VenePirámides
La Memoria y Cuenta del Ministerio de Industrias Básicas y Minería evidencia el deterioro de las empresas que forman el conglomerado estatal del aluminio: Alcasa, Alucasa, Alunasa, Bauxilum, Cabelum, Carbonorca y Venalum. Las pérdidas del grupo aumentaron 91% en 2011, en comparación con 2010, para terminar en 4,83 millardos de bolívares.
Alcasa, como ha sido costumbre en los últimos años, es la firma con peores resultados. El saldo negativo de la compañía, aunque se redujo 0,7% con respecto al año anterior, sumó 2,18 millardos de bolívares. Le siguió Venalum, con pérdidas de 1,37 millardos de bolívares, lo que representa un aumento anual de 153%.
Bauxilum pasó de una ganancia de 537 millones de bolívares en 2010 a un resultado negativo de 1,02 millardos de bolívares en 2011. Carbonorca perdió 122 millones de bolívares, Cabelum 114 millones de bolívares y Alucasa 13,5 millones de bolívares. Alunasa, que opera en Costa Rica, fue la única que cerró con saldo positivo: 2,5 millones de bolívares.
El conglomerado estatal lleva cinco años consecutivos con números negativos. La última vez que registró ganancias fue en 2006, cuando el Gobierno comenzó a aplicar un programa para convertir las empresas básicas en un polo de desarrollo endógeno, que luego pasaría a llamarse el Plan Guayana Socialista.
Las pérdidas acumuladas por las compañías del aluminio en el período 2007-2011 ascienden hasta 13 millardos de bolívares. Ese monto equivale a 4,4% del presupuesto nacional aprobado para 2012 y supera la asignación que recibirán este año 31 de los 39 organismos de la administración pública centralizada.
En picada La disminución de la producción ha sido la principal causa de los números rojos del complejo estatal del aluminio. Las toneladas fabricadas de los diferentes productos que ofrecen sumaron 3,9 millones el año pasado, 19,7% menos que las 4,8 millones de toneladas de 2010 y 55,1% menos que las 8,6 millones de toneladas de 2006, según cifras oficiales.
Bauxilum exhibe los más bajos resultados. La extracción de bauxita cayó 30,6% con relación a 2010 y 63,4% en comparación con 2006, para colocarse en 2,2 millones de toneladas, lo que obligó a importar el mineral desde Brasil. La producción de alúmina, aun cuando creció 1,7% en 2011, retrocedió 33,1% en el último lustro para situarse en 1,2 millones de toneladas.
En 2011 también disminuyeron los productos manufacturados en Alcasa (26,9%), Cabelum (12,4%) y Carbonorca (6,5%), aunque se incrementaron en Alucasa (46,5%), Alunasa (22,3%) y Venalum (3,1%).
En todas las empresas, sin embargo, las cantidades fabricadas ese año están muy por debajo de las de 2006.
En los cinco años pasados la producción descendió 60,5% en Alcasa, 51,1% en Carbonorca, 39,3% en Venalum, 33,3% en Alucasa, 21,8% en Alunasa y 16,8% en Cabelum. Esta situación, combinada con el mandato gubernamental de no restringir el suministro de bienes al mercado nacional, ha generado que las exportaciones se reduzcan a la mitad.
Las cantidades fabricadas actualmente también son muy inferiores a la capacidad instalada. Alcasa, Alucasa, Cabelum y Carbonorca producen menos de la mitad de lo que pueden manufacturar en condiciones óptimas, mientras que Bauxilum y Venalum usan 60% de su potencial. Sólo Alunasa trabaja casi al máximo y eso porque redujo la capacidad.
Más allá del racionamiento La merma de la producción es atribuida al racionamiento eléctrico de principios del año 2010 y a la caída de los precios del aluminio como consecuencia de la crisis financiera mundial de 2009, de acuerdo con la Memoria y Cuenta. Pero hay otras razones. Los sindicatos han denunciado en reiteradas ocasiones la falta de inversión y la obsolescencia tecnológica.
