jueves, 16 de mayo de 2013

Poder de compra del salario cae 9% en 6 meses

VenePirámides 
Inmersos en un desequilibrio donde el Gobierno incurre en un gigantesco gasto público, financiado con fuentes poco sanas, en los últimos seis meses los venezolanos han padecido una acelerada pérdida de capacidad de compra. El índice de remuneraciones que elabora el Banco Central de Venezuela y el ascenso de los precios, reflejan que al cierre de marzo de este año el salario compraba 9% menos que a comienzos de octubre de 2012. Al evaluar el impacto por sectores, surge que los trabajadores que laboran en el ala privada de la economía experimentan una caída de 8,2% en su poder de compra, mientras que en la administración pública el descenso es de 11,8%. Al cierre de marzo de este año el salario de los profesionales, científicos e intelectuales que trabajan para el sector público compraba 12% menos que seis meses atrás y en el caso de los que laboran para la empresa privada 11%. Los técnicos y profesionales de nivel medio que se desempeñan en el sector público experimentan un impacto de 11,5% y los que laboran para la empresa privada de 4,8%. A partir de octubre de 2012 las familias sintieron un giro importante. El precio de los alimentos, vestido, calzado, transporte comenzó a aumentar velozmente mientras que el sueldo continuaba siendo el mismo, o recibía modestos incrementos ante el nuevo costo de productos y servicios esenciales para la calidad de vida. El Banco Central admite en su reporte que el descenso en la capacidad de compra del salario es "consecuencia del aumento sostenido que han registrado los precios de los bienes y servicios a partir del cuarto trimestre del año 2012". Entre octubre y marzo el precio de los alimentos registró un salto de 22%, vestido y calzado 14% y los bienes que permiten equipar el hogar 13%, algo que inevitablemente tenía que diluir parte del salario. Básicamente el ascenso de los precios refleja el desajuste entre el aumento de la demanda, impulsada por el creciente gasto del Gobierno y una oferta que no es capaz de aumentar al mismo ritmo en medio de controles, déficit de inversión y trabas para importar por la sequía de divisas. Así se crea un escenario donde más bolívares detrás de la misma cantidad de productos se traduce en aumentos de precios porque es la manera como la economía compensa el desequilibrio. Un aspecto clave es que para elevar el gasto hasta el récord histórico de 51% del PIB al Gobierno no le alcanza el ingreso petrolero y la recaudación de impuestos, entonces, el Banco Central fabrica billetes para financiar a Pdvsa y otras empresas públicas. En los últimos dieciséis meses el Banco Central ha inyectado 97 mil millones de bolívares que ingresan a la economía y agravan el desequilibrio entre la oferta y la demanda. Hasta octubre del año pasado, justo antes de las elecciones presidenciales, el Gobierno enmascaró el malestar en la economía otorgando dólares para aumentar la oferta a través de las importaciones más altas de la historia. Pero el ritmo se hizo insostenible y no quedó más alternativa que devaluar la moneda y cerrar el grifo de los dólares, con lo que la escasez apareció en escena y al cierre de abril 21 de cada 100 productos presentan desabastecimiento. A fin de disminuir la falta de productos básicos en los mercados el ministro de Finanzas, Nelson Merentes, anunció que entregará en el corto plazo 2 mil 600 millones de dólares a las empresas del sector privado para aumentar el flujo de las importaciones, pero los industriales indican que el retraso alcanza los 9 mil millones. Todo indica que este año la inflación se ubicará sobre 30%, es decir, es muy difícil que el salario logre preservar su capacidad de compra durante los meses que están por venir. Aún las autoridades no han permitido que una larga lista de productos con precios controlados reflejen los nuevos costos y, de no hacerlo en el corto plazo, la escasez seguirá aumentando, según reportó el diario El Universal.

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