VenePirámides
Durante los primeros once meses del año pasado el Gobierno contuvo la inflación postergando el ajuste de los productos controlados, es decir, de una larga lista de alimentos, medicinas y artículos de cuidado personal que solo pueden aumentar con su autorización e importando masivamente con dólares baratos, pero la estrategia comienza a agotarse y los precios inician el ascenso.
El parte de guerra distribuido por el Banco Central es elocuente: en diciembre la inflación avanzó 3,5%, el mayor salto en 33 meses; en este resultado incide de manera determinante que los alimentos y bebidas no alcohólicas aumentan 5,7%, el alza más fuerte desde abril de 2010 y, los productos agrícolas se disparan 11%, variación que no sucedía desde julio de 2011.
En el impulso que han tomado los precios incide que el Gobierno, presionado por la escasez, permitió en noviembre aumentos en el precio del arroz, café y harina de maíz. Todo indica que durante los próximos meses será necesario ajustar el queso blanco, leche pasteurizada, pollo y carne de res, entre otros productos que no han registrado incrementos en más de un año.
La historia vivida desde 2003 y durante la administración de Jaime Lusinchi, demuestra que cuando el Gobierno mantiene inalterable un precio que no permite cubrir los costos y obtener rentabilidad, los empresarios disminuyen la producción y se agrava la ausencia de productos básicos.
La escasez comenzó el repunte en julio del año pasado y no ha parado. En diciembre el Banco Central reporta que de cada 100 productos que los consumidores solicitaron en abastos, supermercados y toda la red de establecimientos que cubre al país, 16,3 no estaban disponibles, el nivel más elevado desde diciembre de 2008.
Otro factor a tomar en cuenta es que el suministro de divisas, que resulta clave para que los productos importados que ayudan a cubrir los problemas de oferta aparezcan en los anaqueles, sufre un fuerte declive.
Empresarios explican que en el cuarto trimestre de 2012 Cadivi restringió las autorizaciones y el Sitme rebajó a la mitad la oferta de dólares.
Durante los últimos dos años el Gobierno ha mantenido fijo el tipo de cambio oficial mientras el resto de los precios se incrementa, por lo tanto el dólar es el artículo más barato en la economía y la solicitud de divisas crece hasta niveles poco manejables.
Analistas consideran que sin una devaluación, que permita corregir el precio del dólar o un mayor suministro de divisas a través del Sitme la escasez continuará en alza durante el primer trimestre de este año porque al mismo tiempo que hay fallas en la oferta la demanda es mayor por el alza que tuvo el gasto público durante la campaña electoral de 2012.
En este entorno entidades financieras y firmas de análisis esperan que la inflación se acelere en 2013.
Si bien el Banco Central de Venezuela había proyectado que la inflación acumulada en 2012 sería de 19,9% el salto de diciembre dejó corta esta cifra y en definitiva el resultado del año pasado es de 20,1%, según reportó el diario El Universal.
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