VenePirámides
En los últimos seis meses Pdvsa emitió deuda por 9 mil 500 millones de dólares y todo indica que en lo que resta de año la administración de Nicolás Maduro seguirá recurriendo a este mecanismo para aliviar el déficit de divisas que sacude a las cuentas públicas.
La deuda en dólares dejó de estar en niveles confortables tras un meteórico crecimiento de 105% entre el tercer trimestre de 2008 y el tercer trimestre de 2013 que la catapultó hasta 104 mil millones de dólares y el servicio ya consume una porción muy importante del ingreso por exportaciones petroleras, prácticamente la única fuente de divisas del país.
Las cifras del Banco Central registran que el pago de capital e intereses de la deuda externa de todo el sector público requirió un desembolso de 12 mil 128 millones de dólares en los tres primeros trimestres de 2013 que equivale a 19% de lo que ingresó por exportaciones de petróleo, mientras que en el mismo lapso de 2008 solo representó 9,5%.
Para este año bancos de inversión proyectan que el servicio de la deuda externa consumirá 25% del ingreso por exportaciones petroleras en un entorno en el que el Gobierno no cuenta con un fondo de ahorro y es altamente vulnerable a un eventual descenso de los precios del barril.
El último trimestre luce complicado. Entre octubre y noviembre de este año el Gobierno, incluyendo a Pdvsa, tiene que cancelar capital e intereses de deuda externa por el orden de 7 mil millones de dólares y todo apunta a que para cumplir estos compromisos habrá nuevas emisiones de bonos.
Si bien es posible una operación de refinanciamiento, es decir, cambiarle a los inversionistas los bonos que se vencen por títulos a mayor plazo no habría manera de eludir el hecho de que Venezuela es vista como un país altamente riesgoso y los fondos de inversión exigirán una elevada tasa de interés.
En el caso de Pdvsa los bonos que se vencen este año fueron emitidos a una tasa de interés de 4,9% y analistas de deuda consideran que si decide emitir un nuevo bono a 10 años tendría que pagar una tasa de interés o cupón como se conoce técnicamente en torno a 12%.
Venezuela sufre iliquidez de dólares en medio de un período de altos precios del barril por una combinación de factores.
El ingreso de dólares es insuficiente porque un tipo de cambio artificialmente barato de 6,30 bolívares y la caída de la producción nacional disparan las importaciones, mientras que Pdvsa vende petróleo con descuento a países aliados y no ha podido incrementar la producción.
El desfase entre la demanda y la oferta de dólares obligó a frenar los desembolsos al sector privado que, de acuerdo con las cámaras que agrupan a las distintas empresas, espera por 14 mil millones de dólares para cubrir compromisos con proveedores y casas matrices en el exterior.
El retraso en los desembolsos ha derivado en que la industria disminuya la producción por la falta de materia prima mientras que líneas aéreas reducen operaciones y la escasez de bienes básicos crece.
Presionado por este desajuste el Gobierno contempla recurrir a emisiones de bonos en dólares para alimentar al mercado cambiario a través del Sicad I y II.
Sin embargo como el Sicad I tiene una tasa de 10 bolívares por dólar y el Sicad II de 49 bolívares las empresas que reciban el pago por esta vía tendrán que absorber una elevada pérdida cambiaria.
De acuerdo con el convenio cambiario número 28 Pdvsa puede vender en el Sicad II, las divisas que obtenga a través de la emisión de deuda o cualquier otro tipo de financiamiento, mientras que los dólares que obtiene por exportaciones petroleras tiene que venderlos a la tasa de 6,30 bolívares.
El resultado de este esquema es que Pdvsa tiene un gran incentivo para emitir deuda o recurrir a distintas vías de financiamiento para obtener divisas que pueda cambiar a la tasa del Sicad II y así aliviar los problemas que tiene para cubrir gasto en bolívares.
Al cierre de diciembre de 2013 la deuda de Pdvsa se ubicó en 43 mil millones de dólares, según reportó el diario El Universal.
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