Empresarios privados agregan fallas como la administración corrupta, que impide aprovechar bien los recursos que tienen; la gerencia politizada, que toma decisiones en función de criterios ideológicos en vez de técnicos; y la violencia sindical, que se manifiesta en enfrentamientos entre los diferentes grupos e incluso asesinatos.
"El problema gerencial es quizás el más importante. Las empresas básicas deben ser manejadas por técnicos y no por dirigentes políticos que llegan a Guayana preguntando dónde quedan las minas de aluminio. Aquí hay suficientes profesionales", dice Víctor García, presidente del capítulo regional de la Asociación de Industriales Metalúrgicos y Mineros.
Aclara que la intención del gremio no es criticar sino aportar soluciones para lograr que el conglomerado estatal vuelva a mostrar números positivos.
"Los empresarios de Guayana necesitamos que las compañías básicas funcionen, porque nuestras principales actividades son prestarles servicios, proveerles insumos o procesar sus productos".
Agrega que el asunto no se limita a las empresas establecidas sino que se extiende a los proyectos en desarrollo en la región, que en su mayoría se encuentran paralizados a pesar de que el Gobierno les ha inyectado recursos. "Son planes esenciales para el país. No sé cómo se puede hablar de soberanía e independencia cuando no se produce lo que se necesita".
Gastos descontrolados Otro factor que ha generado los resultados negativos que las empresas básicas muestran desde hace un lustro es el incremento de los costos de producción, que entre 2006 y 2011 subieron 280% en Cabelum, 246% en Alcasa, 218% en Carbonorca, 188% en Venalum, 158% en Bauxilum y 124% en Alunasa.
El aumento del indicador está vinculado con los problemas administrativos y gerenciales, pero también con el hecho de que la plantilla de empleados creciera a pesar de la caída de la producción. El grupo incorporó 910 trabajadores en 2011 para sumar una nómina de 13.393 personas, 19% más que en 2006.
También está relacionado con la obligación de destinar una parte de los ingresos que se obtienen al gasto social, dentro del Plan Guayana Socialista.
En los últimos años el complejo del aluminio ha destinado recursos al financiamiento de cooperativas, empresas de producción social, misiones gubernamentales y planes de mejoramiento urbano.
Los gastos de personal se encuentran entre los que más han subido, según la Memoria y Cuenta. Los sindicatos señalan que esto se debe únicamente al aumento de la nómina, porque los contratos colectivos están vencidos, los salarios permanecen estancados desde hace varios años y los beneficios laborales se han reducido.
A pesar de los problemas, el informe fija metas de producción para 2012 que suponen alzas significativas con respecto a 2011.
Según los planes, la cantidad de bienes manufacturados crecerá 88,1% en Carbonorca; 54,2% en Alcasa; 30,4% en Bauxilum; 24,4% en Alunasa, 18,5% en Venalum; 14% en Alucasa y 8,3% en Cabelum.
En reactivación Aunque no pertenece al grupo original, Rialca fue la única empresa estatal del sector aluminio que mostró una mejoría significativa en 2011.
Los avances en el proceso de reactivación de la fabricante de rines, expropiada en el año 2008, permitieron subir la producción en 365% y las ventas en 858%.
Rialca elabora los rines que la empresa mixta Venirauto usa en los modelos Centauro y Turpial, ensamblados en el país. También suministra el insumo a compañías privadas como Toyota, que lo utiliza en el modelo Land Cruiser.
Además, tiene proyectos para producir rines de automóviles para el mercado brasileño y de motos para Keeway, empresa chino-venezolana.
Pero el poco uso de la capacidad instalada (14%) y las pérdidas de 2011 (4 millardos de bolívares) muestran que Rialca todavía debe recorrer un largo trecho para ser sustentable.
Y ese camino dependerá, en gran medida, del resto de las empresas del sector: entre los obstáculos que la compañía encontró el año pasado estuvo la baja calidad de la materia prima.
"La restricción en la entrega del aluminio primario de calidad en cuanto a contenido de hierro, por parte de CVG Venalum, afectó los niveles de inventario óptimos en cada una de las etapas del proceso operativo, lo que ocasionó interrupciones en el ciclo de producción e incidió negativamente en el programa de comercialización", dice la Memoria y Cuenta, según reportó el diario El Nacional.
