Decidido a crear un ambiente de bonanza en medio de la campaña electoral el Gobierno dispara el gasto e inyecta una masa de bolívares que presiona al mercado cambiario.
Entre el 22 de junio y el 21 de septiembre la cantidad de bolívares en circulación registra un salto de 13,2% y una parte importante del dinero se dirige a la búsqueda de dólares en Cadivi, el Sitme y el mercado paralelo donde la presión aumenta días antes de las elecciones del siete de octubre.
Básicamente se ha creado un entorno donde muchos bolívares persiguen pocos dólares.
Las empresas incrementan las solicitudes de divisas en Cadivi, el organismo encargado de autorizar las importaciones al tipo de cambio oficial, pero hay pocos dólares para repartirles.
Una vez las compañías superan la alcabala de Cadivi deben acudir a las taquillas del Banco Central para recibir las divisas y el BCV tiene poco efectivo porque solo recibe 47 de cada 100 dólares que ingresan por la venta de petróleo y además tuvo que traspasar al Fonden 3 mil 500 millones de dólares.
Si bien las reservas internacionales se ubican en 25 mil 370 millones de dólares, el 73% corresponde a barras de oro y la porción líquida o en efectivo no supera 2 mil millones de dólares, magnitud que representa menos de un mes de importaciones.
Aún tomando en cuenta el oro las reservas internacionales respaldan en poca medida a los bolívares en circulación.
Al evaluar el monto de las reservas y los bolívares en circulación Ecoanalítica proyecta que a fin de año el tipo de cambio implícito se ubicará en 22 bolívares por dólar, una relación que no indica que el dólar llegará a ubicarse en ese nivel pero refleja el potencial que existe para que aumente.
El Sitme entrega diariamente un promedio de 40 millones de dólares pero la demanda supera los 100 millones y lo común es esperar hasta tres meses para recibir una parte de las divisas solicitadas.
Un factor a tomar en cuenta es que los bonos que alimentan al Sitme comienzan a agotarse.
Síntesis Financiera señala en su informe El Tesorero que el Banco Central está utilizando los bonos que emitió Pdvsa con vencimiento en 2035 pero se acabarán a mediados de diciembre.
El mercado espera que Pdvsa emita un nuevo bono en dólares que le vendería por completo al Banco Central para pagarle una parte del financiamiento que ha recibido de manos del instituto emisor.
Por su parte el Banco Central utilizará estos bonos para que el Sitme continúe en funcionamiento.
Si el BCV no recibe suficientes bonos como para aumentar la oferta diaria a través del Sitme el desbalance respecto a la demanda tenderá a agravarse.
Desde el 17 de septiembre las empresas y las personas naturales pueden acudir a un banco venezolano para abrir cuentas en dólares que, en teoría, podrán comprar en el Sitme.
"Se creó una gran expectativa con estas cuentas pero la verdad es que no hay donde comprar los dólares para abrirlas", dice un ejecutivo financiero.
Pero la resolución que permite abrir cuentas en dólares ha tenido su efecto en el mercado paralelo.
Las compañías extranjeras han sido obligadas por el Gobierno a abrir estas cuentas y a vender sus divisas al tipo de cambio oficial con lo que la oferta en el mercado paralelo se ha secado drásticamente.
El resultado es una masa de bolívares que busca menos dólares y aumenta la temperatura en el mercado paralelo, algo que podría impactar en la inflación de los próximos meses, según reportó el diario El Universal.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario