VenePirámides
El 5 de febrero de 2003 el gobierno de Hugo Chávez formalizó la instauración del control de cambio, el más largo en la historia económica de Venezuela. El argumento para justificar la medida fue la vulnerabilidad de las finanzas públicas, luego de la paralización total de Petróleos de Venezuela a raíz del paro general que se realizó entre diciembre de 2002 y principios de 2003.
De acuerdo con el anuncio oficial de los ministerios de Planificación a cargo de Jorge Giordani y de Finanzas bajo la tutela de Tobías Nóbrega, el objetivo era proteger las reservas internacionales y frenar la fuga de divisas.
Nueve años después, sin embargo, el economista Richard Obuchi señala que el objetivo ha ido más allá y el control de cambio es utilizado como mecanismo de financiamiento a través del manejo de las reservas internacionales y como instrumento de presión al sector privado.
Las cifras del Banco Central de Venezuela muestran que entre 2003 y 2010 (último período registrado) la salida de capitales del sector privado fue de 113,4 millardos de dólares; mientras que del sector público sumó 75,8 millardos de dólares. Desde que existe el control de cambio han emigrado 189,2 millardos de dólares en total.
Explica el economista Ronald Balza que la salida de capitales privados durante esos años corresponde a la repatriación que hasta 2008 podían hacer las empresas trasnacionales a sus casas matrices, y a la adquisición de títulos públicos emitidos por la república y Pdvsa que son depositados en el exterior, ya que están prohibidas las cuentas en dólares en el país.
Del total de salida de divisas 40% corresponde al sector público por las transferencias de reservas internacionales del Banco Central de Venezuela al Fondo de Desarrollo Nacional, por los depósitos de Pdvsa en el exterior y por la compra de bonos denominados en dólares y emitidos por la república y por la petrolera, que son adquiridos por instituciones públicas y depositados fuera del país.
"El Gobierno no confía en la estabilidad del bolívar, por eso invierte en divisas. Cuando Pdvsa emite bonos es para financiar su gasto corriente y no para la inversión. De allí que no se haya traducido en un aumento de su producción. Salen capitales por vía autorizada a pesar del control de cambio y eso es una gran paradoja", afirma Balza.
La magnitud de los recursos que han emigrado al exterior es tal que con esa cantidad (189,2 millardos de dólares) se podrían pagar 16,4 veces las nacionalizaciones de las cementeras Cemex, Holcim y Lafarge, La Electricidad de Caracas, Electricidad Séneca Cantv, las petroleras Statoil, Total y Chevron, Sidor, Cerámicas Carabobo, Lácteos Los Andes, Rines de Aluminio Rualca y el Banco de Venezuela, por las cuales se pagaron 11,5 millardos de dólares.
Esos recursos equivalen a la adquisición de 2.970 complejos agrícolas como Agroflora, empresa que fue expropiada por el Gobierno y por la cual acordó pagar 274 millones de bolívares, es decir, 63,7 millones de dólares al cambio oficial. Se trata de 11 fincas que abarcan 290.000 hectáreas en los estados Apure, Guárico y Falcón, que incluyen 120.637 cabezas de ganado, 5.300 búfalos, 3.134 bestias de trabajo entre caballos y mulas, y un centro de mejoramiento genético agropecuario.
Política cuestionable. Obuchi advierte que con el control de cambio el Gobierno monopoliza las divisas que requieren los privados. "Cualquier relación en la cual las empresas dependen de la voluntad del Gobierno para obtener un insumo esencial para sus operaciones le otorga al Estado una gran capacidad de influir en las decisiones del sector privado y el control de cambio no es una excepción".
Balza afirma que la postergación del levantamiento del control de cambio obedece a razones netamente políticas, pues permite poca transparencia en el uso de los recursos de la nación.
Agrega que el Gobierno incentiva la salida de capitales a través de emisiones de bonos que son para continuar financiando su gasto público, en vista de que los recursos presupuestados le son insuficientes. "Los particulares perciben el mal manejo de la política económica y contribuyen con la salida de dólares a través de la compra de títulos porque es la única manera de proteger su capital ante la incertidumbre, la ausencia de reglas claras y la inflación".
El control de cambio surgió para proteger la economía de la salida de capitales, pero luego de años de boom petrolero este tipo de medidas carece de sentido lógico, según Obuchi.
"Me llama la atención que en un momento en que el discurso del Gobierno es afirmar que la economía se reactivó continúen empeñados en mantener el control de cambio. Desde todo punto de vista esta política es cuestionable", según reportó el diario El Nacional.