La Memoria y Cuenta del Ministerio de Industrias Básicas y Minería evidencia el deterioro de las empresas que forman el conglomerado estatal del aluminio: Alcasa, Alucasa, Alunasa, Bauxilum, Cabelum, Carbonorca y Venalum. Las pérdidas del grupo aumentaron 91% en 2011, en comparación con 2010, para terminar en 4,83 millardos de bolívares.
Alcasa, como ha sido costumbre en los últimos años, es la firma con peores resultados. El saldo negativo de la compañía, aunque se redujo 0,7% con respecto al año anterior, sumó 2,18 millardos de bolívares. Le siguió Venalum, con pérdidas de 1,37 millardos de bolívares, lo que representa un aumento anual de 153%.
Bauxilum pasó de una ganancia de 537 millones de bolívares en 2010 a un resultado negativo de 1,02 millardos de bolívares en 2011. Carbonorca perdió 122 millones de bolívares, Cabelum 114 millones de bolívares y Alucasa 13,5 millones de bolívares. Alunasa, que opera en Costa Rica, fue la única que cerró con saldo positivo: 2,5 millones de bolívares.
El conglomerado estatal lleva cinco años consecutivos con números negativos. La última vez que registró ganancias fue en 2006, cuando el Gobierno comenzó a aplicar un programa para convertir las empresas básicas en un polo de desarrollo endógeno, que luego pasaría a llamarse el Plan Guayana Socialista.
Las pérdidas acumuladas por las compañías del aluminio en el período 2007-2011 ascienden hasta 13 millardos de bolívares. Ese monto equivale a 4,4% del presupuesto nacional aprobado para 2012 y supera la asignación que recibirán este año 31 de los 39 organismos de la administración pública centralizada.
En picada La disminución de la producción ha sido la principal causa de los números rojos del complejo estatal del aluminio. Las toneladas fabricadas de los diferentes productos que ofrecen sumaron 3,9 millones el año pasado, 19,7% menos que las 4,8 millones de toneladas de 2010 y 55,1% menos que las 8,6 millones de toneladas de 2006, según cifras oficiales.
Bauxilum exhibe los más bajos resultados. La extracción de bauxita cayó 30,6% con relación a 2010 y 63,4% en comparación con 2006, para colocarse en 2,2 millones de toneladas, lo que obligó a importar el mineral desde Brasil. La producción de alúmina, aun cuando creció 1,7% en 2011, retrocedió 33,1% en el último lustro para situarse en 1,2 millones de toneladas.
En 2011 también disminuyeron los productos manufacturados en Alcasa (26,9%), Cabelum (12,4%) y Carbonorca (6,5%), aunque se incrementaron en Alucasa (46,5%), Alunasa (22,3%) y Venalum (3,1%).
En todas las empresas, sin embargo, las cantidades fabricadas ese año están muy por debajo de las de 2006.
En los cinco años pasados la producción descendió 60,5% en Alcasa, 51,1% en Carbonorca, 39,3% en Venalum, 33,3% en Alucasa, 21,8% en Alunasa y 16,8% en Cabelum. Esta situación, combinada con el mandato gubernamental de no restringir el suministro de bienes al mercado nacional, ha generado que las exportaciones se reduzcan a la mitad.
Las cantidades fabricadas actualmente también son muy inferiores a la capacidad instalada. Alcasa, Alucasa, Cabelum y Carbonorca producen menos de la mitad de lo que pueden manufacturar en condiciones óptimas, mientras que Bauxilum y Venalum usan 60% de su potencial. Sólo Alunasa trabaja casi al máximo y eso porque redujo la capacidad.
Más allá del racionamiento La merma de la producción es atribuida al racionamiento eléctrico de principios del año 2010 y a la caída de los precios del aluminio como consecuencia de la crisis financiera mundial de 2009, de acuerdo con la Memoria y Cuenta. Pero hay otras razones. Los sindicatos han denunciado en reiteradas ocasiones la falta de inversión y la obsolescencia tecnológica.
