VenePirámides
El mayor flujo de ingresos ordinarios y extraordinarios que se registró el pasado año le permitió al sector público acelerar sus erogaciones y el gasto del Gobierno central y Pdvsa ascendió a 39,5% del Producto Interno Bruto (PIB), según las cifras del Ministerio de Finanzas. Esos datos revelan que el nivel de egresos del sector público fue el más alto desde el año 2006 cuando se registró un nivel similar. En ese período de elecciones presidenciales, el gasto total fue 39,3% del PIB.
El pasado año el Ejecutivo Nacional retomó la política expansiva de gasto, que llegó a marcar las gestiones de 2004 a 2008, y ese salto en los egresos fue posible, porque el aumento en los precios del crudo garantizó una mayor cantidad de ingresos petroleros, lo cual se acompañó con incremento del nivel de endeudamiento. Si bien los desembolsos fueron altos, gran parte del gasto del sector público se orientó más a cubrir a los pagos en remuneraciones y las transferencias que a la inversión. No obstante, el Gobierno argumentó que la inyección a proyectos se materializó a través del denominado presupuesto paralelo, que también se nutre de los aportes de la industria petrolera y el ente emisor, entre otros. De todas maneras, las cifras del despacho de Finanzas señalan que del gasto del sector público del pasado año las transferencias representaron 20,4% del PIB, , mientras que en 2006 fueron 13,7% del PIB.
El economista, José Luis Saboin, explica que ese comportamiento de los egresos muestra que los recursos se destinaron a gasto corriente, a las misiones y a la cobertura de las necesidades de las empresas públicas, no generó mayor impacto en crecimiento y consumo como sí sucedió en 2006. En el ejercicio de 2006 el gasto repuntó a 39,3% del PIB y la actividad económica terminó con una variación de 9,9%, pero en 2011 el resultado fue diferente, las erogaciones del Gobierno central y la estatal petrolera llegaron a 39,5% y la economía repuntó apenas 4,2%. Saboin apunta que "pese a los egresos, el desempeño económico fue precario y el consumo no se disparó como en años anteriores. El boom del 2006 no se registró, por lo tanto, el escenario de hace cinco años ya no se asemeja al actual".
Las cifras de Finanzas señalan que aunque hubo un boom de ingresos, el gasto fue mayor y la gestión del sector público terminó con déficit financiero de 11,6% del PIB, que se atendió con los excedentes de otros períodos y endeudamiento. Sin embargo, en el 2006 el sector publicó culminó el período con una brecha de 1,6% del PIB. El economista destaca que ya se tienen cinco años con déficit y asegura que en este ejercicio de 2012 la tendencia volverá s ser similar e igual se cerrará con una brecha.
El Gobierno inició el 2012 pisando el acelerador al gasto y al término del primer trimestre de año tuvo un crecimiento de 26%. Por lo general, los primeros meses de cada ejercicio suelen ser restrictivos, pero desde el 2011 esa tendencia ha estado cambiando. El salto en los desembolsos ha seguido respondiendo a las mayores exigencias de los entes oficiales, las misiones y las empresas estatales.
Para seguir con la expansión, la administración de Hugo Chávez Frías en el transcurso del año ha estado armando una estructura que le genera más recursos, especialmente por medio del endeudamiento. En cuatro meses se han realizado reformas legales que permiten al primer mandatario gestionar deuda adicional sin la opinión previa de la Asamblea y el Banco Central y además usar al Fonden y el Fondo Simón Bolívar para realizar operaciones, según reportó el diario El Universal.
El pasado año el Ejecutivo Nacional retomó la política expansiva de gasto, que llegó a marcar las gestiones de 2004 a 2008, y ese salto en los egresos fue posible, porque el aumento en los precios del crudo garantizó una mayor cantidad de ingresos petroleros, lo cual se acompañó con incremento del nivel de endeudamiento. Si bien los desembolsos fueron altos, gran parte del gasto del sector público se orientó más a cubrir a los pagos en remuneraciones y las transferencias que a la inversión. No obstante, el Gobierno argumentó que la inyección a proyectos se materializó a través del denominado presupuesto paralelo, que también se nutre de los aportes de la industria petrolera y el ente emisor, entre otros. De todas maneras, las cifras del despacho de Finanzas señalan que del gasto del sector público del pasado año las transferencias representaron 20,4% del PIB, , mientras que en 2006 fueron 13,7% del PIB.
El economista, José Luis Saboin, explica que ese comportamiento de los egresos muestra que los recursos se destinaron a gasto corriente, a las misiones y a la cobertura de las necesidades de las empresas públicas, no generó mayor impacto en crecimiento y consumo como sí sucedió en 2006. En el ejercicio de 2006 el gasto repuntó a 39,3% del PIB y la actividad económica terminó con una variación de 9,9%, pero en 2011 el resultado fue diferente, las erogaciones del Gobierno central y la estatal petrolera llegaron a 39,5% y la economía repuntó apenas 4,2%. Saboin apunta que "pese a los egresos, el desempeño económico fue precario y el consumo no se disparó como en años anteriores. El boom del 2006 no se registró, por lo tanto, el escenario de hace cinco años ya no se asemeja al actual".
Las cifras de Finanzas señalan que aunque hubo un boom de ingresos, el gasto fue mayor y la gestión del sector público terminó con déficit financiero de 11,6% del PIB, que se atendió con los excedentes de otros períodos y endeudamiento. Sin embargo, en el 2006 el sector publicó culminó el período con una brecha de 1,6% del PIB. El economista destaca que ya se tienen cinco años con déficit y asegura que en este ejercicio de 2012 la tendencia volverá s ser similar e igual se cerrará con una brecha.
El Gobierno inició el 2012 pisando el acelerador al gasto y al término del primer trimestre de año tuvo un crecimiento de 26%. Por lo general, los primeros meses de cada ejercicio suelen ser restrictivos, pero desde el 2011 esa tendencia ha estado cambiando. El salto en los desembolsos ha seguido respondiendo a las mayores exigencias de los entes oficiales, las misiones y las empresas estatales.
Para seguir con la expansión, la administración de Hugo Chávez Frías en el transcurso del año ha estado armando una estructura que le genera más recursos, especialmente por medio del endeudamiento. En cuatro meses se han realizado reformas legales que permiten al primer mandatario gestionar deuda adicional sin la opinión previa de la Asamblea y el Banco Central y además usar al Fonden y el Fondo Simón Bolívar para realizar operaciones, según reportó el diario El Universal.
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