El 5 de febrero de 2003 el gobierno de Hugo Chávez formalizó la instauración del control de cambio, el más largo en la historia económica de Venezuela. El argumento para justificar la medida fue la vulnerabilidad de las finanzas públicas, luego de la paralización total de Petróleos de Venezuela a raíz del paro general que se realizó entre diciembre de 2002 y principios de 2003.
De acuerdo con el anuncio oficial de los ministerios de Planificación a cargo de Jorge Giordani y de Finanzas bajo la tutela de Tobías Nóbrega, el objetivo era proteger las reservas internacionales y frenar la fuga de divisas.
Nueve años después, sin embargo, el economista Richard Obuchi señala que el objetivo ha ido más allá y el control de cambio es utilizado como mecanismo de financiamiento a través del manejo de las reservas internacionales y como instrumento de presión al sector privado.
Las cifras del Banco Central de Venezuela muestran que entre 2003 y 2010 (último período registrado) la salida de capitales del sector privado fue de 113,4 millardos de dólares; mientras que del sector público sumó 75,8 millardos de dólares. Desde que existe el control de cambio han emigrado 189,2 millardos de dólares en total.
Explica el economista Ronald Balza que la salida de capitales privados durante esos años corresponde a la repatriación que hasta 2008 podían hacer las empresas trasnacionales a sus casas matrices, y a la adquisición de títulos públicos emitidos por la república y Pdvsa que son depositados en el exterior, ya que están prohibidas las cuentas en dólares en el país.
Del total de salida de divisas 40% corresponde al sector público por las transferencias de reservas internacionales del Banco Central de Venezuela al Fondo de Desarrollo Nacional, por los depósitos de Pdvsa en el exterior y por la compra de bonos denominados en dólares y emitidos por la república y por la petrolera, que son adquiridos por instituciones públicas y depositados fuera del país.
"El Gobierno no confía en la estabilidad del bolívar, por eso invierte en divisas. Cuando Pdvsa emite bonos es para financiar su gasto corriente y no para la inversión. De allí que no se haya traducido en un aumento de su producción. Salen capitales por vía autorizada a pesar del control de cambio y eso es una gran paradoja", afirma Balza.
La magnitud de los recursos que han emigrado al exterior es tal que con esa cantidad (189,2 millardos de dólares) se podrían pagar 16,4 veces las nacionalizaciones de las cementeras Cemex, Holcim y Lafarge, La Electricidad de Caracas, Electricidad Séneca Cantv, las petroleras Statoil, Total y Chevron, Sidor, Cerámicas Carabobo, Lácteos Los Andes, Rines de Aluminio Rualca y el Banco de Venezuela, por las cuales se pagaron 11,5 millardos de dólares.
Esos recursos equivalen a la adquisición de 2.970 complejos agrícolas como Agroflora, empresa que fue expropiada por el Gobierno y por la cual acordó pagar 274 millones de bolívares, es decir, 63,7 millones de dólares al cambio oficial. Se trata de 11 fincas que abarcan 290.000 hectáreas en los estados Apure, Guárico y Falcón, que incluyen 120.637 cabezas de ganado, 5.300 búfalos, 3.134 bestias de trabajo entre caballos y mulas, y un centro de mejoramiento genético agropecuario.
Política cuestionable. Obuchi advierte que con el control de cambio el Gobierno monopoliza las divisas que requieren los privados. "Cualquier relación en la cual las empresas dependen de la voluntad del Gobierno para obtener un insumo esencial para sus operaciones le otorga al Estado una gran capacidad de influir en las decisiones del sector privado y el control de cambio no es una excepción".
Balza afirma que la postergación del levantamiento del control de cambio obedece a razones netamente políticas, pues permite poca transparencia en el uso de los recursos de la nación.
Agrega que el Gobierno incentiva la salida de capitales a través de emisiones de bonos que son para continuar financiando su gasto público, en vista de que los recursos presupuestados le son insuficientes. "Los particulares perciben el mal manejo de la política económica y contribuyen con la salida de dólares a través de la compra de títulos porque es la única manera de proteger su capital ante la incertidumbre, la ausencia de reglas claras y la inflación".
El control de cambio surgió para proteger la economía de la salida de capitales, pero luego de años de boom petrolero este tipo de medidas carece de sentido lógico, según Obuchi.
"Me llama la atención que en un momento en que el discurso del Gobierno es afirmar que la economía se reactivó continúen empeñados en mantener el control de cambio. Desde todo punto de vista esta política es cuestionable", según reportó el diario El Nacional.
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