Empresarios privados agregan fallas como la administración corrupta, que impide aprovechar bien los recursos que tienen; la gerencia politizada, que toma decisiones en función de criterios ideológicos en vez de técnicos; y la violencia sindical, que se manifiesta en enfrentamientos entre los diferentes grupos e incluso asesinatos.
"El problema gerencial es quizás el más importante. Las empresas básicas deben ser manejadas por técnicos y no por dirigentes políticos que llegan a Guayana preguntando dónde quedan las minas de aluminio. Aquí hay suficientes profesionales", dice Víctor García, presidente del capítulo regional de la Asociación de Industriales Metalúrgicos y Mineros.
Aclara que la intención del gremio no es criticar sino aportar soluciones para lograr que el conglomerado estatal vuelva a mostrar números positivos.
"Los empresarios de Guayana necesitamos que las compañías básicas funcionen, porque nuestras principales actividades son prestarles servicios, proveerles insumos o procesar sus productos".
Agrega que el asunto no se limita a las empresas establecidas sino que se extiende a los proyectos en desarrollo en la región, que en su mayoría se encuentran paralizados a pesar de que el Gobierno les ha inyectado recursos. "Son planes esenciales para el país. No sé cómo se puede hablar de soberanía e independencia cuando no se produce lo que se necesita".
Gastos descontrolados Otro factor que ha generado los resultados negativos que las empresas básicas muestran desde hace un lustro es el incremento de los costos de producción, que entre 2006 y 2011 subieron 280% en Cabelum, 246% en Alcasa, 218% en Carbonorca, 188% en Venalum, 158% en Bauxilum y 124% en Alunasa.
El aumento del indicador está vinculado con los problemas administrativos y gerenciales, pero también con el hecho de que la plantilla de empleados creciera a pesar de la caída de la producción. El grupo incorporó 910 trabajadores en 2011 para sumar una nómina de 13.393 personas, 19% más que en 2006.
También está relacionado con la obligación de destinar una parte de los ingresos que se obtienen al gasto social, dentro del Plan Guayana Socialista.
En los últimos años el complejo del aluminio ha destinado recursos al financiamiento de cooperativas, empresas de producción social, misiones gubernamentales y planes de mejoramiento urbano.
Los gastos de personal se encuentran entre los que más han subido, según la Memoria y Cuenta. Los sindicatos señalan que esto se debe únicamente al aumento de la nómina, porque los contratos colectivos están vencidos, los salarios permanecen estancados desde hace varios años y los beneficios laborales se han reducido.
A pesar de los problemas, el informe fija metas de producción para 2012 que suponen alzas significativas con respecto a 2011.
Según los planes, la cantidad de bienes manufacturados crecerá 88,1% en Carbonorca; 54,2% en Alcasa; 30,4% en Bauxilum; 24,4% en Alunasa, 18,5% en Venalum; 14% en Alucasa y 8,3% en Cabelum.
En reactivación Aunque no pertenece al grupo original, Rialca fue la única empresa estatal del sector aluminio que mostró una mejoría significativa en 2011.
Los avances en el proceso de reactivación de la fabricante de rines, expropiada en el año 2008, permitieron subir la producción en 365% y las ventas en 858%.
Rialca elabora los rines que la empresa mixta Venirauto usa en los modelos Centauro y Turpial, ensamblados en el país. También suministra el insumo a compañías privadas como Toyota, que lo utiliza en el modelo Land Cruiser.
Además, tiene proyectos para producir rines de automóviles para el mercado brasileño y de motos para Keeway, empresa chino-venezolana.
Pero el poco uso de la capacidad instalada (14%) y las pérdidas de 2011 (4 millardos de bolívares) muestran que Rialca todavía debe recorrer un largo trecho para ser sustentable.
Y ese camino dependerá, en gran medida, del resto de las empresas del sector: entre los obstáculos que la compañía encontró el año pasado estuvo la baja calidad de la materia prima.
"La restricción en la entrega del aluminio primario de calidad en cuanto a contenido de hierro, por parte de CVG Venalum, afectó los niveles de inventario óptimos en cada una de las etapas del proceso operativo, lo que ocasionó interrupciones en el ciclo de producción e incidió negativamente en el programa de comercialización", dice la Memoria y Cuenta, según reportó el diario El Nacional.
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