciones provienen del petróleo y el sector privado solo aporta 1,2% pero requiere entre 35 mil y 40 mil millones de dólares al año". El intento por reformar la actuación de Cadivi para controlar de manera más férrea el flujo de dólares no es nuevo. El 8 de febrero el Gobierno creó el Organo Superior para la Optimización del Sistema Cambiario a cargo del presidente del Banco Central y los ministros de Planificación y Finanzas y, el 26 de marzo, sustituyó a Manuel Barroso, el hombre que desde junio de 2006 empuñó las riendas de Cadivi. Fuentes financieras indican que en esta oportunidad el Gobierno contempla disminuir la entrega de divisas al sector privado creando un organismo público que realice las importaciones que, de acuerdo con los cálculos de Jorge Giordani, son las que efectivamente requiere la economía. Posteriormente estos bienes serían vendidos, en bolívares, a determinadas empresas. Este mecanismo también podría servir para disminuir el peso del sector privado en la economía y acelerar el tránsito al sistema socialista. "A la parásita e importadora burguesía criolla le sigue correspondiendo alrededor de 70% del PIB, quiere decir que la dinámica económica todavía está lejos del socialismo", recalcó Maduro. El sector público no ha tenido escasez de dólares, todo lo contrario. Las estadísticas del Banco Central registran que entre 2003 y el primer semestre de este año el país ha obtenido por exportaciones petroleras 653 mil 860 millones de dólares, de los cuales, el 56% ha sido utilizado por el sector público y 44% por el privado. A pesar de que la petrochequera financió la creación de empresas como Venirauto, la estatización de compañías emblemáticas como Sidor, cementeras y todo el sector eléctrico, el aporte del sector público al PIB ha permanecido en 30%, la misma proporción que en 2003. El sector público no pudo aumentar el aporte al PIB a pesar de la enorme transfusión de divisas porque su crecimiento en los últimos diez años ha sido más lento que el privado, en medio de fallas gerenciales y un entorno que afecta a la economía en general como controles de precios que desestimulan la producción y una moneda sobrevaluada que alienta las importaciones. Por lo tanto, lo planteado es que el sector que menos aporta al PIB eleve el consumo de divisas, de hecho, ya sucede. En el primer semestre las importaciones del ala pública de la economía aumentaron 24% respecto al mismo lapso de 2012 y las de las empresas privadas retrocedieron 10%. Las consecuencias de esta reducción en el acceso del sector privado a las divisas ha sido un importante aumento de la escasez de bienes básicos que se ubica en 20% y la aceleración de la inflación, que en lo que va de año, acumula un salto de 32,9% porque el tipo de cambio paralelo se disparó y comenzó a servir de guía para calcular costos de reposición. Nicolás Maduro reconoció que a pesar del control de cambio, que bloquea la compra de dólares, Venezuela ha sufrido una gigantesca salida de divisas. "Informes de la Cepal registran que desde 2004 hasta 2012 de Venezuela han salido capitales por valor de 215 mil millones de dólares, un promedio de 23 mil millones de dólares cada año", precisó el Presidente, y luego lo justificó como la consecuencia de que "por su propio metabolismo ellos quieren, necesitan, les es imprescindible una sociedad de cómplices para seguir fortaleciéndose como burguesía". No obstante el propio Gobierno facilitó la hemorragia a través de la emisión de bonos en dólares, de Pdvsa y el Ministerio de Finanzas, que los ciudadanos y las empresas compraron con bolívares y luego revendieron en el exterior para obtener divisas. Esta modalidad, que explica el meteórico ascenso de la deuda externa de la República, se utilizó en el Sitme, un sistema que permaneció por tres años donde las empresas compraban bonos en divisas a través del Banco Central. Al mismo tiempo la salida de divisas provino de la sobrefacturación de importaciones, es decir, empresas que solicitan en Cadivi más dólares de los que en realidad utilizan para importar o de simplemente compañías ficticias. Edmée Betancourt, ex presidenta del Banco Central, reconoció en abril de este año que "lo que se entregó en divisas el año pasado, fueron cantidades muy considerables; muchas de las cuales se las llevaron las empresas de maletín", añadiendo que "se pasaron entre 15 mil y 20 mil millones de dólares". La historia de los controles de cambio demuestra que se convierten en mecanismos que fomentan la corrupción, sobre todo, cuando la brecha entre el tipo de cambio oficial y el paralelo es muy pronunciada y la demanda de dólares baratos se dispara. En este momento la brecha entre el tipo de cambio oficial y el paralelo es de 600%, la más alta en la historia de los controles de cambio que ha vivido el país. Nicolás Maduro admitió que el país vive una crisis que, en su opinión, es poco común. "La crisis por la que atraviesa la economía venezolana es una crisis muy peculiar, no hay una merma significativa de los ingresos sino un incremento geométrico del consumo". Las cifras demuestran que si bien no ha habido un descenso de los ingresos el Gobierno tiene un gasto que no puede cubrir con el aporte proveniente del petróleo y la recaudación de impuestos, de hecho, al incluir todo el sector público la brecha entre gastos e ingresos se ubica en 15% del PIB. Los problemas del Gobierno se incrementan porque trata de alargar la vida del tipo de cambio oficial. Cuando Pdvsa recibe los dólares provenientes del petróleo los cambia en el Banco Central a la tasa de 6,30 bolívares por dólar, una tasa que en vista del alza que han tenido los precios resulta muy baja para cubrir construcción de viviendas, reclamos de aumentos de salarios, pensiones y el resto de los compromisos. El camino que ha encontrado el Gobierno para solventar momentáneamente el déficit es que el Banco Central imprima billetes para financiar al sector público, algo que aumenta los desequilibrios de fondo. Cuando estos bolívares ingresan a la economía incrementan la presión inflacionaria y propician la escalada del dólar en el mercado paralelo, según reportó el diario El Universal.

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