viernes, 22 de julio de 2011

Endeudamiento y gasto fiscal atizarán el fuego de la inflación en el segundo semestre

VenePirámides
El sábado de la semana pasada, antes de iniciar el viaje a Cuba, el Presidente de la República, Hugo Chávez, dejó en claro que durante el segundo semestre de este año el gasto del Gobierno seguirá creciendo de manera importante. Apoyado en los altos precios del petróleo, sólo ese día, Hugo Chávez anunció desembolsos por el orden de 17 mil 771 millones de bolívares para gasto de gobernaciones y ministerios que, al tipo de cambio oficial, representan 4 mil 132 millones de dólares.

La chequera del Gobierno ya comenzó a sentirse con mayor claridad y la cantidad de dinero en circulación registra un importante salto de 6% entre el 3 de junio y el ocho de julio. Si bien el gasto público es una herramienta para que crezca la demanda y la economía continúe dejando atrás la recesión, más bolívares tras la misma cantidad de productos se traduce en mayores precios.

Economistas explican que para evitar que la inflación no cobre impulso es necesario que la oferta esté en condiciones de responder rápidamente al alza de la demanda, algo que no luce fácil en un entorno donde la producción no demuestra mayor fortaleza. Las estadísticas del Banco Central indican que si bien en el primer trimestre de este año la producción de la industria manufacturera, tanto pública como privada, aumenta 7,6% respecto al mismo lapso de 2010, permanece 2,5% por debajo del nivel alcanzado en 2009 y es menor a la de 2008 y 2007.

El Gobierno también podría recurrir a las importaciones para suplir al mercado pero a pesar de que ya viene aplicando esta estrategia desde principios de año, los problemas en la producción nacional han generado escasez de productos básicos, aun en medio de una liquidez que hasta el cierre de mayo creció moderadamente. Entre junio de 2010 y junio de este año el índice de escasez que elabora el Banco Central aumenta desde 9,5% hasta 12,1% lo que implica que de cada cien productos, doce no se consiguen en los anaqueles.

Gracias a la acumulación de inventarios de productos importados con el viejo tipo de cambio de 2,6 bolívares por dólar, a la caída del poder de compra del salario durante el primer trimestre y a que el Gobierno aun no ha permitido que los productos controlados reflejen del todo la devaluación, el aumento de los precios perdió potencia en los primeros cuatro meses del año pero la tendencia se rompió en mayo y junio con alzas sucesivas de 2,5%. Analistas explican que en el segundo semestre los precios recibirán impulso por el agotamiento de los inventarios y su reposición con productos importados al tipo de cambio de 4,30 bolívares por dólar, ajustes en bienes controlados, y el efecto que tendrá la inyección de gasto público.

Bancos de inversión proyectan que este año la inflación cerrará en torno a 26% y, nuevamente, Venezuela sufrirá la mayor alza de precios en América Latina.

Otro factor a tomar en cuenta es que una porción de los bolívares que ingresarán a la economía se desplazarán a la compra de divisas incrementando la demanda en el Sitme. No obstante, el Ministerio de Finanzas puede absorber parte de la liquidez mediante la emisión de bonos en divisas que las empresas, al igual que en el pasado, podrán comprar con bolívares.

Fuentes bancarias indican que el Ministerio de Finanzas prepara una emisión de bonos en dólares con vencimiento en 2032 y un cupón de 10,5% que absorberá parte de los bolívares en circulación, según reportó el diario El Universal.

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