viernes, 4 de enero de 2013

El año pasado se esfumaron la mitad de los USD producidos por PDVSA

VenePirámides 
En promedio la cesta petrolera venezolana se cotizó durante 2012 en la cumbre de 103 dólares el barril, no obstante, la economía ha sufrido una constante escasez de divisas y el mercado apuesta por una devaluación en medio de la creciente inestabilidad cambiaria. Gracias a los barriles exportados el país recibió la fortuna de 92 mil 233 millones de dólares, magnitud suficiente para mantener el equilibrio pero la arquitectura financiera que ha diseñado el gobierno de Hugo Chávez y el desajuste que genera una moneda sobrevaluada presionan las cuentas. Las cifras oficiales revelan que al Banco Central de Venezuela solo ingresó la mitad de los petrodólares, es decir, 46 mil 080 millones de dólares y el resto fluyó hacia fondos que el Ejecutivo maneja discrecionalmente como el Fonden. Con los dólares recibidos el Banco Central alimenta el tanque de las reservas internacionales, que a su vez, constituye las divisas que pueden ser vendidas a las empresas autorizadas por Cadivi para importar. Por lo tanto, no hubo mayor holgura para satisfacer la demanda de dólares del sector privado en momentos en que el alza del gasto público impulsó el consumo. Otro factor a considerar es que a pesar de que Venezuela sufre la mayor inflación de América Latina y el precio de los productos aumenta constantemente el Gobierno ha mantenido por dos años el tipo de cambio oficial en 4,30 bolívares por dólar. El resultado es que después de la gasolina un dólar de Cadivi es el artículo más barato en la economía venezolana y por tanto, la demanda de divisas crece velozmente. La devaluación está latente. Aparte de frenar el ascenso de la demanda de divisas el Gobierno tiene como incentivo para devaluar que, tras la disparada del gasto público en 2012, la brecha entre gastos e ingresos en las cuentas públicas supera 10% del PIB. Una devaluación permitiría obtener más bolívares por los petrodólares a fin de cubrir parte del gasto. Pero si en medio de la inestabilidad política generada por la enfermedad del Presidente Hugo Chávez el gabinete económico decide mantener el tipo de cambio oficial, analistas no descartan que se incremente el precio del dólar en el Sitme, un sistema administrado por el Banco Central donde las empresas que no importan alimentos o medicinas compran divisas a 5,30 bolívares por dólar a través de bonos. Al mismo tiempo Pdvsa le entregaría bonos al Banco Central para que el Sitme pueda incrementar la oferta que en diciembre se ha reducido desde un promedio de 40 millones de dólares diarios a 18 millones por día. Sobre la mesa también está la probabilidad de que directamente el Banco Central subaste dólares a precios superiores a los que existen actualmente en Cadivi y Sitme. Si bien a mediano plazo luce inevitable un ajuste cambiario, analistas consideran que el Gobierno puede recurrir al endeudamiento para postergar la medida si lo considera conveniente desde el punto de vista político. Al reactivar la venta de bonos y letras del tesoro a los bancos del país el Gobierno recibirá bolívares que servirán para atender necesidades como el aumento en el número de pensionados, incrementos de salario y construcción de viviendas que no pueden ser cubiertas con el ingreso petrolero y la recaudación de impuestos. Como también se necesitarían dólares Pdvsa o el Ministerio de Finanzas podrían realizar una emisión de bonos en divisas, según reportó el diario El Universal.

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