VenePirámides
Durante los primeros nueve meses de 2012 el directorio del Banco Central no incrementó los dólares que coloca a disposición de Cadivi para que posteriormente sean asignados al sector privado, por lo tanto, un número importante de empresas se desplazó al Sitme para realizar sus importaciones en un año donde el consumo, alimentado por el gasto público, creció de manera sostenida.
Pero el Sitme ha disminuido la cantidad de dólares que vende diariamente, producto de las políticas adoptadas en medio de la demencia senil del Ministro Giordani, y esto aumenta la posibilidad de que en 2013 se agrave la escasez en vista de que los inventarios de las empresas se reducen de manera constante.
Al contrastar los dólares aprobados por el Banco Central, las asignaciones de Cadivi y las importaciones del sector privado, surge que a través del Sitme se obtienen las divisas para 30% de las compras que las empresas realizan en el exterior.
Entre enero y septiembre de este año el directorio del Banco Central aprobó para importaciones del sector privado y parte del sector público 26 mil 262 millones de dólares, cifra que se traduce en un descenso de 3,6% respecto al mismo lapso de 2011.
De este monto el sector privado recibió, previa autorización de Cadivi, 17 mil 788 millones de dólares, es decir, 67,7% del presupuesto aprobado por el BCV pero gracias al Sitme sus compras al exterior se ubicaron en 25 mil 404 millones de dólares y la escasez no alcanzó niveles alarmantes.
En el Sitme las empresas compran bonos que luego revenden en el exterior para obtener divisas a 5,30 bolívares. Hasta octubre adquirieron diariamente un promedio de 44 millones de dólares, pero a finales de noviembre comenzó el descenso y en los primeros doce días de diciembre el promedio diario ha sido de 19 millones de dólares, 56% menos que en los primeros diez meses del año.
Lo que ocurre en el Sitme es parte del desajuste que impacta a toda la política cambiaria.
Tras mantener fijo el tipo de cambio de Cadivi por dos años los dólares a 4,30 bolívares son el artículo más barato después de la gasolina y las solicitudes para importar se han disparado hasta niveles difíciles de manejar.
Al mismo tiempo, el ministro de Finanzas, Jorge Giordani, quiere frenar las emisiones de bonos para alimentar al Sitme porque la deuda de la República crece aceleradamente y las cuentas públicas tienen un fuerte desequilibrio que obliga a considerar una devaluación para obtener más bolívares por los petrodólares.
La devaluación ayudaría a las finanzas públicas pero aumentaría el precio de los productos importados y por ende, reduciría la capacidad de consumo de la población.
Fustigado por un desajuste entre los ingresos y los gastos que se ubica en 15% del PIB, uno de los déficit fiscales más altos del mundo, el Gobierno preparó el estudio para devaluar pero la enfermedad del Presidente de la República y la posibilidad de tener que enfrentar nuevas elecciones en el mediano plazo lo ha llevado a pensar en postergar esta medida.
El problema es que el déficit sigue allí. Por lo tanto, se estudia la posibilidad de devaluar a medias manteniendo el tipo de cambio de Cadivi y aumentando el del Sitme, permitiendo que Pdvsa venda en este mercado parte de los petrodólares.
Pero esto no sería suficiente para cubrir el déficit lo que obligaría a incrementar la deuda, que ya ha dejado de ser confortable y representa 50% del PIB, además de permitir que el Banco Central continúe fabricando bolívares en grandes cantidades para financiar a Pdvsa.
El inconveniente es que la cantidad de bolívares en la economía seguirá creciendo velozmente y lo previsible es que el aumento de la demanda acelere la inflación.
Si el Gobierno no permite el alza de los precios, analistas advierten que la escasez se puede disparar, según reportó el diario El Universal.
Increible pero cierto
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